El hombre tras las fotografías

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Bruce y Miranda Smith, una pareja de mediana edad, contemplan su álbum de fotografías en el sofá de su salón.

-Éstas de aquí son de nuestro viaje a Berna -indica el hombre a su mujer señalando un grupo de instantáneas.

-¿Te acuerdas de este día, Bruce? -continúa Miranda sin apartar su mirada del álbum-. No había forma de que te pusieras los esquís.

-¡Jaja, qué graciosa! ¡Mírate tú en ésta! Te quedaste dormida en la terraza del restaurante y cuando volví por ti tenías la nariz como una zanahoria.

-Fue un gran viaje, ¿verdad?

-¡Y que lo digas! ¿Te acuerdas de la cama del hotel cómo chirriaba?

-¡Oh, Bruce, cómo eres! Yo me acuerdo más de los paisajes nevados y del sol de las montañas.

-Como quieras...

Miranda pasa las páginas del álbum.

-¡Mira! Aquí estás tú haciendo ganchillo -dice sin poder ocultar una sonrisa.

-Ése no soy yo.

-¡Claro que eres tú, Bruce! Querías sorprenderme con un jersey de lana que después tuviste que convertir en bufanda porque no te llegaba el tejido para hacerme las mangas.

-El propósito era que no pasases frío y lo conseguí.

-Ya, claro. Tú siempre tienes un pretexto para quedar bien.

-Mira, éstas otras son del día de nuestra boda -continúa Bruce señalando otras fotografías.

-No me digas...

-Mira cuánto pelo tengo ahí. ¿Cuánto tiempo ha pasado ya?

-¿Cómo que cuánto tiempo ha pasado? ¿Es que no lo recuerdas?

-¡Claro que lo recuerdo! Era sólo una broma.

-Cuatro años, Bruce, han pasado cuatro largos años.

-Los mejores cuatro años de mi vida.

-¡Oh, cállate de una vez! Además han sido cinco; he dicho cuatro para ver si de verdad sabías cuánto tiempo había pasado desde el día que nos casamos.

-Ya lo sabía.

-Sí, claro...

-¿Quieres que abra otra botella?

-Como quieras.

Bruce se levanta y se dirige al mueble bar mientras Miranda continúa pasando las páginas del álbum.

-Cariño...

-¿Sí? -responde Bruce tras descorchar el vino.

-¿Te... te habías fijado en este hombre de aquí?

-¿Qué hombre?

-Éste que aparece en las fotografías y que no deja de mirarme.

-Normal que te mire. Yo tampoco dejaba de mirarte en clase antes de empezar a salir ¿te acuerdas? La de reprimendas que me llevé de la maestra Foster por culpa de tu escote...

-Bruce, en serio. En estas fotos de aquí también aparece. Ven, mira.

-A ver, déjame.

Bruce se acerca con el vino. Miranda le muestra el álbum preocupada.

-¿Te has fijado? Aparece en todas nuestras fotos...

-¿En todas?

-Al menos en las últimas en las que salgo yo.

Delirios de Terror (relatos breves de misterio y horror)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora