El pequeño lo observó fijamente, sus labios formaron un puchero mientras intentaba procesar sus palabras.

—¿Y qué hay de mí? ¿Voy a ser parte de eso?

Sasuke apretó ligeramente su hombro, como si quisiera transmitirle seguridad.

—Por supuesto. Eres lo más importante para Naruto, y eso te convierte en lo más importante para mí también. Seremos una familia Boruto. Tal vez sea diferente a lo que otros esperan, pero será nuestra familia, y te prometo que haré todo lo que esté en mi poder para que seas feliz.

Boruto frunció el ceño, mirando el suelo mientras pensaba en lo que había escuchado. Después de un momento, levantó la vista, con una chispa de aceptación en sus ojos.

—Entonces, si mi papá es feliz contigo, está bien. Pero sensei, tienes que prometerme algo.

—¿Qué cosa?

—Que no lo lastimarás. Mi papá siempre sonríe, pero yo sé cuándo está triste. Si alguna vez veo que lo haces llorar… ¡voy a pelear contigo!

Sasuke soltó una risa ligera, sorprendido por la determinación del pequeño. Asintió con seriedad, mirando a Boruto como igual.

—Es un trato. Pero no tendrás que pelear conmigo, porque nunca voy a hacerlo llorar. Te lo prometo.

Boruto pareció satisfecho con la respuesta y de repente, su figura comenzó a desvanecerse. Antes de desaparecer por completo, Boruto sonrió levemente.

—Confío en ti, sensei.

Sasuke asintió, respiró hondo y continuó su camino por el bosque, sabiendo que cada paso lo acercaba más a superar la prueba.

Casi al final del bosque, Sasuke vio a Naruto de pie, esperándolo. La visión del rubio lo llenó de una mezcla de alivio y sorpresa. Sin embargo, algo en su expresión no era el habitual calor que lo acompañaba. 

—Hola, teme. Qué bueno que llegaste aquí —dijo Naruto con un tono que parecía más frío de lo normal— Quería decirte algo importante. 

Sasuke frunció el ceño, notando la incomodidad en las palabras de su pareja. 

—¿Qué sucede Naruto? 

El rubio cruzó los brazos, evitando su mirada. 

—En realidad... mmm eres muy complicado, y creo que será mejor que terminemos. Yo no pienso volver a casarme y mucho menos tener hijos. 

El corazón de Sasuke dio un vuelco. 

—Eso no es verdad, Naruto. —Su voz estaba cargada de incredulidad—Tú soñaste con esto, con nosotros, con nuestro hijo y con ser Hokage. 

Naruto soltó una risa seca, negando con la cabeza. 

—Es que... no estoy seguro—respondió, con una expresión extrañamente neutral— Creo que tú solo eres mi amigo. 

Sasuke sintió como si un cuchillo se clavara en su pecho. 

—¿Amigo? —repitió con incredulidad y rabia en sus ojos—Después de todo lo que hemos pasado juntos, de todo lo que hemos hecho... No, no puedo creerte. 

Naruto lo miró con una frialdad que no le pertenecía. 

—Solo quería probar cómo era estar contigo—dijo con una sonrisa amarga— Y sí, me gustó, pero esto es algo temporal. Obviamente no voy a vivir contigo Sasuke. Será mejor que terminemos ahora y no te sigas ilusionando. 

Sasuke apretó los puños, tratando de no dejarse llevar por la ira y la desesperación que sentía al escuchar esas palabras. 

—Esto no eres tú Naruto—respondió finalmente, con su voz temblando entre la furia y el dolor— Tú jamás dirías algo así. 

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