2 - El tener que aceptar.

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Era domingo por la tarde, y éramos arrastradas por Annie entre las tiendas de vestidos de Los Ángeles.

-Es un poco irónico que nos traigas a Katniss y a mí al centro a ver vestidos cuando nosotras hacemos eso en nuestro trabajo ¿No crees, enana? -dice Johanna, quien camina al lado mío.

-Sólo vamos a comprar vestidos Effie y yo, tarada -responde Annie, rodando los ojos, golpeándole el hombro.

Annie no es bajita, mide 1.68. Sólo es la más baja de las cuatro, pero es suficiente razón para que Johanna la tome como "enana". Luego, sigo yo con un 1.72, Effie con 1.75 y Johanna, 1.78. Si, bastante alta.

Annie y Effie se meten a una tienda muy emocionadas por unos diseños que vieron por las vitrinas, por lo que Johanna y yo decidimos sentarnos en la banca que está afuera para esperarlas.

-Cuando lleguemos, nos vamos a meter en nuestro clóset de lleno ¿eh? -me dice Johanna, después de suspirar sonoramente.

-Va -respondo, subiendo mis pies a la banca para rodear mis piernas con los brazos.

Annie y Effie salieron con unos preciosos vestidos cortos, el de es Effie azul eléctrico y el de Annie es rosa fuerte. Se veían emocionadísimas, cual niñas pequeñas al comprar un nuevo juguete; después de todo, entre ellas se entienden.

Nuestro clóset es una jungla de vestidos, de colores, colores y más colores. No están organizados, no tienen un orden. Al fin, no nos interesa que esté mezclado, ya que somos de la misma talla y se podría decir que son todos de las dos. Aunque, si que están divididos por color.

Johanna les pone vital atención a los de color negro, y yo sólo miro qué diseño puede ser indicado para conocer a la futura esposa de Peeta...

Al final me decido a ponerme uno verde oscuro, de tela ligera, sin mangas y cuello "v" que me llega arriba de las rodillas. Por su parte, Johanna optó por uno igual que el mío, solo que negro y de cuello curvo.

Nos duchamos por turnos y en lo que es aproximadamente una hora, ya estamos listas. Cuando salimos, vemos que Annie y Effie ya esperan en el sillón pacientemente. Las dos se miran muy guapas.

Effie toma las llaves del departamento, Johanna las de mi coche y salimos rumbo al restaurante francés al que nos citó Delly.

-Reservación a nombre de Delly Carthwright -se dirige Annie al hombre de la entrada del lujoso restaurante.

Él asiente y después de revisar en su lista, nos guía hasta una mesa en la que está sentada una chica de cabello rubio con una sonrisa. Ya que nos indica que ahí es, frunzo el ceño. ¿Ella es Delly? Wow. Luce un vestido blanco de tela brillante sencillo, pero a mi gusto, más vistoso de lo necesario. Al parecer, Mellark no está nada ciego.

Lo que me hace salir de mis pensamientos, es el insistente palmeo que Effie me da en la espalda. Ella también sabe lo mío con Peeta, así como Annie.

-¡Me alegra conocerlas! Annie, tus amigas son muy guapas -dice Delly, con una enorme sonrisa, más grande que la que ya tenía antes.

-¿Verdad? Son hermosas. Me alegra verte de nuevo -le contesta Annie.

-Ay, a mi también -dice en un tono cantarín- Podrían ser las cuatro mis complementos, las damas que me faltaban -su sonrisa está tan abierta que le puedo ver los dientes.

Sonríe demasiado para ser verdad...

Además, ¿complementos? ¡Já! Eso ya no me gustó para nada, ¿llamarnos así? Yo no soy un complemento, yo soy por completo alguien, no un relleno de una persona vacía.

-Oh, si -Annie me mira, y por su cara y tono, sé que ya sabe que lo que acaba de decir Delly no me agradó en absoluto- ¡Estaría encanta! ¿Ustedes, chicas?

-Pero vamos, ¡claro! -Effie es la primera en seguir la aceptación de la enana.

-Sí -dice solamente Johanna. Ella es como yo, seca y calculadora. Y más aún porque me apoya y sabe que no estoy muy bien haciendo esto. Me mira, animándome a continuar.

Bajo mi mirada a las manos, moviendo nerviosamente mis dedos por impulso. Johanna me aprieta la rodilla, empujándome a dar el último paso.

"Complementos..."

Estaba a punto de negarme.

-Me uno -termino diciendo, a lo cual la rubia da a relucir otra de sus sonrisas que poseen un toque falso.

-¡Maravilloso! -parlotea ella, dando pequeños aplausos- Me gustaría saber más de ustedes, chicas, cuéntenme ¿En qué trabajan?

-En un zoo. Guía de turistas -Annie contesta al principio que todas.

-En una joyería -continúa Effie.

-Katniss y yo hacemos corte y confección de vestidos -responde Johanna por ambas. Le debo tanto de todo lo que está haciendo por mí en estos momentos.

Delly ahoga un grito de emoción.

-¡Wow! ¿En serio? -dice ella, incrédula- Katniss -se dirige a mí, con el propósito de unirme a la plática. Hija de...-, ¿tú haces eso?

No sé por qué siento que sé lo que está a dos de pedir, y sospecho que no me va a gustar para nada.

Asiento a su pregunta.

-¡Genial, oh no lo creo! ¿Qué te parece si tú haces de mi vestido de novia? -me propone.

Ya lo sabía. Lo sabía. Lo sabía, lo sabía, lo sabía...

-¿Yo? -digo, pérdida en lo que voy a decir, en cómo reaccionar.

Mis tres amigas tienen expresión de preocupación, ya que saben lo que significa para mí. Annie me mira con pena, como queriéndome decir "Lo siento por meterte en esto". Effie se ve angustiada, y en los ojos de Johanna puedo ver furia, aunque autocontrol, que sé seguro le está costando mucho mantener.

-Sí, Kat, tú -Delly me ofrece una visión de ella llena de pura emoción.

Siento una punzada en mi corazón.

Me obligo a mí misma a asentir con la cabeza.

Enemiga entre las damas.Where stories live. Discover now