ELLA ES MÍA © [E.E.M.1.]

CAPÍTULO 12: SUSURROS.

CAPÍTULO 12: SUSURROS.

"No importa que, un susurro te estremece el alma"

- Julissa Murillo.

Esta mañana Dylan me había acompañado de vuelta a mi departamento para ducharme y tomar mis cosas para ir al instituto, acordamos no dar parte a la policía, simplemente mejorar la seguridad de puertas y ventanas, además de la colocación de un sistema de alarma.

La clase de Historia paso realmente lenta, con las miradas de odio por parte de Dylan y Derek; sin contar la lectura sobre la primera y segunda guerra mundial, mi hora fue realmente aburrida.

-Kelsy...Kelsy- Un susurro casi ineludible me saco de mi poca concentración haciéndome girar la cabeza como la chica del exorcista para poder encontrar el responsable, sin embargo, no encontré a nadie que pudiera por muy poco el que me llamo.

-Ven conmigo- Volvieran a susurrar. -Me perteneces.

Dylan quien estaba a mi lado, tomo mi mano y sentí una corriente atravesar todo mi cuerpo, pero era una placentera sensación que me incitaba a estar tranquila y realmente cómoda.

- ¿Que tienes?, no has dejado de mirar hacia todas direcciones. -Preguntó realmente cerca de mi oído, tanto que podía sentir su cálido aliento contra una parte de mi cara.

-Creí haber escuchado algo, pero creo que me equivoque o me estoy volviendo loca. -Respondí mirándolo a los ojos lo que, en repuesta, él simplemente me dio una de sus hermosas sonrisas.

Cuando la clase termino tuve que ir al baño, entre y abrí la puerta, me encontré con un baño peculiarmente solitario, no había chicas saliendo de los cubículos o las típicas chicas plásticas y populares charlando o maquillándose, al contrario, estaba desierto.

No le di mucha importancia y me encamine a entrar a un cubículo y hacer mis necesidades, al salir de ahí camine hasta el lavamanos.

-Por fin puedo tenerte solo para mí. -Hablo una voz masculina justo detrás de mí, lentamente levanté mi cara hacia el espejo y lo que me encontré me alarmo... nada, no había nada.

-No cariño, aún no estoy tan fuerte como para materializarme aquí, pero ten por seguro que nos veremos en tus hermosos sueños, por ahora solo ten cuidado preciosa puede haber alguien que te quiera hacer daño. -Dijo son un poco de cinismo en su voz.

Apenas oí eso salí corriendo del baño, iba tan rápido que no me di cuenta cuando tropecé con alguien, espere el golpe contra el suelo, pero este nunca llego, en cambio, unas fuertes y grandes manos estaban ubicadas en mi cintura, abrí mis ojos y me encontré con Dylan con el ceño fruncido y una mirada de entre desesperación y preocupación que iba directo hacia mí.

-Kelsy, que te pas...- No lo deje terminar por que ya lo estaba abrazando como si mi vida dependiera de eso.

-Por favor sácame de aquí, no permitas que se me acerque, por favor Dylan, no lo permitas, no lo hagas. - Dije con la cabeza escondida en su cuello y unas cuantas lagrimas corriendo por mis mejillas, él como respuesta aumento solo un poco la fuerza en mi cintura.

-Kelsy, tienes que calmarte. No permitiré que nada, absolutamente nada te pase, porque primero tengo que morir yo, y créeme que eso no será tan fácil de lograr, tranquila pequeña, no te dejare sola, conmigo estas a salvo. -Dijo para besar mi cabeza. Nos dirigimos a su auto y salimos del instituto, no soportaba esto. No quería esto.

Cerré mis ojos y respire profundamente, mis manos temblaban nuevamente y esa sensación de impotencia y miedo creo en mí.

-Te amo, mi princesa y sea lo que sea que te esté pasando, no permitiré que te haga daño, eres mía y futura luna de mi manada. -Y después de eso me desmayé.