Capítulo 15

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Blanco y algo que giraba, eso era lo único que podían ver mis ojos nublados.

De apoco mi vista fue tomando nitidez.

-Hola.-Dijo una voz masculina a mi lado.

Sus ojos azules me miraban con preocupación.

Lo amaba.

-Hola.-Respondí con un hilo de voz.

Mi boca estaba seca.

-¿Quieres algo?-Preguntó Matías.

-Agua, por favor.-Contesté.

-Bueno, ya te la traigo.

Salió del cuarto, dejándome sola.

¿Cómo un chico que conocía de hace poco tiempo y tan poco me podía gustar tanto? ¡Incluso lo amaba!

Parecía una de esas películas donde ni siquiera llegan a conocerse y ya se casan.

Volvió con un vaso de agua y me sonrió entregándomelo.

Luego de tomar el agua lo mire fijamente.

-¿Los demás?-Pregunté.

-Son las dos de la mañana, todos están descansando y yo me quede a cargo tuyo.-Contestó con simplicidad.

-¿Hace cuanto estoy aquí?

-Hace tres días. Creímos que no despertarías pero Deneb y Canopus dijeron que era porque estabas muy agotada y que todavía no sabían si abrían consecuencias.

-¿Consecuencias?-Pregunté frunciendo mi ceño.

-Sí.-Respondió tomándome de la mano-. No sé cómo decirte esto...

-Me estas poniendo nerviosa...

-Puede que pierdas tus poderes.

Mi corazón se encogió. No, esto no podía pasar.

-Es mentira. Decime que es mentira por favor.-Dije mirándolo a sus ojos azules.

-Perdón Etna.-Dijo negando.

Las lágrimas recorrían mis mejillas y llegaban a mi cuello. No, eso era mentira, Matías estaba jugando. No me podía pasar eso a mí.

La puerta se abrió y sus ojos mieles conectaron con los míos.

-Déjanos solas.-Dijo su voz un poco ronca.

Matías se retiro, dejándonos a Ranji y a mí.

-¿Es verdad?-Pregunte entre sollozos.

-No lo sabemos todavía Etna, hay una posibilidad por la forma en la que se dieron las cosas. Que pierdas tus poderes sería posible pero no creo, nunca se vio algo como esto, las originales ya hablaran contigo y veremos qué pasa.

Volví a llorar, Ranji se sentó en la cama y me acuno hasta que pare de llorar.

La puerta se volvió a abrir.

Esta vez eran las nusbas, Deneb, Canopus e Isabela ingresaron por la puerta.

-Hola.-Dijo Isabela dándome un abrazo.

-Hola.-Contesté correspondiéndole.

Las originales me miraron.

-Vamos a examinarte.-Dijo Deneb.

Ambas se acercaron y comenzaron a rezar poniendo sus manos a unos centímetros de mi cuerpo.

Cuando terminaron se miraron fijamente y sonrieron.

-Tus poderes están a salvo. Pero hay algo... Debes cuidarlos, no puedes hacer magia por un tiempo, están débiles.

Solo asentí.

-Duerme un poco más. Necesitas descansar para recuperarte mental y físicamente.

Mis ojos se cerraron mientras Morfeo me llevaba.



BRUJASWhere stories live. Discover now