LAZY NOT SUGAR

Parte 5: Infortunio

-Está bien...tú ganas- él suelta una carcajada y cojo mi bufanda para ponerla alrededor de su cuello, viendo como eso le hace sonrojar. Dios, es tan bonito...odio verle mal, tendría que ser yo el que me esfuerzo por mantenernos para que él descanse, pero si seguimos así....

- ¿Jushiro? -cuando volvemos del paseo, a medianoche veo que Jushiro no está durmiendo a mi lado y en cuanto entro al baño, casi me da algo al encontrarle tirado en el suelo, con sangre en el inodoro y restos en su boca.

- ¡Jushiro!!! ¡¡Jushiro!!!-

Siento como me tiemblan las manos mientras espero al médico a que salga de la habitación donde han ingresado a Jushiro y veo por su semblante que no tiene buenas noticias que darme.

-Es tuberculosis- jadeo al oír el dictamen y bajo la mirada. - ¿Ha tenido relaciones sexuales con él últimamente? - la verdad es que apenas hemos tenido tiempo de tener intimidad por su horario laboral y lo cansado que venía como para tener sexo, por lo que niego con la cabeza mientras el médico vuelve a mirar el informe.

-Esa enfermedad... ¿no era medieval? -

-Ha vuelto con fuerza en la actualidad. Ukitake será derivado a un centro especializado privado para tratarle, es importante hacerlo o caerá en una fase de no retorno de la enfermedad-

- ¿Quiere decir...que podría morir? – siento que el mundo se derrumba bajo mis pies y sollozo cubriéndome el rostro con una mano. Dioses...esto no puede estar pasando...

-Shunsui...- cuando entro en el cuarto intento poner mi mejor sonrisa falsa ante Jushiro, aunque quiera gritar por dentro. Tomo su mano para besársela, aunque el médico me ha dicho que me pusiera mascarilla, pero no le he hecho ni puto caso. No pienso renunciar a besar esta bonita piel por muy enfermo que esté.

-Van a trasladarme a un centro de casos infecciosos...- le asiento viendo el miedo reflejado en su rostro. –Por favor...no se lo digas a mis padres aún, si ellos se enteran vendrán a verme y no quiero contagiarlos...es más, tú deberías hacerte las pruebas, seguramente yo...oh dioses, Shunsui, lo siento...-

-Shhh...todo está bien. Yo estoy bien- alzo mi mano para acariciar su cabello con cariño. –Soy un hombre muy resistente, no me has contagiado. Tienes...que centrarte en recuperarte y volver conmigo ¿me lo prometes? -

-Sí...- veo como sonríe pese a que está llorando. –Tengo...algo de dinero ahorrado, úsalo en mi ausencia...- aprieto los puños sin que él me vea. Aun enfermo sigue más preocupado de mí que de él mismo....

Cuando salgo del cuarto le digo al médico que preparen el traslado cuanto antes y que le haré una transferencia de dinero para el tratamiento y su estancia allí. Saco la tarjeta que tengo en mi bolsillo y hago una llamada indeseada que no puedo eludir por mucho que me lo dicte el orgullo.

- ¿Sí? ¿Shunsui, eres tú hijo? - suspiro al ver que me ha reconocido con solo suspirar en el auricular y reprimo un sollozo mezclado con un gemido de rabia.

-Tú ganas...necesito dinero...-

Cuando entras en el mundo oscuro de la yakuza es muy difícil salir. Con solo ver a mi padre por primera vez, supe que no se dedicaba a un trabajo limpio precisamente y no tardé en comprobarlo en mis propias carnes cuando empecé a hacer encargos junto a él, que no era otra cosa que extorsionar a otros miembros de clanes yakuza o dominar barrios como territorios. Mi perspicacia y doble "cara" me hacían ganarme la confianza de los enemigos de mi padre y cuando los tenía donde quería, él se encargaba de ellos. Al principio fui un simple mensajero, un chivato...pero con el tiempo me convertí en la sombra de mi padre...una sombra muy peligrosa....

**Jushiro**

Me seco el sudor del rostro tras haber terminado mi sesión de fisioterapia pulmonar siendo felicitado por el especialista que me ha tratado hoy. Llevo muchos meses interno en este centro, casi ha sido un milagro que me haya recuperado de la enfermedad, el tratamiento ha sido durísimo y ahora me queda una larga rehabilitación para recuperar el daño ocasionado en mis pulmones. Mi familia ha venido a visitarme semanalmente, al principio me veían tras una mampara de cristal y con mucha protección, pero desde que he dado negativo ya, me han trasladado a otra zona del centro donde estamos la gente recuperada y no contagiosa. Ha sido duro, sobre todo no poder abrazarles y en especial a Shunsui. Él...ha venido casi cada día...observándome tras el cristal, juntando nuestras manos a través de la mampara, viendo su sonrisa forzada hablándome de temas sin importancia.