Corazon De Hierro (Steve Rogers)

Capitulo 11

El abrazo se hizo eterno pero no me importo. Steve era cálido y reconfortante. Estar en sus brazos es estar en el cielo.
No me importo que los dos estuviéramos medio desnudos a mitad de la calle en Nueva York, no me importo que su camisa apenas me rozaran los muslos, a el no le importo estar con el torso desnudo. Solo importábamos nosotros dos. Mi rostro en su pecho, sus manos en mi cintura y las mías en su cuello, corazón con corazón latiendo al unison

En ese momento, juro que eramos infinitos

Al final, Romanoff me trajo un short (no creo que se pueda clasificar como Short por lo asquerosamente corto que es) azul claro, una camisa negra de Nirvana, unas converse negras, ademas de la ropa interior, claro (me dio mucha vergüenza cuando me la paso enfrente de Steve ¿que le pasa a esta chica?) Blanca de encaje. Tengo que admitirlo, me gusto la ropa que escogió.

Lo peor es que cuando voltio nosotros seguíamos pegados al otro. Su carraspeo fue lo que hizo que volviéramos a la realidad

Nos separamos rojos y mirando al piso. Romanoff sonrió con picardiá y juguetonamente me golpeo en la cadera. Solo sirvió para sonrojarme mas

Dieron media vuelta y me puse la ropa a velocidad de rayo. No es que sea egocéntrica, ni este en las nubes como Tony, pero me quedaba muy bien ese conjunto. Tenia la camiseta y la chaqueta de Steve en la mano. Cierta parte de mi no quería que la entregara y me gritaba

"No se la devuelvas. ¡Huele bien!, Y es de Steve!"

Pero mi parte racional y fría me gruñida ordenes

"¡No seas idiota, Black!. Devuélvela ya, es solo una camisa y chaqueta como cualquier otra. Sácate esas locas ideas de la cabeza y piensa coherentemente"

Como siempre; gano la parte racional

Se la tendí y en un rápido y fluido movimiento se puso la camisa. Pero la chaqueta me la tendió, no tuve mas opción que ponérmela. Y no es que fuera un gran sacrificio

Subimos a la torre Stark en total silencio. En el elevador yo me hice en una esquina tratando de desaparecer. Pero no tengo tanta suerte

-Romanoff- dije por lo bajo.

Ella volteo a verme esperando a que hablara. Yo trague y me tuve que tragar el orgullo

-Gracias- Ella sonrió calidamente

-No hay problema. Cuando quieras

Le dedique una pequeña mueca que se supone debía ser una sonrisa.

Las puertas se abrieron y yo seguí a Romanoff y a Steve con la mirada gacha tratando de esconderme. El piso era de mármol pulido, muy costoso, algo que solo Tony Stark se podía dar el lujo detener. Llegamos a un sala. Era sorprendente, ventanales enormes, todo muy sorprendente.

Clint, Tony, Bruce y Thor estaban mirando una carpeta atentamente. Estaban frunciendo el ceno y se les veía un poco enojados, excepto Thor, ese se veía tranquilo pero confundido

-¿Que pasa, chicos? - Pregunto Romanoff

Ellos saltaron del susto y por un momento nos miraron aterrador. En eso, Tony se levanto como si tuviera un alfiler en el trasero, cogió la carpeta y se sentó sobre ella cruzando los brazos por detrás de la cabeza y puso una sonrisa que el creía casual

-Nada ¿Que iba a pasar? No es que estemos escondiendo una carpeta con información de Carrie debajo de mi trasero. No piensen eso, eh

Bruce y Clint lo miraron como si estuvieran ideando su muerte

Tony los miro desentendido

-¿Que? No sospechan nada. Ellos no saben que en realidad si tengo esa carpeta