"Rumores"

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Corrí por los escalones cuesta arriba, faltaban cinco minutos para el toque de timbre, me faltaba el aire y al ritmo que iba sentía que ya no iba a volver a caminar después de esto.

La culpa la tenía mi estúpida alarma de teléfono que por extraña razón no sono, aunque... Ahora que lo recordaba sí lo había hecho, pero la apague cuando interrumpió mi sueño... ¡Ritania! ¡Qué diablos te pasa! ¿Apagaste tu alarma solo porque estabas con Eliot y con Dante? ¿Solo porque bailabas con los dos un vals clásico... Y te daban rosas... Y luego comían helado... Y... ¡Basta! ¡Por Dios Rita! ¡Deja de meter a esos chicos en tus sueños tontos! Definitivamente tenía que dejar las novelas...

Tocó el timbre ni bien llegue a la entrada del aula.

—Y este es un nuevo record para Riiiiiitania Verrrrrrrrnabel! — Gaby hizo una presentación estilo ESPN.

—Gra... cias... — levante las manos en señal de victoria mientras iba a mi lugar, mis pulmones ardían y mis piernas flaqueaban.

—Buenos días Ritania, que color tan adorable tienes en tus mejillas...

—! Nada! Tendrás que esperar mi querido Eliot, tenemos que conversar de cosas más importantes con nuestra linda, querida, apasionada y muy reservada Rita...

— ¿Ah? —fue lo único que llegue a soltar, no me agradaba el tono en el que lo decía... Iba a ser un día muy largo más que seguro.

—Eliot, ¿podrías por favor mudarte de asiento sólo esta clase? Será un pequeño cambio de información clasificada, ya sabes... Cosas de chicas... FBI... —movió las pestañas en forma de suplica.

—Si me lo pide de esa manera señorita Thompson, me es imposible negarme.

— ¿A que es un galán? — me guiñó el ojo mientras Eliot levantaba su mochila y se dirigía hacia el asiento de Gaby, y esta se sentaba a mi lado.

—Ahora usted señorita me va a explicar... ¿qué es eso de que ya lo hiciste con Dante? ¿Qué acaso no soy tu amiga? ¿Por qué no me lo contaste? ¿Desde cuándo sales con él? ¿Desde cuándo lo hacen? —Susurro en tono dramático, casi al borde del llanto.

Esa información cayó como un balde de agua fría, me quedé atónita, sin palabras, con una cara de ¡WTF!

— ¡Responde Rita, no me mires así! El que calla otorga. ¿Por qué no me lo contaste?

— ¿Quéééé?... — aún no creía que me hubiera dicho eso.

—Rita, querida, ¿por qué me tuve que enterar de otras personas?

—Pe...Pero ¿quién te contó eso?

—Lo escuche en el baño de chicas, dicen que te vieron salir de ese espantoso laberinto agarrada de la mano de Dante, que estabas despeinada y que por tu estado físico habías hecho algo más que solo caminar de la mano con él, también que te fuiste en su auto y fueron a continuar la "noche" en un motel... ¡Un maldito motel! Ah, y esto no acaba, dicen que el día que perdiste la memoria fue por culpa de Dante, disque se notaba a leguas que te gustaba, cuando viste como una de ellas lo besaba y saliste corriendo y... Que tuviste un intento de suicidio, que tu "accidente" no fue más que un intento de escapar de la realidad porque rompieron tu corazón... Que te lanzaste al auto para acabar con tu vida... — poco a poco la burla se iba sus ojos, era la primera vez que la veía así.

No daba crédito a lo que me contaba, ¿por qué tenía que haber gente de ese tipo? Maldita sea la persona que decía eso, la rabia me recorría cuando termino, trate de convencerme de que todo lo que dijeron sobre mi era un simple chisme, me refiero a lo del suicidio, yo me conocía bien, no era capaz de hacer algo como eso... O creo que me conocía... Ya que no soy la misma Ritania de antes, ahora soy otra ¿De verdad sería capaz de hacer algo así? No lo sabía...

— ¿Y cómo es la cosa Ritania, lo que dicen es verdad?

