Don't get into my world || Stydia

- II -

Lydia's POV

Suena el despertador y me levanto de la cama. Es viernes, así que estoy animada porque ya se acaba la semana. Sin embargo, la sonrisa se borra de mi cara en cuanto recuerdo que Stiles está viviendo bajo mi mismo techo. Los dos primeros minutos del día habían empezado bien.

Me arreglo y bajo a la cocina, donde me encuentro con mi madre y Jason. Se les ve contentos, y me siento feliz por primera vez desde que los Stilinski se mudaron ayer, solo por ver a mi madre tan radiante. Unos minutos más tarde baja Stiles por las escaleras: en pijama y con la cara claramente sin lavar. Lo que cualquiera querría ver a primera hora de la mañana, por supuesto.

-Mamá, cuando quieras salimos para el instituto -le digo a mi madre. -Yo ya estoy lista.

-Cariño, ahora que vivís en la misma casa, Stiles y tú vais a tener que ir juntos a clase -me responde. -Sería una tontería hacer dos viajes.

¿He oído bien? Quiero decir algo, pero solo puedo quedarme mirando a mi madre con los ojos muy abiertos, suplicándole con la mirada que cambie de idea en dos segundos.

-¿Voy a tener que hacer de chófer? -dice Stiles, atragantándose con la tostada. -Lo que faltaba.

-Podéis aprovechar el viaje en coche para empezar a conoceros mejor -sugiere Jason. Le da un último trago a su café y, tras darle un beso a mi madre, se despide y se va a la comisaría. Mi madre tampoco tarda en irse.

-Ya puedes darte prisa -le echo una mirada asesina. -A diferencia de otros, a mí no me gusta llegar tarde a clase.

-Lo que tú digas, princesa -me dice, sin mirarme, en un tono demasiado sarcástico.

Pongo los ojos en blanco y me voy al salón a esperar a que el señorito esté listo para irnos. ¿Quién decía que las mujeres necesitamos más tiempo que los hombres para arreglarnos?

Stiles' POV

Vamos en mi jeep. No me apetece hablar con Lydia, y supongo que el sentimiento es mutuo, así que pongo la radio y dejo la primera canción que me gusta. En seguida, ella cambia de cadena. Venga ya. Vuelvo a poner mi canción y ella hace lo mismo.

-Mira, Lydia, no me apetece discutir hasta por la maldita canción que vamos a escuchar -le suelto tras apagar la radio. Tendremos que conformarnos con el silencio, pues.

Me mira y parece que me va a contestar, pero finalmente no lo hace y vuelve a dirigirse hacia el frente. No cruzamos otra palabra en todo el camino hasta el aparcamiento y, cuando se baja, suspiro y me doy ánimos para poder sobrellevar el día. Bueno, para poder sobrellevar todos los días de ahora en adelante.

Veo a Scott a lo lejos. Por supuesto, está con Allison, pero se separan en cuanto Lydia la saluda y se adentran en el edificio, así que me acerco a él.

-¡Hola! -me saluda mi mejor amigo. -¿Qué tal el primer día de tu, cito, "fin del mundo"? -Scott se ríe.

-No le veo la gracia. Si ya no la soportaba en el instituto, imagina en casa. Algo tengo que haber hecho mal en esta vida y el karma me la está devolviendo.

-Creo que deberías hacer un esfuerzo por conocerla mejor. Allison y yo hemos quedado con ella y Jackson más de una vez para una cita doble y ha resultado ser bastante simpática.

-Primero, al lado del imbécil de Jackson, hasta un perro de tres cabezas sería simpático -le miro seriamente. -Y segundo, tú la tienes que soportar porque es la mejor amiga de tu novia.

Entramos en clase y nos sentamos en nuestro sitio habitual: la primera fila. Por orden del profesor, por supuesto. Lydia pasa por mi lado y se sienta con Jackson en algún lugar al fondo del aula. Los oigo reírse y, sin poder evitarlo, pongo los ojos en blanco.