El elegido

Capítulo 17. Despedida floral.

[Ruta de Shigaraki, Yuuki y Arnau]

Nos separamos en la entrada de Kūne y Sebastian para realizar la parte de nuestro plan.

A nuestro grupo le tocaba subir por la otra torre derecha. Según nos contó Sebastian, al igual que en la otra torre, debíamos subir hasta el tercer piso y una vez allí cambiar a la torre que se ubicaba en parte posterior derecha, para a continuación seguir subiendo hasta el quinto piso, lugar donde Jan nos estaría esperando.

Había el riesgo de ser atacados durante el trayecto, por eso decidimos utilizar una formación para evitar cualquier ataque sorpresa. La formación era en triangulo, Yuuki y yo iríamos primero mientras que Shigaraki estaría en la retaguardia.

Al principio pensamos que esa estrategia era una forma cobarde para que Shigaraki no estuviera expuesto al peligro. Pero nos convenció, no sé muy bien si diciendo la verdad o usando alguna treta suya, el resultado fue que él nos convenció.

La idea no era del todo mala, ya que él a ser más alto podía también atacar desde atrás sin golpearnos ni obstaculizarnos.

Llegamos al tercer piso sin problemas y cuando nos disponíamos a entrar en la sala que nos serviría de nexo entre las dos torres todos caímos al suelo cayendo en un profundo sueño.

-Ilusos, nada más entrar han caído, creo que puse demasiada esperanza en ellos.- dijo Levana al ver el resultado de su ataque.

-Hermanita, puedes entrar ya, no hay ningún riesgo.-

Una vez dicho eso, una adorable figura sobresalió de la esquina sin sacar todo el cuerpo, solo un poco de la cabeza para ojear y comprobar que no había peligro.

Una vez comprobado, salió de la esquina Milka, asustada y nerviosa.

-No te preocupes, ellos están profundamente dormidos. Puedes realizar tu parte del trabajo sin peligro.-

-Va-vale.- dijo Milka a su hermana.

Ella se sentó en el suelo para después acostarse en él. Tras estar bien acomodada cayó en un profundo sueño.

-Bien, ahora que ella se fue a pelear al mundo de los sueños, solo me queda mantenerlos dormidos y evitar que alguien la ataque mientras trabaje.-

Pero por la espalda de Levana le llegó la sensación de algo moverse, a lo cual reaccionó y pudo ver que era.

Shigaraki se estaba levantando tranquilamente tras haber presenciado esa escena entre hermanas.

-¿Aún estas despierto? ¡Acaso eres un hombre tan miserable que se hizo el dormido para presenciar una privada charla entre hermanas? ¿Y cómo es que aún sigues despierto?- empezó Levana a acribillar con preguntas a Shigaraki.

-No es que sea miserable, solo soy Shigaraki y en cuanto a que siga despierto, es fácil, solo debo usar mi magia.-

-Claro, lo olvidé, eres un celestial.-

Ambos no sabían que hacer a continuación debido a que tenían a los niños a sus cargos dormidos e indefensos, pero Levana estaba más preparada a jugarse la vida en aquel lugar por su hermana que Shigaraki por los dos niños a su cargo.

Shigaraki leyó el ambiente y se adelantó a la jugada de Levana.

-¿Qué te parece si, en vez de pelear aquí, un lugar donde podemos hacer daño a los niños, nos vamos tú y yo a otro lugar solos donde nadie más podría salir herido?- le propuso a Levana.

Ella miró a su hermana, sabía que ella no era lo suficientemente fuerte como para defenderla de cualquier ataque y cabía la posibilidad de que alguno le diera a ella y la pusiera en peligro.