Capitulo 1: El comienzo

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Aquellos 2 chicos hablaban animadamente en dirección a sus hogares por un camino abandonado en una oscura noche, al girar por una esquina vieron a una vecina, como de su edad, junto a otro chico que le sujetaba los brazos contra la pared

- ¡Dame la alas!- grito el chico al mismo tiempo que le agitaba los brazos

- No creo que las quieras- dijo ella levantando la vista con un brillo de malicia en los ojos

-Espera un momento- dijo el dando un paso hacia atras con una expreción de panico en el rostro

- No puedes quitarme las alas, porque son mias.

Con la débil iluminación de los faroles ambos chicos lograron vislumbrar un humo violeta que nacia de la espalda de la chica. Cuando el humo se disipo se vieron claramente unas grandes alas de dragón, la chica no perdió ni un segundo, en cuanto las alas se desplegaron se abalanzo contra el chico y lo boto al suelo. Ella tenía mucha más fuerza de la que aparentaba, y de la que demostraba, con un ágil movimiento saco una daga del cinturón y la inserto en el pecho del chico, cuando la saco el color que tintaba la hoja no era roja brillante, sino que de color negro como la noche, unos segundos después un humo negro cubrió el cuerpo del chico y desapareció junto con el. La chica desplego sus alas y se fue volando sin prevenir que sus vecinos la habían visto y que al otro día tendrian una charla que le cambiaria la vida para siempre.

-¡oye!- grito Javier llamando a la chica de las alas -¡niña!- grito Javier todavía más fuerte para que la escuchara. La chica de las alas se volvio hacia ellos como diciendo <<¿enserio, me hablas a mi?>>-¡si tú!- grito Javier adivinando sus pensamientos. La chica se acercó lentamente como temiendo de que fuera broma

-¿Qué pasa?- dijo ella sin levantar la vista

-Escucha, te vimos ¿sí?- dijo de improviso Cristóbal que había pasado todo el tiempo apoyado contra la pared

-¿De que hablas?- dijo ella pero no parecía sorprendida sino que confundida

-vamos, por favor- dijo Cristóbal como si la conociera de toda la vida

-¿me quieres dejar tranquila?- dijo de la misma manera en la que él le había hablado-no me interesa lo que creen que vieron, total ayer estuve todo el día en mi casa. Cuando sea algo serio me llaman ¿sí?- justo cuando se daba la vuelta para irse Cristóbal la agarro del brazo y le susurro

- Vidi te fucking draco (te ví puto dragón)- la chica palideció en un segundo, cuando dio la vuelta tenía abiertos los ojos de par en par

- ¿quién eres?- dijo la chica aun con la mirada fija en Cristóbal

-¡ya basta!- grito Javier-¡no actúen como si ni estuvuera aquí!- siguió diciendo cada vez más exasperado

-no le has dicho nada ¿verdad?- pregunto la chica mirando a Javier como si no supiera que estaba ahí

-no- dijo Cristóbal bajando la mirada

Ya eran las 6 de la mañana lo que significaba que ya todos iban a ir despertando, cuando la primera luz de una casa se encendió la chica de alas dijo

-será mejor que vallamos a mi casa- Cristóbal asintio sin quitar la mirada del suelo. Los 2 chicos siguieron a la chica hasta llegar a una casa de ladrillos sin pintar, tomo unas llaves antiguas y abrió la puerta. Las paredes eran blancas con muebles de distintos colores pero curiosamente se veía increíblemente bien

-mira- dijo dirigiéndose a Javier- talvez quieras sentarte, es un poco complicado.

-estoy bien así- respondió con frialdad

-está bien, pero luego no me digas que no te lo dije... yo soy un dragón, aunque sea complicado de entender, tu amigo... bueno, no sé qué es, pero en resumen todos los seres mitológicos son reales, y por favor me podrías decir que eres- dijo dirigiéndose a Cristóbal

-me llamo Cristóbal, y soy un brujo.

-yo soy Luna, y bueno creo que sabes muy bien que soy-le dirigio una mirada a Javier-y por lo que veo tu eres un simple mortal.

-así que soy solo un simple "mortal"-dijo más tranquilo de lo que Luna esperaba-¡¿por qué nunca me dijiste nada?! ¡Creí que éramos amigos!- dijo gritando. A los pocos segundos una llama se encendio en la cocina.

-Por eso- dijo tranquilamente Cristóbal-eres un guardián del fuego... igual que tu padre.

Javier quedo atónito recordando los momentos en que se enojaba y olía algo quemandose, pero siempre se dijo que era solo su imaginación pero ahora sabia la realidad, él podía controlar el fuego.

Después de eso la dragona aseguro que tenían que irse, el lugar ya no era seguro para ellos, explico que lo que vieron la noche anterior era un demonio, que lo que más deseaban era la magia de las alas de los dragones para, bueno, quien sabe para que usar su magia.

-siempre recuerda nuestro lema Javier... Fortea enim non sumet- dijo Luna cuando esperaban a que Cristóbal regresara

-Y eso que significa.

-somos fuertes pero no invencibles.

-es algo fuerte.

Luna rio por lo bajo

-¿Qué es tan divertido?

-tu padre me dijo lo mismo cuando lo conocí... si, lo conocí... para tu información tengo 478 años... tu padre murió como un héroe... créeme lo vi

mis alasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora