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Para empezar, no fue una noche tan mala. Apenas llegamos a la casa, Alice cayó en un estado profundo de sueño sobre el sofa, Jon sobre la gran hamaca que hay en el balcón, y pude tener mi cama para mi sólo. Como todos los días.

Como todas las mañanas; me puse una sudadera, tenis, enganche a mi perro Goku, un labrador de cuarenta kilos a su collar, tome dos botellas de agua  y salímos a correr dejando a mis compañeros de fiesta profundamente dormidos.

El parque central es un lugar hermoso para trotar; suficientemente frío, pero no tan húmedo.

Las mañanas, antes de la hora pico de oficina son mis favoritas, las personas están aún medio dormidas, por lo cual no hay tantas discusiones, los pájaros cantan, hay una fina capa de niebla sobre el parque, los patos pasean libremente sobre el lago, y sólo se ven personas haciendo ejercicio con sus audífonos y ropa ligera.

Goku avanza a mi ritmo, llega el momento en donde puedo soltarle la correa y se que permanecerá a mi lado como el amigo fiel que es.

Pienso en todo aquello que no he hecho. Y todo aquello que estoy dispuesto a hacer.

A principio de año, decidí hacer una lista ¿de que se trata? Fácil, de hacer las cincuenta cosas que siempre he querido y por miedo, tiempo o presupuesto nunca he hecho. Ya se irán imaginando que tipo de cosas; saltar en Bonyi, paracaídas, parapente, hacer surf, nadar con delfines, subir el everets, besar a la chica guapa de la clínica etc...

Algunas cosas son casi imposibles, pero las imposibilidades hacen la vida más interesante, y yo voy a por ellas.

Jon se ira con Nohelia, mi hermana, el próximo mes de vacaciones, lo que me deja realmente sólo en la ciudad. Mis padres están en Roma en su cuarta luna de miel y sólo me queda Goku. Definitivamente necesitó amigos.

Soy veterinario, mi vida es algo monótona, pero la idea de la lista es cambiar eso.

Mermó la velocidad y me sostengo de una árbol sin aliento, Goku me ve y corre en círculos alrededor de mi para instarme a lanzarle la pelota. Tomo un poco de agua y me siento en el suelo húmedo para estirar un poco los músculos. Los árboles tienen una fina capa de humedad en sus hojas, los pajaritos salen a borbotones a buscar semillas para alimentarse y yo sólo me quedó ahí, tirado en el suelo por que los músculos no me dan para estirar mas. Saludo a conocidos y desconocidos que pasan por mi lado, tomó un poco más de agua y me levantó para lanzarle la pelota a mi perro.

Lanzó la pelota con mucha fuerza en dirección al lago del parque, Goku corre con mucho ánimo persiguiéndola y en un parpadear aparece ella.

Nunca he creido en los angeles, supongo que hay una fuerza superior que nos gobierna pero no creó que tenga aliados más pequeñitos y regordetes andando por ahí cuidandonos a nosotros. Pero la miró a ella y todas esas ideas alusorias a ángeles que he leído vuelven a mi. Es hermosa sin intentarlo, corre por la orilla del lago con sus auriculares puestos y una sonrisa de satisfacción de quien ha terminando un maratón. Su cabello negro ondea al viento sujeto en una cola de caballo pero aún así llegándole más abajo de la cintura y en cuestión de segundos, la bella chica y mi perro, están dentro del lago.

Me cuesta asimilar las cosas. Sólo me quedó ahí, observando la situación y viendo como Goku nada a la orilla con la pelota en el hocico. La chica no se ve en la superficie. Salgo de mi estado se shock y corro lo más rápido que puedo al lago para socorrerla. Salto al agua y me zambulló, para instantes después encontrarle tratando de salir a la superficie. La tomó por debajo de los brazos y me impulso hacia arriba. Escuchó a la gente exclamando sorprendida, a Goku ladrando angustiado y también cuando salta al agua para ir conmigo. Rompo la superficie con la chica en mis brazos y me ayudó de mi perro para llegar a la orilla, la pongo sobre el césped  y tose muy fuerte. A pesar de que estoy sin aliento logró pronunciar algo.

— Señorita ¿esta bien? — preguntó preocupado a la vez que recibo un vaso de café de un vendedor al lado del lago y se lo paso. Agradezco al vendedor y la quedó mirando entre temblores.

—Gracias.— logra decir después de un rato. Sus manos tiemblan pero se toma el café a sorbos. Me mira a los ojos y me quedó sin aliento. Tiene los ojos del color de la miel, inspira dulzura y ganas de no apartar la vista de ellos. Mira a mi perro y hace una mueca.

— Lo siento, si Goku esta emocionado, no ve por donde va.— me disculpo un poco apenado, con las mejillas ardiendo y la cabeza gacha.

— Esta bien. — La miró de nuevo y su sonrisa se arraiga en mi corazón. Y en el instante sé, que se quedará allí para siempre.

—Mi- mi nombre es Welder whithe— le tiendo la mano y logro darle una sonrisa.

— Mi nombre es Allison Castro, mucho gusto Welder y...— mira a mi perro.

—Goku Fernando. Pero le puedes decir Goku — le contestó. Goku ladra y mueve la cola en su dirección. Allison sonríe de nuevo y mi estómago comienza a sentir un tipo de cosquillas que pensé no volverían a repetir en mi vida.

—Bueno, Welder y Goku, un placer conocerlos. Fue lindo darme una ducha con ustedes antes de la hora adecuada pero gracias por adelantarla. Si me lo permiten, iré a correr otro rato para terminar mi rutina y secarme con el ambiente.— Allison se levanta del suelo y sonríe haciendo una reverencia. Luego voltea  hacia el señor del café y le sonrie — muchas gracias señor Robinsón, usted siempre tan formal. —le tiende el vaso donde estaba el café y sin más, sale a correr.

Luego del encuentro con Allison, estoy más enérgico que nunca. Doy otras tres vueltas al parque antes de dirigirme a mi apartamento con una sonrisa tonta y la ropa empapada.

Lo Mejor Que Hay En Mi VidaWhere stories live. Discover now