Las nuevas vistas

1K 59 13
                                    

Al día siguiente desperté con ella a mi lado, como me molestaba que no se fuera a su casa cuando acabábamos de hacerlo. Pero lo peor fue mirar la hora y ver que era pronto, así que cuando me levante sin nada de sigilo me fui directo a la ducha, ya que iba desnudo... pues aprovechaba. Entre en el baño y aun ella estaba presente.

Erza Scarlet aun seguía en mi mente, lo peor es que aun no sabía porque... o al menos yo no quería saberlo, estaba frustrado no quería pensar en ella quería estar tranquilo, me pare delante del espejo.

Y decidí que mi ducha seria rápida, para bajar al bar a desayunar algo.

-Jellal querido, me voy. -Dijo Ultear abriendo la puerta para salir.  

-Ya tendrías que haberte ido... -Estoy seguro de que siempre escuchaba mis frases finales cuando se quedaba, ya que ese portazo que daba al cerrar retumbaba  en mi casa. -Que asco de genio...

Me prepare y me vestí con una camiseta blanca y un pantalón pirata, es decir que iban por la rodilla, de color negro y me intente peinar un poco, aunque pronto lo deje. Me gustaba más cuando estaba despeinado a mi manera me da ese toque que me faltaba.

Y ahora sí, estaba listo para bajar.

Los recuerdos de ese bar siempre me mejoraban el día, así que cuando baje, pedí lo de siempre.

-Mise, ya sabes que poner delante de mí. –Dije cogiendo un periódico para mirar algunas noticias de deporte. Pero como siempre mi equipo favorito siempre perdía.

-Aquí tienes tatuado. –Mise era un buen tipo, camarero y chef, conocido desde pequeño...

Tu seguro que no lo conoces... él me llamaba tatuado desde mi tatuaje. Que trillado, ¿no crees? –Se escucho una risa – Mise siempre me traía mi café y un bocata de cereales con mermelada de fresa... vamos no me mires así, estaba realmente bueno....

Todas las mañanas, ese era mi desayuno, lo que me despertaba y mejoraba el día... Pero solo dar un vistazo a la ventana, donde llevaba el camino hacia arriba a la pequeña montaña, allí la vi. Mirando las vistas y siguiendo el camino hacia arriba, fijándome en que llevaba una camiseta de tirantes blanca y una falda corta de color azul.

Me bebí el café ardiendo bastante rápido y el bocadillo desaparecía con bocados suficiente grandes como para cuando llegara hacia ella ya estaba intentando tragar el ultimo, no sabía porque pero mis nervios aumentaban...

-¡Vaya que casualidad! –Dije intentado parecer bastante tranquilo pero cuando ella se giro solo podía sonreír. –La novia de Simon. ¿Qué tal?

-Bien, no me puedo quejar y ¿cómo le va al mejor amigo de mi novio? –Aquella sonrisa dejaba tonto a cualquiera.

-Pues empezando el día bien, ¿Qué te trae por estos pasajes dulce dama? –Mira estaba nervioso y quería saber donde se dirigía.

-Vaya ¿no se si decir que eres un caballero o un cotilla? Pero de todas formas. –Alzo sus hombros restándole importancia –Me dirijo hacia arriba, hacia la azotea de la montaña por así decirlo... Simon dice que hay buenas vistas.

- ¿Y el no te acompaña? Tendré que darle una buena paliza por dejarte ir sola. –Dije sonriendo y arreglándome un poco la camisa.

-De primeras puedo cuidarme sola y de segundas Simon no podía esta mañana... -Su sonrisa se fue. –Está ocupado con sus cosas. –Pero luego volvió a salir en sus labios. –Lo bueno es que luego me lo compensa aunque dentro de media hora tengo que estar en aquel bar, -Señalo el bar de donde yo venía. -me quería enseñar una cosa y hemos quedado allí para rencontrarnos.

Una última vezWhere stories live. Discover now