Mi pequeña Aventura (Parte I)

(Cap. 24) Noticias y despedidas.

Por la mañana los doctores me encontraron en perfecto estado, podría irme con la condición de viajar a una velocidad moderada y con las piernas en alto mientras pudiera, sin estrés y llegando a descansar, había aceptado las condiciones, todo con tal de llegar pronto a casa. Yo viajaría con Joseph en la camioneta y Peyton iría con Nick en el auto de él, pero a nuestro ritmo. Antes de partir pude tomar una ducha y colocarme de mi cómoda ropa, que Rita ayudó a escoger, confiaba en ella para que verificara de que nada se me quedara y sé que así había sido, cuando salí para mi sorpresa los Franco habían venido hasta acá para despedirse.

-Te traje galletas y les traje tarta y sándwich para que no coman nada raro en el camino- dijo entregándonos una pequeña cesta. –También un poco de mermelada, bueno, unas cuantas conservas-

-Ay Martha, de verdad eres maravillosa- dijo Peyton para abrazarla.

-Recuerda traer Harriet y a tu hermano en las ocasiones que vengas tu ¿te parece? Aquí estaremos esperándolos- dijo Martha y fui a abrazarla.

-Claro que nos verás por acá- dije. –Al menos sé que veré antes a tu hija y nieto antes por la gran ciudad- dije y ella asintió.

-Recuerda cuidarte mucho- dijo Martha mirándome y yo sonreí ante su comprensión. –Necesitas estar bien para el bebé- yo asentí.

-Deseo que tengan un buen viaje- dijo Julián.

-Ustedes también deben cuidarse bastante- le respondió Joseph.

-Te extrañaré con locura- dije acercándome a Rita para tomar a Anuar en mis brazos, pero ella no me lo permitió, yo la miré haciendo pucheros.

-El reposo, recuerda- dijo cuidadosamente, ella tenía razón. –Solo puedo decirte que él también te extrañará, así como yo también lo haré- la abracé y besé la cabeza del pequeño para subirnos a nuestros vehículos.

Cuando emprendimos el viaje logré dormir en gran parte de este, hicimos una parada para comer de lo que Martha nos había preparado e ir al baño, Joseph se vio atento en todo el camino y se lo agradecí, al igual que Peyton. Cuando tuve señal conversé con mi padre y pude contarle todo lo que me había sucedido, sin asustarlo ni causarle malestares, yo me encontraba bien al igual que el bebé y era lo único importante, mañana después de decirle a mi madre y a mi hermana quizá podría ir hasta su casa y pasar los días de reposo acordado junto a él, se encontraba mejor desde de ultima quimio y eso me conservaba bastante calmada, incluso su vecina con la que parecía haber formado una relación un poco más allá de la amistad no se despegaba de su lado y aquello me causaba ternura. También me comuniqué con Theo para que al llegar la doctora Leah pudiera verme como me indicó el doctor, tuve que contarle todo y aunque pareció estar aterrado y preocupadísimo estaba tranquilo al saber que nos encontrábamos bien y en camino a la ciudad, fue tanto así que no quiso saber sobre que había dicho Peyton o Joseph, que les había dicho o cómo fue que sucedió todo. También le escribí a mi hermana invitándola a cenar a ella y su familia, también quise que le avisara a mi madre porque tenía algo importantes que decirles, no pretendía seguir esperando y entre más rápido sucediera, más rápido podría irme a casa de mi padre.

-Peyton, cariño... vamos llegando a la ciudad- escuché la voz de Joseph. –Despierta- Me retorcí en el asiento abriendo los ojos, había dormido demasiado todas estas horas, con calma me levanté sentándome. –Le dije a Peyton que continuara hasta su departamento, yo te llevaría al tuyo, ella estuvo de acuerdo-

-Lamento ser tan mala copiloto- dije tratando de sonar graciosa. –No me preocupo por Peytn, estará molestándome lo suficiente mientras pueda- el pareció reír.

-No sueles ser mala copiloto, necesitabas descansar- dijo mirándome por el retrovisor. - ¿Cómo te sientes? - me preguntó.

-Bien, muero por llegar a mi cama y descansar de verdad- dije y él me observó divertido.