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Los reporteros se esparcían como buitres por cada rincón de la mansión Jeon, con sus cámaras devorando cada detalle de aquella unión que había capturado la atención del país entero

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Los reporteros se esparcían como buitres por cada rincón de la mansión Jeon, con sus cámaras devorando cada detalle de aquella unión que había capturado la atención del país entero.

El CEO más joven y poderoso de la nación se casaba con el segundo hijo de una familia igualmente prominente, y los medios no iban a desperdiciar ni un segundo de esa unión.

Jeon Jungkook, un alfa dominante cuya presencia podía llenar una habitación sin esfuerzo, lideraba Jeon's Company un imperio empresarial que abarcaba desde Allin Electronics hasta Allin Hotels y Allin Construction.

El traje de novio, confeccionado por los mejores sastres del país, se ajustaba a la perfección a su imponente figura, cada línea diseñada para realzar la autoridad natural que emanaba.

Con pasos firmes que resonaban con cada pisada, atravesaba el pasillo de mármol de la gran mansión, dirigiéndose hacia una habitación en particular.

Al abrir la puerta, una sonrisa genuina suavizó sus facciones habitualmente severas. Allí estaba su razón de vivir, un cachorro castaño de cinco años que era atendido con delicadeza por las empleadas. Los rizos del pequeño brillaban bajo la luz natural que se filtraba por las amplias ventanas, y sus ojos tan parecidos a los de alguien que Jungkook prefería no recordar en este momento, se iluminaron al verlo.

Una mujer y un hombre giraron hacia él, mientras que el cachorro, inmovilizado por las manos que arreglaban su pequeño traje, le regaló una sonrisa que podría derretir el corazón más frío.

Jungkook devolvió el gesto, observando a su hijo con una ternura que reservaba únicamente para él, antes de dirigir su atención hacia los otros ocupantes de la habitación.

Se acercó a su madre, Jeon Juliette, una omega dominante cuya presencia comandaba respeto incluso en silencio, y su primo Park Jimin, un omega de mirada amable.

Juliette inhaló profundamente de su cigarrillo electrónico, evitando con la mirada a su hijo.

—Ya te lo dije —murmuró finalmente ella, con la voz cortante—. Permitiré que te cases con alguien joven y sin recursos, siempre y cuando esa persona sea mayor de edad.

Exhaló el humo del cigarrillo y lo miró con frialdad, una mirada dura, que gritaba una autoridad no concedida.

Jungkook esbozó una sonrisa amarga curvando sus labios. Negó con la cabeza, ya acostumbrado a la resistencia de su madre hacia su relación con Minjae. Juliette nunca había aceptado esa nueva unión, insistiendo constantemente en que conociera omegas de bajo recurso.

Para ella esa era su manera retorcida de asegurar que nadie de su mismo nivel social intentara arrebatarle suyo.

—Madre... —pronunció con una súplica que odiaba tener que hacer—. Por favor, no empecemos con lo mismo. Minjae no solo es mi pareja, sino que adora y se preocupa por mi hijo. Eso vale más que cualquier cosa.

Inmarcesible ||•KookTae•||Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora