Pero no lo hizo.
Y ese “no lo hice” lo fracturó.
---
Campamento Crusch
Crusch Karsten, siempre firme, siempre compuesta, sintió por primera vez la rodilla flaquearle. Subaru no era de su campamento, pero había salvado su vida, salvado su reino, salvado a su gente. Lo vio morir como un traidor.
Sin pruebas.
Sin juicio real.
Sin honor.
—Nos apresuramos —admitió, voz grave—. Esto… no es justicia.
Wilhelm bajó la cabeza.
El Espadachín del Dragón, que conoció a Subaru como un guerrero que luchaba sin fuerza pero con determinación ilimitada, apretó el mango invisible de su espada con una furia silenciosa.
—Ese muchacho enfrentó a la Bruja y volvió —susurró—. Y aún así… lo matamos.
Felix fue quien más quebró.
El sanador se desplomó al suelo, llorando sin contención, manos en el rostro, uñas marcándole la piel.
—Subaru-chan… Subaru-chan… no debió terminar asiiiii… —su llanto era un grito desgarrador— ¡Yo debí protegerlo, nyan~! ¡Yo era su sanador… yo pude…!
Su voz se perdió en un mar de culpa que amenazaba con ahogarlo.
---
Campamento Priscilla
Priscilla contempló la escena sin parpadear.
Ella que veía el mundo entero inclinarse a su voluntad, presenció algo que escapó a su dominio.
—Una nación que mata a su salvador… qué patética tragedia —dijo con un tono que parecía burla pero no lo era del todo.
Al cerró su puño mecánico.
—Tch. Ese idiota no merecía esto. Tenía agallas, joder…
Liliana Masquerade dejó caer su lira, muda, incapaz de crear melodía para una muerte así.
Schult —aún inocente— preguntó con la voz temblorosa:
—¿Ese hombre no era bueno…? ¿Por qué lo mataron?
Priscilla no respondió.
No había respuesta correcta.
---
Campamento Anastasia
Anastasia llevó una mano a su pecho.
Subaru había sido útil, inteligente, un enemigo impredecible y un aliado invaluable. Y aun así lo dejaron morir.
Julius fue el que más palideció.
El caballero orgulloso —quien alguna vez llamó a Subaru “el hombre al que más deseaba matar”— sintió que su corazón se hundía en un dolor indescriptible.
Él fue quien permitió que lo encerraran.
Él no levantó su espada para detener la ejecución.
Él no escuchó.
—Natsuki Subaru… —su voz tembló—. No merecías este final.
La culpa le atravesó como hierro caliente.
---
Campamento Felt
Felt— irreverente reina de baratillo— se mordió el labio con furia.
—Lo mataron… sin dejarlo hablar —escupió palabras como dagas—. ¡Pinche realeza podrida!
Reinhard —el caballero más fuerte del mundo— permaneció en silencio.
Él pudo haber detenido la espada.
Pudo interponerse.
Pudo salvarlo simplemente existiendo.
YOU ARE READING
Re: Return from the Wrong End
RandomTras los sucesos del Arco 7 y 8 -y con Priscilla aún con vida- Subaru Natsuki cae bajo la Autoridad de Gula de Roy Alphard. Su nombre es devorado, el mundo lo olvida y el hedor de la Bruja lo condena injustamente como Arzobispo del Orgullo. El juici...
"Capitulo 1 El juicio del heroe sin nombre"
Start from the beginning
