—¡Señor Jeon! —una voz familiar irrumpió a su lado, cargada de entusiasmo—. Qué guapo luce hoy. ¿Cuándo dejará de verse tan irresistiblemente sexy e intimidante a la vez?

Jungkook esbozó su primera sonrisa genuina del día al ver a su mejor amigo, Kim Seokjin, un omega dominante que servía como vicepresidente de Kim's Jewelry, más conocida por su exclusiva marca Illari.

Seokjin no venía solo. Lo acompañaban dos alfas, uno que Jungkook reconoció inmediatamente como Jung Hoseok, su mejor amigo desde el jardín de infantes, y otro desconocido de piel morena y sonrisa cautivadora.

Los tres habían compartido clases en sus años universitarios en Estados Unidos, creando vínculos que habían resistido la prueba del tiempo y la distancia.

—Él es Kim Namjoon —dijo Hoseok, presentando al alfa desconocido que sonrió mostrando unos hoyuelos encantadores—. Es el nuevo CEO de Apuray Motors.

Namjoon miró a Jungkook con una mezcla de respeto y simpatía. Lo conocía por reputación, era famoso no solo en este país sino en varias naciones, especialmente entre la gente de su mismo estatus social.

"Taehyung era tan joven para morir..." pensó Namjoon con pesar, recordando los titulares que habían circulado años atrás.

Jungkook también reconoció el nombre. Durante la secundaria, su amigo Seokjin había estado perdidamente enamorado de Namjoon, y él había servido como su wingman oficial en esas aventuras adolescentes.

—Lo traje porque acaba de regresar al país —explicó Hoseok—. Además, es el hombre que este año se encargará de ofrecer becas en colegios de bajos recursos.

Hoseok era CEO de Mayu Constructions y, por línea materna, segundo heredero de una red de instituciones privadas. En ocasiones, buscaba filántropos que ofrecieran becas a estudiantes talentosos de escasos recursos para acceder a educación universitaria de calidad.

—Es un placer conocerlo, señor Kim —dijo Jungkook con cortesía profesional—. Será un honor tenerlo en nuestro círculo.

—Para mí también es un gusto, señor Jeon —Namjoon volvió a sonreír con encanto.

—Si me permiten... —Jungkook fingió alegría mientras tomaba a Seokjin suavemente del brazo—. Me gustaría hablar un momento a solas con mi amigo.

Lo condujo hacia un lugar apartado, lejos de oídos indiscretos. Seokjin tragó saliva, sabiendo perfectamente el motivo del porque lo alejó, los anillos de boda.

—¿Ya se los entregaste al organizador? —preguntó Jungkook—. Me gustaría ver cómo quedaron finalmente.

El omega palideció visiblemente, sus manos comenzaron a temblar mientras jugaba nerviosamente con sus dedos. Necesitaba encontrar una manera de confesar su error sin provocar la ira de su amigo.

—Verás... —comenzó con voz vacilante—. No sé cómo pasó, pero se quedaron en casa... ¡Pero antes de que te enojes! —se apresuró a interrumpir cuando vio que Jungkook abría la boca para hablar—. Ya están en camino. Mi mejor amigo los trae, llega en unos veinte minutos.

La frente de Jungkook se arrugó ante esa mención inesperada.

—¿Con 'mejor amigo' te refieres a Hyunseo? —su voz se alzó peligrosamente, casi exaltada.

Ese mejor amigo era su ex de hace siete años, una relación que había terminado en circunstancias nada amigables.

—¡No! —Seokjin negó con pánico evidente, forzando una sonrisa que no engañaba a nadie—. Tengo otro mejor amigo. Ya está llegando. Hyunseo ni siquiera está en el país.

Inmarcesible ||•KookTae•||Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora