Capítulo 12

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Rouge utilizo la bata de Aileen para amarrarle las manos. En una de las paredes había un gancho que sobresalía a unos veinte centímetros del suelo. Arrastró a Aileen hasta esa pared y fijo sus manos al gancho.

— ¡Basta! Por favor déjame. No me hagas daño. — gritaba Aileen. Peleo en todo momento, no dejaba de moverse.

Trato de patear a Rouge en la entrepierna pero solo logró darle en una de sus rodillas. Acción que solo le ganó un golpe en la cabeza a Aileen.

Aileen miro con horror como el asqueroso de Rouge se abalanzaba sobre ella, apastándola bruscamente sobre el frio suelo. La comenzó a besar, Aileen solo intento forcejear, estaba decidida a que su boca permaneciera firmemente cerrada, pero Rouge la mordió en el labio inferior y Aileen no pudo evitar abrir la boca para protestar.

Él aprovecho rápidamente esta acción para introducir su lengua en la boca de Aileen y empezó a explorarla. Ella no quería que eso pasara, sus lágrimas inundaron sus ojos, justo cuando Aileen lo iba a morder para que la dejara de besar Rouge libero sus labios y bajo por su mentón hasta su cuello.

Parecía que era un niño comiendo un dulce: chupándolo, mordiéndolo y succionándolo. NO, NO, NO, NO. Gritaba en su mente. Tenía que hacer algo y pronto. Rouge dejo de besarla el cuello para alzar la mirada y lamerle descaradamente la mejilla.

Él estaba muy excitado, Aileen notaba la inflamada entrepierna en su muslo. Rouge sonrió con maldad y la empezó a acariciar con fuerza los pechos. Rouge dejo sus pechos para bajar a sus piernas. Mientras la volvía a besar sus manos la comenzaron a acariciar en su feminidad con bastante brusquedad.

Aileen consiguió gritar pero eso no funcionaba de nada. Rouge comenzó a bajarse los pantalones cuando la puerta de la habitación fue abierta.

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Los guardias Emerson, Bones y Argus continuaban golpeando a Jack y Tim. Se podían diferenciar solo por el color de cabello y un poco el tono de piel. Parecía que eran hermanos, aunque ellos sabían que sus apellidos eran diferentes. Las gemelas se encontraban acurrucadas en una esquina del cuarto, sollozando pensando en todo lo que le podría ocurrirle a Aileen.

— Vamos niño bonito — dijo el guardia Emerson a Jack que estaba en el suelo con un ojo morado, sangre en la boca y agarrándose el estómago donde un momento antes le había golpeado el guardia. — si no pones de tu parte tu amiguita será el entretenimiento de Rouge.

Tim no estaba en mejor estado, tenía su nariz rota y sangrando, un brazo posiblemente dislocado. Pero también había dado más pelea, él se encontraba enfrentando a dos guardias, Bones y Argus. Ambos tenían varios golpes y rasguños.

— ¿Qué está pasando aquí? — se escuchó el grito de alguien. Todos se congelaron en su lugar y voltearon a ver en dirección a la puerta. En ella había un hombre de unos 45 o 50 años de cabello negro con algunas canas en las sienes, ojos color caramelo, de 1.89 de estatura. Su rostro tenía una expresión dura y sus ojos brillaban con dureza.

— ¿Y bien estoy esperando una respuesta?

— Rouge pidió diversión con alguna prisionera Marcus— dijo Argus con una sonrisa torcida.

— Bien — Marcus escaneo con su mirada todo el cuarto y entrecerró los ojos cuando vio quien faltaba. — Quiero que se vallan de aquí, los doctores están solos y el doctor Ranling dejo ordenes de que se tenía que vigilarlos.

Los guardias se fueron no sin antes burlarse de Jack y Tim. Marcus lanzo una última mirada a ellos antes de salir por la puerta.

Camino por el pasillo y escucho un grito, sabía perfectamente de quien se trataba así que camino hacia la puerta que estaba a unos metros y entro a la habitación.

— ROUGE — grito Marcus. Vio a Rouge encima de la chica, ella tenía las piernas abiertas y estaba desnuda.

Rouge se levantó sobresaltado y con una mirada de odio en sus ojos, hasta que vio de quien se trataba, el temor se reflejó en su mirada y su rostro empalideció. Se levantó rápidamente y camino hasta Marcus.

— Vete de aquí, te tocara la ronda del exterior por un mes — ordeno Marcus.

— Si señor — Rouge salió de la habitación y sus pasos se perdieron en el pasillo.

Marcus se acercó a Aileen y saco una jeringa, el líquido era de color verde, ella no pudo moverse, se sentía temblorosa. La inyecto y Aileen sintió dolor. Marcus acaricio su cabello y se levantó, la observo unos momentos antes de girarse y dejarla en el suelo, atada y sintiendo dolor por todo el cuerpo.

Ella no podía percatarse pero sus gritos pasaron a ser aullidos de dolor, su piel se veía como si algo quisiera salir de ella. Aileen no lo veía pero sus huesos habían empezado a alargarse y romperse.  

Aileen Johnson #1: CGD - Inicios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora