Epílogo

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Le habían dicho que había una pequeña probabilidad de poder recuperar su vista. Le dijeron que iba a ser como la primera vez. Su primera operación.

Sus padres habían estado ahorrando de nuevo porque era su última oportunidad.

Los Angeles había sido descartado después de las operaciones fallidas. Entonces como por arte de magia un doctor había sido contratado en el hospital de Miami. Él podía intentar hacer que Lauren recuperara la vista.

Lauren hubiera preferido que usaran el dinero en otra cosa. La verdad era que ella ya no encontraba razón alguna para querer recuperar su vista. Hacía tres meses que ella y Camila habían terminado, y eso se sentía estúpidamente mal.

Obviamente ella seguía amando a Camila. La amaba de una forma indescriptible, sin medidas ni tiempo, sólo la amaba. Pero habían terminado por bien de ambas, y que Camila estuviera bien era todo lo que importaba. Aunque ella estuviera rota.

Los horas pasaron tan lento como Lauren pensó que pasarían a la espera de quitarse la venda alrededor de su cabeza para ver si la operación había resultado.

Era de madrugada, pero Lauren no lo sabía, estaba sola en la habitación de hospital sin ella saber que no había nadie más que los pacientes en espera y algunas enfermeras. No se asustó porque ella ya estaba acostumbrada a la oscuridad, al menos la mayoría su vida estuvo ciega, lo que significaba ver oscuridad siempre.

No podía abrir los ojos por la venda, así que solamente se acomodó entre las sábanas y decidió descansar. Se quedó dormida.

Si ella hubiera contado las horas que estuvo durmiendo seguramente diría que durmió unas dos. Sentía el cuerpo descansado, sin embargo.

El sonido de la máquina a su lado hizo que Lauren se sentará bien en la cama de hospital. Como le habían dicho sus padres, ellos irían a visitarla la mañana siguiente. Así que sólo los esperó ahí.

El doctor había entrado a tener una pequeña plática con Lauren, pero ella se mantuvo preguntando la hora a la que podría quitarse la venda, pero él cambiaba el tema a cómo estaba el clima y esas cosas. Cuando al fin decidió que Lauren se encontraba bien, dejó que la visitaran.

El sonido de la puerta abriéndose hizo que Lauren se acomodara en la cama y arreglara automáticamente su cabello negro que estaba suelto.

Como Lauren no sabía de quién trataba ya que ni siquiera se presentó al entrar se sintió un poco intimidada.

"¿Quién está ahí?" preguntó.

Nadie respondió, la persona tomó una silla y la posicionó a un lado de la cama de Lauren. Ella podía escuchar la respiración a su lado, pero estaba algo asustada como para reaccionar.

"¿Papá? ¿Eres tú? No hagas tus bromas ahora, por favor," Lauren rogó.

Quién fuera que fuese puso su mano sobre la de Lauren, y ella ya conocía el tacto de ésos dedos sobre su cuerpo.

"¿Camila?"

"Hola," la voz rasposa de Camila habló.

Lauren enmudeció por un momento y una pequeña sonrisa apareció en su rostro.

"¿Qué haces aquí?" quiso saber poniendo su otra mano sobre la de Camila.

"Vine ayer pero no me dejaron pasar porque debías descansar, así que fui a dormir al auto," respondió la menor.

"¿Dormiste en tu auto?" se sorprendió Lauren.

"Claro, fui a tu casa ayer, y tus padres me dijeron que ya te habían operado. Creo que mi mamá entendió mal porque ella me dijo que te habían iban a operar, es que se encontró con tus padres ayer y pensé que tú estarías en tu casa o..."

Critical {Camren Fanfiction}Where stories live. Discover now