Lo Mejor Que Hay En Mi Vida

3.

Subo las escaleras de dos en dos, Goku lleva la pelota en la boca y jadea mientras corre en todas las direcciones. No dejó de pensar en esa chica, Allison , tampoco olvidaré su nombre.

A llegar a mi piso, Goku ladra emocionado y se sienta frente a la puerta. Sólo me faltan un par de escalones pero mis pulmones me exigen un descanso. Se escuchan fuertes ruidos del interior de mi apartamento y apresuró el paso haciendo caso omiso de mis pulmones.

Se escuchan cosas pesadas caer, o tal vez golpear las paredes y voces gritando. Goku esta cada vez más ansioso y al momento que llegó a la puerta y logró ubicar la llave correspondiente para abrir, el entra como un huracán ladrando.

Lo que veo me causa un poco de gracias aunque una persona con sentido común debería entrar y detener la pelea; Jon estaba detrás de un sofá con una almohada haciendo las veces de escudo protector y Alice estaba sobre la encimera de la cocina lanzando ¿Cereal? Sep, definitivamente lanzaba froop loops a Jon.

Una carcajada profunda se escapa de mi antes de que me de cuenta, lo cual causa un grito ahogado de Alice y que cambie rápidamente de objetivo. Con una puntería envidiable para cualquier lanzador de cereal en el mundo, me atinó muchos golpes antes de que pudiera correr y esconderme al lado de Jon. El cual por cierto, estaba pálido, con su/mi pijama mojada y cereal en sus largos rulos.

- Se ha vuelto loca sola, te lo juró. - Fueron las primeras palabras que profirió mi Amigo.

- ¿Que ha pasado exactamente? - interrogué a la vez que asomaba un poco la cabeza para ver a la silenciosa atacante.

- No se, estaba en el baño y de repente ella entró. Me dio impresión y me quede congelado, creó que vio mis partes íntimas y comenzó a gritar. Trate de calmarla pero me dio a entender que no tenía ni idea quien era yo... Fue frustrante.

- Oh.- Fue lo único que pude decir antes de que Alice saltara sobre el sofa con un sartén y apuntara directo a mi cara.

- ¡Estúpidos insensibles! ¿Como se atreven a aprovecharse de mi? - Grito con la voz ronca por el esfuerzo.

-¡Nadie se ha aprovechado de ti! - Contestó Jon indignado.

- ¿Y que hago aqui exactamente? - Escupió ella.

- Estabas tan borracha anoche que no sabíamos a donde llevarte. Es más, estabas contenta de quedarte sola con nosotros. - Alice palideció de inmediato.

- Nosotros... Este... Paso al...- la interrumpí de inmediato.

- ¡No¡ sólo dormimos toda la noche.- El alivio en su rostro fue notable, pasando instantáneamente a una mirada llena de vergüenza. Su cara se torno roja, lo cual me habría parecido tierno si no viniera de alguien que me quería matar a punta de Froop loops.

- Sólo te dejamos quedar por que no sabíamos a donde llevarte. ¡Además estoy casado! - Jon se levantó de detrás del sofá mirándola a la cara. - ¿Tenemos cara de psicópatas? Nunca le haríamos daño a una mujer, y si, habló por los dos.- Nos señaló a ambos y Alice agachó la cabeza mostrándose más apenada aún.

- Esta bien, ya es pasado. Alice, por qué ¿Te llamas Alice verdad? - Ella asintio y me miro - Pediré un taxi para ti. Por cierto, mi nombre es Welder y este,- señale a Jon- Es Jon, mi mejor amigo y cuñado.

- Les pido una sincera disculpa, me asuste mucho al despertar en un lugar desconocido y ver un hombre desnudo ante mi. - Se ruborizó de nuevo y la vi más joven ¿Que edad había dicho que tenía? , mire inquisitivamente a Jon sabiendo que pensaría lo mismo.

- ¿Tienes 24 cierto? - Preguntó incluso antes de que cruzáramos miradas.

- Tengo 19.- Ambos nos llevamos las manos a la cara y juramos. Ella sonrió divertida y note de nuevo esa chispa traviesa de la noche anterior.- ¿Que? ¿Los intimide?

- ¡Técnicamente eres una niña!

- Técnicamente soy mayor de edad y puedo hacer lo que me plazca.

-No es el punto. ¡Tus padres nos podrían demandar!- Suspire frustrado.

- A mis padres no les intereso ni un poquito. Es más, ni recordarán que edad tengo. - Alice se interesó de repente en sus uñas y note una pizca de melancolía en sus gestos antes de que de cubriera con una capa de frialdad.

- Escucha Alice, Wel y yo debemos ir a trabajar, puedes quedarte un rato y dormir o te podemos llevar a tu casa ¿Que opinas?- Preguntó Jon yendo al grano.

- Agradecería el gesto de que me llevaran a mi casa. - De repente, note que la pizca de vergüenza que había tenido Alice, había desaparecido de sus picaros ojos. Su mirada estaba tranquila y se mordía el labio inferior. Me dejó algo perturbado pero segui con la táctica de Jon.

- Danos cinco minutos, ponte cómoda. - Corrí a mi habitación con Jon siguiéndome los pasos y cerré la puerta con seguro. - ¡Es una niña!

- ¿Que puedo decir? Lo escondía muy bien. - Contestó Jon mientras corría a la ducha y se encerraba.

Cinco minutos después salió fresco y corrió a mi almario. Entre a la ducha y me arregle a tiempo récord. Diez minutos después estábamos saliendo con nuestros uniformes de médicos veterinarios a la sala. Y antes de que lo pregunten; si, Jon tiene ropa de reserva en mi casa.

Alice se había calzado sus plataformas y de alguna manera se había retocado tanto el maquillaje como el vestuario y estaba igual de bonita que la noche pasada. Ni siquiera se notaba la edad. Respire profundo y me disculpe a mi mismo por haber pensado que no era observador. En el momento que Alice nos vio, abrió los ojos como platos y sonrio más pícara si eso es posible.

- Wow, ¿pero que tenemos aquí? Más sexys no podrían ser... ¿Médicos?

- Veterinarios para ser exactos. Este... Ya nos vamos ¿Lista? - Preguntó Jon.

- Nací lista, no se imaginan cuanto. - Sonrio y camino por delante de nosotros. Le acarició la cabeza a Goku y siguió como si conociera el lugar desde siempre hasta el parqueadero.

- Bueno ¿Donde vives? - Pregunté una vez que nos subimos a mi auto y la tensión se hizo palpable.

- Te voy indicando por el camino... Soy mala con más direcciones.

Quince minutos después nos hallábamos en la puerta de una casa de aspecto antiguo, un gran y gordo gato persa blanco estaba acostado en el felpudo de bienvenida. Alice abrió la puerta para entrar y nos sonrio. Dos chihuahuas jugaban con un zapato un poco mas allá en la sala de estar.

- Muchas gracias por traerme, de verdad que son todos unos caballeros. -Alice se despidió de Jon con un beso en la mejilla y luego se dirigió a mi dándome un beso en la comisura de la boca, prolongándolo unos segundos más. - Cuidense.

Justo cuando iba a cerrar la puerta una chica bajo las escaleras deteniendo su mirada en nosotros, y mi mundo se detuvo.