-Hambre- se las arregló para decir con grandes ojos suplicantes, que lo hicieron ver realmente tierno junto con los rizos desordenados. Lo levante del suelo y lo senté sobre mi regazo

-Hambre- volvió a decir con tono de voz ligeramente exigente mientras me veía con los enormes ojos marrones, de alguna forma eso causo que mi estómago gruñera, haciendo a todo los que estaban alrededor se rieran

-¿Chicos, pueden sacar a pasear a Declan un rato mientras que preparo la cena?- dijo Sydney levantando se del sillón y caminando hacia la cocina

-Claro- dije sin detenerme a pensar un segundo en lo que estaba haciendo- ¿Vienes camarada?-pregunte sobre mi hombro mientras me levantaba del sillón y caminaba hacia la puerta con Declan en brazos apoyado sobre mi cadera.

-Claro- su voz era ligeramente dudosa, lo que en realidad no era extraño considerando que yo había estado aterrada de un bebé hace un par de años, incluso hace un par de días yo aún habría estado aterrada de cuidar un bebé, pero no ahora.

Salimos de la casa de Adrián y Sydney para ir un pequeño parque que Sydney había dicho estaba a un par de cuadras al que a Declan le gustaba ir.

-¿Por qué?- pregunto Dimitri

-¿Por qué "qué"?- dije a pesar de que sabía a qué se refería, él quería saber por qué había aceptado cuidar de Declan cuando normalmente yo habría salido corriendo hasta al lugar más lejano del planeta

-Sabes a qué me refiero- no parecía enojado solo curioso y algo más que no pude descifrar en su voz me hizo voltear a verlo

-Fue solo porque si- respondí viéndolo a los ojos, después de eso estiro su brazo y lo paso alrededor de mi cintura en un abrazo acercándome a el

-Eres un misterio-dijo contra mi cabello su voz era tranquila y por alguna razón eso me saco una sonrisa después de eso dio un beso en mi frente y Declan empezó a alborotarse en mis brazos lo que nos hizo separarnos; En ese momento justo antes de separarnos, cuando aún estábamos abrazados realmente creí que si alguien nos hubiera visto así, habría creído que éramos una familia, pero ahora yo ya no tenía que preocuparme por eso posiblemente ahora mi propia familia venia en camino.

La imagen surgió en mi cabeza, como cuando vez una fotografía. Dimitri y yo con grandes sonrisas en nuestros rostros, estando juntos pero con el espacio suficiente para que un niño idéntico a Dimitri estuviera entre nosotros agarrándose a la pierna de cada uno y con una niña un poco más pequeña que el niño en brazos de su padre, ahora ya no me aterrorizaba si estaba embarazada, yo quería mi pequeña familia y no me había dado cuenta hasta ahora. Lo que me trago de regreso a la realidad fueron los constantes zangoloteos de Declan en mis brazos aparentemente no habíamos dejado de caminar en ningún momento.

Estábamos enfrente un parque pequeño que estaba lleno de juegos infantiles, niños pequeños y madres que platicaban unas con otras mientras que sus niños jugaban, algunas madre o tal vez niñeras ya se iban por que el sol comenzaba a bajar amenazando con el atardecer.

-¡Ta, ta, ta!- aullaba Declan en mis brazos estirándose como si tratara de escaparse y apuntando a un juego que parecía bastante extraño y yo lo consideraba demasiado grande para un bebe de un año y medio.

-¿Qué te parece si vamos a esos juegos?- dije apuntando a unas pequeñas estatuas de conejos y ardillas que a mí me parecían más adecuadas para su edad pero al parecer a el no parecieron gustarle en lo absoluto por a cara que me puso, lo que hizo que Dimitri se riera, yo no sabía si se reía de mi o de las caras de desagrado que había puesto Declan pero tenía la sensación de que se reía de mí, aunque yo no le veía la más mínima gracia. Cuando se terminó de reír, o más bien debería corregir cuando terminó de burlarse quito a Declan de mis brazos y camino al juego que Declan había estado apuntando, en ese momento juro que yo realmente podía verlo como padre, seria sobre protector y cariñoso, en ese momento estaba segura de que realmente no podría haber mejor padre que él.

Dimitri jugo un rato con Declan cambiando de un juego a otro hasta que el sol empezó a descender aún más que antes.

-¡Camarada! Hora de irnos- grite señalando al sol que iba descendiendo por el cielo cada vez más, no tenía ganas de enfrentarme a ningún strigoi y menos con Declan cerca seguramente se darían cuenta de que tenía algo especial en él.

Hasta ese momento no me había dado cuenta del montón de mujeres humanas que se le habían quedado viendo a Dimitri, bueno tal vez yo estaba exagerando demasiado cuando mucho eran cuatro mujeres pero ¡Hey! Yo no podía evitarlo yo sabía que él era guapo del tipo que te hace pararte en la calle mientras manejas y probablemente causar un choque o algo por el estilo.

Cuando regresamos a la casa y abrimos la puerta nos encontramos a Jill y Eddie cubiertos de harina de pies a cabeza y a Sydney corriendo lejos de Adrián que estaba tan cubierto de harina como Eddie y Jill al parecer la menos machada era Sydney.

-¿Qué demonios paso aquí? –pregunte medio en grito realmente tenía hambre y estos niños se habían puesto a jugar con harina desde cuando Eddie y Sydney dejaban de ser serios para ponerse a jugar como niños de cinco años

Mi respuesta fue una bola de harina a la cara que me manco por completo junto con algunos mechos de mi cabello suelto.

-Ok quieren guerra, guerra tendrán- fue lo último que dije antes de poner a Declan en brazos de Dimitri y conseguir harina

Hola a todos gracias a los que dejaron sus comentarios en mi publicación y a los que han estado leyendo esta historia y han dejado votos y comentarios los aprecio mucho. espero que les guste este capitulo asi ue aquí se los dejo

bye Monse

Vampire Academy: esto aun no ha acabadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora