Mi dulce muñeca

Capítulo 1: Secuestrada

Los ojos jade se abrieron de golpe, la visión era borrosa y la luz que la azotaba en la cara era molesta, sus pupilas se contrajeron para adaptarse.

—¿Estoy muerta? — cuando sus ojos se acoplaron a la claridad pudo distinguir perfectamente su perturbador entorno —no... Esto no puede ser real — la chica se encontraba en una habitación con bastante iluminación, rodeada de muñecos escalofriantes que tenían la expresión como si la observarán.

Entró en pánico, su expresión denotaba terror y sus ojos casi salían de sus cuencas, se encontraba rodeada de títeres que seguramente habían sido humanos antes, pero eso no era lo peor, su pesadilla acababa de empezar.

Unos pasos se escucharon acercándose hacia la habitación, los ojos verdes se fijaron a lo que parecía la entrada.

Un rostro familiar se hizo presente, —¿qué te parece mi taller? Aquí es dónde creo mi arte... — un chico pelirrojo con inexpresivas facciones se dirigió hacia la peli-rosa, ella de inmediato se puso en guardia lista para defenderse, pero al parecer el susodicho no tenía la intención de atacarla, solo se limitó a observarla
—no dejas de sorprenderme.

La chica sin bajar la guardia fruncía el ceño —¿por qué estoy aquí?, ¿qué quieres de mí? — el inexpresivo chico la miró de pies a cabeza, provocando un leve escalofrío en Sakura, quien no dejaba de observar con cautela a su enemigo.

Cuando el pelirrojo terminó de inspeccionarla con la mirada, sus ojos marrones se encontraron con los ojos jade, sus labios se abrieron para decir —Sakura Haruno, de la aldea de Konoha, 16 años, ninja médico entrenada por la princesa Tsunade, uno de los legendarios sabios, perfecto control de chakra y fuerza sobre humana con un futuro muy prometedor como ninja. Pertenece al equipo 7, conformado por Kakashi Hatake el ninja que copia, Naruto Uzumaki el contenedor del kyubi y Sasuke Uchiha un prodigio, este último desertó y actualmente lo estás buscando. Estatura 1.62 metros, peso 58 kilos, cuerpo perfectamente moldeado y proporcionado, ¿me faltó mencionar algo?

La chica se quedó anonadada mirando a Sasori —¿Co-cómo sabes tanto sobre mí? — del rostro del chico se desprendió una leve sonrisa de lado que no pasó desapercibida ante ella.

—Me gusta investigar bien a mis víctimas antes de hacerlas parte de mi arsenal — la leve sonrisa dibujada en el pelirrojo se expandió dando un toque de sadismo.

El terror hizo que Sakura quedara paralizada casi por completo. En reacción desesperada intenta atacar para escapar, pero le es inútil, su cuerpo no responde como debería, y el chico ante ella evade con facilidad y logra someterla, tomándola por la espalda y pegándola a su cuerpo. Una vez que la inmovilizó acercó su boca a los oídos de su prisionera para susurrarle. —Tranquila... No pienso convertirte en muñeca, aún, pero si cooperas conmigo puedo ser muy amable — le lame el lóbulo auricular.

Un escalofrío recorre sus entrañas, no sabe qué hacer, el chico de la arena la suelta empujándola a la camilla. —No puedes usar tu chakra, lo he bloqueado, solo mientras te acostumbras a estar a mi lado, por lo pronto considérate secuestrada, descansa, aún estás lastimada por la batalla — voltea a verla de reojo sobre su hombro antes de salir de la habitación —esa es la desventaja de tener un cuerpo humano — reincorpora su marcha y cierra la puerta tras su salida, dejándola a ella aún en un trance, resonando en su cabeza la palabra "secuestrada"...

Ya había sido secuestrada antes, pero siempre era rescatada por sus compañeros de equipo, pero esta vez estaba por su cuenta... ¿Qué haría?, ¿esperar a ser rescatada como siempre?, ¿qué es lo que ese tipo quiere exactamente de ella? Esa palabra jamás le había causado tanto miedo "secuestrada", sus ojos verdes se comenzaron a inundar para dejar correr por sus mejillas lágrimas de desesperación e impotencia —Naruto... Sasuke-kun... — estaba asustada, sóla e inútil.

[...]

En algún otro lugar, unos ojos escarlata se abren de golpe...

—¿Sakura?