Capitulo 11

126 24 45
                                        


—¿D-De verdad?—Chaeyoung no podía creer que su crush saldría con ella, bueno con los niños también, pero saldrían juntas.

¡Saldría con Mina!

La despampanante japonesa que la cautivó y dejó deslumbrada el día que finalmente sus ojos contemplaron su belleza irreal, el día que sus miradas se encontraron y le robó el aliento.

—Si.—Confirmó Mina ocultando una sonrisa al ver la cara asombrada de la chica—Los cuatro, eh Chaeyoung.—Le recordó. De esa niña se podía esperar cualquier cosa y Mina lo sabía. Porque ya estaba comenzado a conocerla un poco mejor.

—S-Si, claro.—Contestó emocionada la chica. ¡Rayos! Hasta roja se puso de la emoción. Mina sonrió y Chaeyoung aún más.

—Chae, Chae...—Era Jinyoung corriendo de vuelta a ellas cuando al parecer recordó algo.

—¿Que pasa pequeñín?—A él se inclinó

—¿Puedes dibujar algo en mi yeso? Todos ya lo han hecho. Mira, este es de mi mami—Mostró un corazón y un te amo escrito en su interior.—Este es de la tía Sana.—

—En un... ¿hámster?—El cuello torció buscándole forma al dibujo.

—La tía Sana dice que si.—

—Ah, ok.—

—Este es de la tía Rosé—Señaló una bonita flor junto a un pequeño corazón—Y este me lo hizo Jackson hoy—Un balón de futbol apareció.—Es tu turno—Entonces Chaeyoung tomó el marcador que le era extendido y luego de pesarlo un par de segundos dibujó dos bonitos tigres animados. Uno grande y el otro pequeño. El pequeño sosteniendo un balón de futbol .—¿Somos mamá y yo?—Pregunto sonriente Jinyoung y Chae asintió entonces Mina recordó el peluche de tigre que le envió a la oficina el otro día. ¿Por qué un tigre?—Me encanta. Gracias Chae.—Dijo emocionado el pequeño antes de volver al auto junto a los dos guardaespaldas ante la mirada de las dos mayores.

—Por cierto, la cuenta. ¿Cuánto es?—Su tarjeta buscó Mina. Planeaba pagarle directamente a Chaeyoung.

¿Por qué?

Ella no lo sabe. Solo sabe que tenía que pagarle a ella y no a cualquier mesero que se paseaba entre las mesas.

—No es nada. Fue una invitación nuestra.—

—Ah, está bien, gracias entonces.—Una media sonrisa le dedicó y hacía el auto donde la esperaban se dirigió con un andar elegante que dejó aún más cautivada a la joven Chaeyoung.

"¡Demonios! Si que eres bellísima Myoui Mina". Como idiota se quedó babeando la banqueta.










*******


—Minari...—Sana dijo luego de contestar el teléfono esa noche.

—Hola. Oye, ¿podrías pasarme el... elnúmerodeChaeyoung?—Murmuró entre dientes con rapidez.

—¿Eh? ¿Qué dijiste? No te entendí nada, ¿Podrías repetírmelo?—Mina gruñó por lo bajo girando los ojos.

—¿Que si puedes pasarme el número de Chaeyoung? ¿Ahora sí?—Repitió esta vez con más claridad.

—¿Chaeyoung? ¿Esa Chaeyoung?—Sana no podía creer que Mina estaba pidiendo el número de la chica a quien supuestamente detesta. Por que claro, Sana estaba entera de todo bueno de casi todo.

—Si. Esa Chaeyoung, Sana.—La otra japonesa no se molestó en ocultar una risita divertida.

—¿Y eso?—¡Rayos! Debió guardar el estúpido número de Chaeyoung cuando se lo pidió al entrador el otro día, cuando la llamó para reclamarle lo del peluche y los globos. Estuvo tentada de llamar al entrenador otra vez para pedírle en número nuevamente, pero el tipo iba a empezar con sus estúpidos coqueteos, iba a pensar que Mina solo estaba buscando excusas para hablar con él y ¡ugh! No, no, no... Así que no le quedó de otra que pedírselo a Sana. Ahora tenía que darle algún explicación para obtener ese tonto número.

First Time (MICHAENG) Where stories live. Discover now