Pero había accedido a su presencia solo por Minjae. La familia de su novio siempre había estado rodeada por la prensa debido a su exitosa empresa de electrodomésticos, y querían compartir este momento especial con el público.
—Jeon Jungkook... —una voz familiar lo interrumpió desde atrás, cargada de una ironía que helaba cualquier sangre—. Felicidades por tu nueva unión.
Jungkook se giró, sorprendido de escuchar aquella voz que no había oído en más de cinco años. Frente a él estaba un alfa rubio que había crecido considerablemente desde la última vez que lo vio, Min Yoongi, el mejor amigo de Taehyung desde la secundaria.
En ese momento, Jungkook comprendió quién había enviado aquel maldito cuadro. Yoongi siempre lo había detestado por su relación con Taehyung, ya que este estaba enamorado del omega en ese entonces.
—Fuiste tú —sonrió con incredulidad amarga, aplaudiendo lentamente—. Pensé que ya habías superado tu resentimiento después de que Taehyung me prefiriera a mí.
Yoongi frunció el ceño, genuinamente confundido por la acusación.
—Lo superé ese mismo día —respondió con sequedad—. Si estoy aquí es porque tú me invitaste.
Sacó una tarjeta de invitación dorada que Jungkook reconoció inmediatamente como una de las que había enviado a la familia Min. Los futuros parientes políticos de su primo.
Los ojos de Jungkook se abrieron con sorpresa, su rostro contorsionándose mientras procesaba esa información imposible. No podía ser cierto. Conocía a Yoongi desde años atrás, cuando vivía en un barrio humilde, sin conexiones familiares con los Min adinerados.
—Son cosas de la vida —Yoongi se encogió de hombros con una sonrisa que no llegaba a sus ojos—. Pronto sabrás por qué estuve en aquel lugar... futuro primo.
Su expresión cambió abruptamente, volviéndose fría y amenazante.
—Mi mejor venganza será destruir a tu primo como tú destruiste los sueños de mi mejor amigo —sus palabras salieron cargadas de un veneno que había fermentado durante años.
—Disfrútalo mientras te dure... —continuó Yoongi, ahora con su voz algo diferente—. No he olvidado cómo se desvanecía el brillo en los ojos de mi querido Taehyung por tu falta de comprensión.
Declarando eso como una sentencia, se dio la vuelta y se alejó con pasos medidos, dejando tras de sí el eco de una amenaza que resonaría en la mente de Jungkook durante mucho tiempo.
Yoongi siempre había culpado a Jungkook de la muerte de Taehyung. Incluso el día del entierro lo había señalado como responsable frente a las cámaras y micrófonos. Hoy, en el día de su boda, había decidido molestarlo un poco más, removiendo heridas que nunca habían sanado completamente.
Jungkook apretó los labios hasta que se volvieron una línea blanca, su mandíbula tensa como una cuerda a punto de romperse. La culpa lo carcomía por dentro, porque en el fondo sabía que todos tenían razón cuando se trataba de Taehyung. No merecía ser feliz después de los errores que había cometido en el pasado.
"Daría lo que fuera por enmendar aquel error..."
"Daría lo que fuera por entenderte y ponerme en tu lugar..."
"Si tan solo te hubiera llevado conmigo cuando me lo pediste..."
Había pensado que este día sería el más feliz después de tanto tiempo de oscuridad, pero no. Ahí estaban los recuerdos del pasado, recordándole lo que una vez fue y cómo se había comportado con la única persona a quien había amado verdaderamente en toda su vida.
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Inmarcesible ||•KookTae•||
FanfictionTaehyung fue enviado a una boda por su amigo, a base de engaños. En la que resulta ser el esposo de Jeon Jungkook, el alfa que estaba en el altar a punto de casarse. ¿Será verdad lo que Taehyung enfrenta, o solo se trata de una simple confusión por...
