Capítulo 9

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Claramente para mi mala suerte su entrada había sido tan fantástica y abrumadora (supongo que así debió de ser el primer día de clases) que incluso parecía irreal, como de película; lo único que faltaba era que comenzara a andar en cámara lenta y alguien sacara un ventilador y su cabello ondeara contra el viento, y no dudaba que en algun momento aquello pasaría.

Cuando me obligué a dejar de voltear hacia donde estaba mister me-creo-una-estrella-de-cine, noté que no había sido la única en quedarse paralizada observandolo. Aunque claro yo jamás admitiría en mi vida que había quedado un poco paralizada ante algo tan rídiculo como una entrada de un chico a un aeropuerto; por lo menos mis amigos no notaron aquello por estar tan ocupados mirando a Matthew como yo, porque si algo era seguro es que Iago o Sebastián jamás se olvidarían de ello y se encargarían de que yo tampoco.

Theo soltó un silbido, que me dejó con cara confundida.

-Bueno los rumores eran ciertos -soltó entonces Iago-. Nunca desconfíen de mis contactos.

-Cierra el pico -dijimos al mismo tiempo Frida y yo concentrándonos de nuevo en Matt, que por suerte aun no nos había notado.

-Tiene razón -inesperadamente el que habló fue Theo. Nunca le daba la razón a Iago, aunque fueran mejores amigos; aquel era un verdadero suceso-. Aun no lo conozco, pero ya me parece la persona más arrogante en cinco kilómetros a la redonda.

-Es verdad, en cierto modo -lo apoyó Clara-. Ni siquiera en la escuela lucía tan presumido.

Todos lo miramos un par de segundos más tratando de captar lo que ya había notado Clara. Y era cierto; era difícil de explicar pero había algo que no había estado ahí durante las anteriores semanas, su expresión era claramente de superioridad y se podía decir que casi de disgusto, deformando sus facciones en algo que ya no parecía tan lindo y vibrante a simple vista. También parecía furioso, como si la cara que había puesto el viernes anterior lo hubiera acompañado durante el resto de la semana.

¿Qué había cambiado? Solo habían pasado un par de segundos, o desde la perspectiva de otras personas varios años, y ya no parecía el chico que disfrutaba practicando esgrima y oyendo música, o el chico nuevo que solía sonreírle a todo el que lo mirara y que parecía esconderse bajo una armadura de sentimientos entremezclados con la arrogancia.

Oh Dios ¿Qué me pasaba? ¿Desde cuando era tan profunda y miraba a las personas fijamente durante tanto tiempo?

En el momento en que todos apartamos la mirada sentí como un rubor inexplicable se extendía por mis mejillas.

-Creo que ya es hora de irnos -aportó justo a tiempo Jonás.

A pesar de que el lugar en el que estábamos, y sobre todo en el gabinete donde nos habíamos sentado había una luz muy tenue que daba la ilusión de un lugar extremadamente hogareño y rústico, sentía que el color de mis mejillas era casi fosforescente y en cualquier segundo alguien lo notaría. Seguro parecía un tomate o algo por el estilo.

Mientras la cuenta de nuestros alimentos era pagada algunos volvímos a mirar de soslayo y esta vez vimos como llegaba Gwendolyn, tan segura de sí misma y se lanzaba a los brazos de Gideon, mientras Matthew permanecía un poco atrás junto con las maletas y todavía esa extraña expresión en su rostro. Aquel simple gesto entre Gwen y Gideon parecía tan íntimo que era como si fueran las únicas personas en todo el aeropuerto, por lo que desvié de nuevo mi mirada.

Cuando salimos mis padres llegaron justamente al aeropuerto y todos comenzaron a despedirse de mí y lamentarse de que no iría a la fiesta de bienvenida que les habíamos organizado a Iago y Theo en casa de Miquel.

-Me hubiera gustado mucho que estuvieras con nosotros, como en los viejos tiempos -me estaba diciendo Carolina mientras me abrazaba, haciendome cosquillas en la nariz con su largo y ondulado cabello castaño obscuro-. Además, hiciste tanto como los demás por esta fiesta. Será un desperdicio que no puedas ver el resultado final o la cara de esos dos -entonces por fin me soltó y me miró fijamente con sus enormes ojos castaños -. Suerte, traeme algo lindo de Londres.

Piedras Preciosas. Una nueva generación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora