Su bufanda

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Luhan sonrió, sintiendo la mano de Sehun en su pecho.

- Si - se sonrojó ligeramente

- Vamos - tomó su mano, caminando dentro del lugar.

En la cabeza del mayor miles de preguntas habían obtenido respuesta, sin embargo aún quedaba una flotando en el aire.

>> ¿Somos novios?
¿Está implícito?
¿No somos nada?
¿Amigos con derecho?
¿Sabe qué significa eso?
¿Dos personas que viven juntas sintiendo algo por el otro sin hacer nada al respecto? <<

De acuerdo, tal vez más de una

Ambos subieron las escaleras, llegando al pasillo del departamento.

Sin aviso alguno, el alto jaló al contrario, quedando frente a frente, colocando una de sus manos en su espalda.
Curvó sus labios ligeramente, acercándose al rostro del bajo.

Otro beso comenzó.
Luhan se sorprendió al notar el cambio del ritmo.

Pasados unos momentos se separaron, dejando notar sus mejillas algo ruborizadas.

Las interrogantes del mayor se hacían cada vez más borrosas, los dulces labios del alto lo confundían, haciendo que se perdiese en sí.

El bajo envolvió el cuello del contrario con sus manos, volviendo a unir sus labios rápidamente.

Dieron unos pocos pasos hasta la puerta, abriéndola y cerrándola aparatosamente.

Las llaves fueron tiradas a cualquier rincón del apartamento.

Sehun colocó sus manos en la cintura del mayor, acercando sus cuerpos y besándose desenfrenadamente.

Avanzaron a trompicones a través del lugar.
El coreano se deshizo de la bufanda que envolvía el cuello del opuesto, deshaciéndose también de su jersey holgado. Su piel aún estaba tibia.

El torso de Luhan chocó contra la pared junto a la entrada de la habitación del alto. Una de las manos de este fue a parar al costado de su cabeza, arrinconándolo.

La distancia entre ellos era casi inexistente.

Se separaron, comenzando a recuperar la respiración.

El menor tomó con fuerza la espalda y piernas del bajo, cargándolo como princesa hasta su cuarto.

Llegó hasta su cama, recostándola en esta.

El chino quitó la casaca del torso del alto tirándola lejos.

Sehun comenzó a delinear con su lengua la forma de los labios del mayor.

Luhan abrió los ojos, sorprendido por la acción.
¿Dónde había aprendido eso?
Un suspiro escapó de su boca.

- Que dulce - dijo por lo bajo, causando que el bajo se avergonzara

El coreano bajó sus labios por la blanca piel del mayor, repartiendo besos por cada centímetro.

Tomó los bordes del polo de este, subiéndolo y retirándolo por completo.
Su pecho quedó descubierto.

- Estás demasiado acelerado - depositó un beso en el lugar que correspondía a su corazón

- Sehun... - susurró con un hilo de voz, pues este había comenzado a lamer y pellizcar sus botones

El menor siguió haciendo su trabajo, saboreando su cuerpo como el mejor dulce existente, mientras que el contrario respiraba dificultosamente, intentando controlándose en vano.

¿Híbrido? No está tan malWhere stories live. Discover now