Invisible String

40 Desafio

—Luego hablamos de eso, ahora es tu prueba. —dijo rápidamente, cambiando de tema en un intento de evitar la conversación.

Sasuke dejó escapar un suspiro corto—Sí teme, solo piénsalo —añadió antes de avanzar por el sendero del bosque.

Ambos caminaron en silencio, el sonido de sus pasos acompañando el suave crujir de las hojas bajo sus pies. Sasuke estaba concentrado, listo para afrontar lo que Mu sensei le tenía preparado. El rubio por su parte, lo seguía con determinación, sabiendo que su papel era estar allí para apoyarlo, aunque sin interferir. A medida que se adentraban más en el bosque, el aire parecía volverse más denso, cargado de anticipación por la primera prueba que estaba por comenzar.

Habían llegado al inicio de la primera prueba: un claro rodeado de árboles altos y frondosos.

Mu sensei apareció detrás de ellos, como si hubiera estado esperándolos.

—Sasuke, aquí comienza tu primera prueba. Deberás demostrar tu control sobre tus emociones y habilidades. Este lugar está lleno de ilusiones que intentarán manipular tus recuerdos más oscuros. Si no puedes superarlas, no podrás avanzar. Naruto, este es el límite para ti.

El rubio miró a Sasuke con preocupación, pero también con una confianza infinita.

—Teme, sé que lo harás bien. Solo no dejes que esas ilusiones te engañen. Yo estoy contigo, aunque no pueda entrar.

Sasuke asintió, con su mirada fija por última vez en esos ojos azules que eran como su faro y su guía en la oscuridad.

—Gracias Naruto. Lo haré.

Antes de que Sasuke entrara a la prueba, Naruto lo detuvo suavemente, sosteniendo la bufanda que había llevado consigo. Sin decir una palabra, rodeó el cuello del Uchiha con ella, acomodandola con cuidado como si el gesto pudiera transmitirle su energía y darle confianza. Luego se inclinó hacia él y le dio un tierno beso en los labios, breve pero lleno de significado.

Sasuke lo miró sorprendido, sus mejillas encendiéndose con un leve sonrojo al comprender por qué el rubio había insistido tanto en llevar la bufanda consigo.

—Gracias cielo —murmuró Sasuke con una pequeña sonrisa, sintiéndose menos solo.

Naruto asintió con firmeza, mostrando su apoyo sin necesidad de palabras, y Sasuke dio un paso adelante hacia el bosque. Aunque estaba nervioso por lo que le esperaba, la calidez del gesto de Naruto y la bufanda que ahora llevaba consigo le hicieron sentir como si su pareja estuviera a su lado, acompañándolo incluso en la prueba más difícil.

Naruto observó a Sasuke adentrarse en el bosque con la bufanda ondeando suavemente tras él. Había querido asegurarse de que Sasuke sintiera su apoyo, incluso si no podía acompañarlo físicamente.

—Sasuke eres la persona más fuerte que conozco, lo lograrás.—murmuró para sí mismo, como si sus palabras pudieran alcanzarlo.

El pelinegro por su parte, ajustó la bufanda alrededor de su cuello mientras avanzaba. El suave tacto de la tela y el recuerdo del beso de Naruto le daban fuerzas.

—Naruto... —susurró con una leve sonrisa en los labios, que pronto se desvaneció al notar un cambio en el ambiente.

El bosque comenzó a oscurecerse, las sombras de los árboles se alargaron y un extraño silencio lo envolvió. Sasuke cerró los ojos por un momento, centrando su chakra.

—Esto es una ilusión. No dejaré que me controle.

A su alrededor, las sombras comenzaron a tomar forma, proyectando imágenes de su pasado. Vio a Itachi de pie frente a él, con la mirada severa.