Capítulo 3. Campamento five lakes.

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La venganza es un plato que se sirve frío, o eso pensaba Kuroo cada vez que veía a su antes gran amigo, acompañado de la persona que probablemente más odiaba en ese momento; Oikawa Tooru. Se había vuelto costumbre para ambos eso de verse a la salida prácticamente a diario. Por suerte para unos, pero desgracia para otros, el instituto de Oikawa terminaba las clases lo suficientemente pronto para que él y su moto pudiesen llegar a buscar a Kenma.

La paciencia de Kuroo era muy limitada en algunos aspectos y en ver como un golfo le robaba a su mejor amigo, era nula. Por no hablar del hecho de que no había vuelto a hablar con normalidad con Kenma desde que se fue con él, desde que le eligió a él. No podía evitar sentir como si la piel le ardiese cada vez que les veía juntos, cada vez que Oikawa le dedicaba una de esas sonrisas que le hacían ver que lo había perdido sin remedio, que nada de lo que fuera a hacer se lo devolvería; Pero él no estaba tan seguro de eso.

"Hoy es el día." Pensó bajando del autobús. Respiró hondo y abrió los brazos, tratando de llenarse por completo de ese fresco aire propio de la sierra de Japón.

Tres semanas le habían bastado para convencer a sus entrenadores de asistir al centro de entrenamiento five lakes, pero eso no era todo. Ese centro de entrenamiento era uno de los más prestigiosos de la zona, aunque andaba de capa caída. Para paliar el déficit de los últimos meses decidieron sacar una promoción un tanto especial.

"Bienvenidos al centro de entrenamiento five lakes." Saludó una hermosa mujer de cabello rubio y curvas pronunciadas. En cuanto comenzó a hablar todas las voces callaron de golpe.

"Señorita, todavía quedan dos autobuses por llegar." Dijo el entrenador del Nekoma.

"No importa, os iré explicando a vosotros de qué tratará el campamento." La sonrisa que se dibujó en su rostro encandiló a la mayoría de los presentes. "Nosotros nos encargaremos de sacar a relucir vuestro máximo potencial. Como bien sabéis otros dos equipos van a venir con vosotros, si no me equivoco son... Karasuno y... Aoba johsai. Bien, aquí competiréis entre vosotros en una serie de pruebas. No lo haréis directamente, lo haréis por puntos. Cada noche en la cena os mostraremos vuestro puntaje y los cuatro peores de cada día deberán irse a su casa. En este centro sólo tratamos a los mejores."

Los murmullos que comenzaron a escucharse en ese momento no eran para nada comparables a los anteriores ¿Irse a casa sin el equipo? Ese sería el peor de los palos para el orgullo de cualquier deportista. Ser señalado como el peor, que todo el mundo te mire, tener que abandonar a tu equipo... ya nadie te miraría igual o eso es lo que pensaban todos en ese momento, todos menos Kuroo, él tenía cosas más importantes en mente.

"Bueno, acompañadme por aquí, os voy a enseñar vuestro cuarto."

Al adentrarse en el complejo comprendieron por qué era uno de los más famosos de la zona, era realmente precioso. Paredes blancas impolutas, baldosas que brillaban tanto que parecía que incluso podían reflejarse en ellas. La entrada principal tenía elegantes columnas de mármol que le daban un aire griego muy interesante, aunque en ese momento apenas ninguno se estaba fijando en la belleza de las decoraciones, todos estaban absortos pensando en quién sería el primero en abandonar el complejo, haciendo memoria de los integrantes de los demás equipos, haciendo apuestas por cuales serían esos cuatro primeros chicos que se verían heridos sin remedio.

Al llegar a la habitación todos se quedaron boquiabiertos. Era un gran cuarto lleno de literas alineadas, cuarto como los de los centros militares en los que al entrar el capitán todos se cuadraban a un lado de sus camas.

Kuroo tragó saliva y por un momento pensó que quizás tampoco sería tan divertido como se imaginaba cuando vio la promoción. Sabía que iba a ser duro, pero no tanto, él se imaginaba incluso noches al aire libre bajo las estrellas, alguna que otra barbacoa y quizás algún paseo en canoa. Lo que menos podía imaginarse es que prácticamente hubiesen entrado a la milicia cuando decidieron ir allí.

Quiéreme. (Kuroken)Where stories live. Discover now