— ¡Por supuesto que no! —mi rabia contenida explotó en un tono de voz bastante fuerte, tanto así que asusto a mi curiosa amiga. Volteé y miré a mi alrededor, ¡maldición! todos me miraban atónitos, mi cara se puso roja y sólo logré decir un pequeño "Disculpen" gracias a Dios aún no había entrado el profesor.

— ¡Vaya! Creo que alguien no quedó satisfecha la noche anterior, me pregunto quién calmará el deseo de ese alguien... — Estaban colmando mi paciencia, me levante para enfrentar a la voz de atrás mío.

—Es suficiente— Sentenciaron al mismo tiempo Dante y Eliot— eso me llenó de sorpresa y al curso completo también, ambos se miraron y ¡plaffff!

—Buenos días alumnos— abrió la puerta el profesor dejando pasar la pesada atmósfera que había— disculpen el retraso. Bien... ¿Me perdí de algo la anterior clase?

— Okay... Eso fue súperhípermegaarchírecontrasdfgh extraño. ¿Me puedes explicar qué ocurre? — Susurró Gaby, no iba a dejar pasar el tema.

—No paso nada. Demonios, ¿crees que haría algo así? Resulta que de curiosa fui a ese laberinto, no lo conocia y pues... Una vez dentro me perdí— Sonaba patético escucharme a mí misma, no podía contarle lo del conejo ya que de seguro pensaría que ando mal de la cabeza— trate de buscar una salida pero termine en el centro, una vez ahí tuve algo así como una especie de recuerdo o flashback y me desmayé, perdí el conocimiento. Cuando volví en sí Dante me llevaba en brazos, tenía una expresión de asustado y me regañó, por eso es que no estaba tan arreglada, y solo me tomo de la mano porque tenía miedo de que volviera a desmayarme, aceptó eso después de pedirle que me bajara. Nada mas paso, te lo juro— evaluó mi confesión seriamente para ver si le ocultaba algo mas o si mentía, era mala mintiendo...

— ¿Y por qué no llamaste si estabas perdida?

—Mi celular estaba en mi bolso y mi bolso estaba en el casillero.

— ¡Dios! ¡Rita! No debes hacer eso en otra, ¿te imaginas que hubiera pasado si no te encontraba Dante? Espero que te haya dado una buena reprimenda— ¿en qué momento fue que se volvió seria esta chica? — Pero... ¿No hubo ni siquiera un besito? ¿Uno siquiera pequeñito? —Me sonroje solo imaginarlo, le di un codazo en sus costillas mientras reíamos. Había hablado antes de tiempo, Gaby nunca cambiaba.

—Lamento decepcionarte pero nop.

—Aguafiestas.

—Pervertida.

— ¿Se puede saber de qué hablan ustedes dos? — ¡Rayos! El maestro nos había pillado.

—Solo hablábamos sobre lo interesante que debió haber sido para Pitágoras encontrar la fórmula para el triángulo rectángulo— No me fue difícil encontrar un tema acorde al dibujo de la pizarra.

—Y bien... ¿Nos podría compartir la emocionante historia de cómo lo hizo? Estoy seguro de que sus compañeros estarán encantados de saberla...— ¡Me salve¡ pensé, lo había visto de hojeada mientras hacía los ejercicios.

— Por supuesto, no hay problema— dije algo nerviosa.

—Pase al frente por favor, para que nadie se lo pierda— desgraciado profesor, debería tener un título en Sarcasmologia en vez de Pedagogía. Me levante y Gaby susurro...

— ¡Alista tus cuerpo para una gran fiesta!

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— Pensé que tú querías a la estúpida esa, jamás imaginé que dirías algo de ese estilo.

—Pero por supuesto que la quiero— la tome de la cintura— sinceramente no tanto como a ti, vamos preciosa, no me digas que no te encantan los chismes— una golfa más que caía ante mis encantos, lo que uno tiene que hacer para conseguir lo que quiere.

—Me fascinan, pero esto no te saldrá barato querido, me gusta divertirme a lo grande— ella empezó a besarme mientras recorría mi cuerpo con sus manos.

—De eso no te preocupes, te puedo asegurar que esto nos beneficiara a ambos.

EfervescenciaWhere stories live. Discover now