Invisible String

40 Desafio

—Cielo, hay que descansar un momento aquí en el bosque —sugirió Sasuke mientras miraba alrededor. 

—Sí, está bien. 

Naruto al ver al pelinegro tan cansado aceptó y se sentó recargado contra un árbol, abrió los brazos invitando a su novio para que se acomodara. Sin dudarlo, Sasuke se acostó en su regazo, dejando caer su peso con total confianza. 

—Déjame descansar un rato aquí —dijo Sasuke con voz tranquila mientras tocaba las piernas de Naruto para acomodarse mejor. 

Naruto sonrió y le acarició el cabello con ternura. 

—Ya duerme, gatito. 

Sasuke cerró los ojos por un momento, pero los abrió de nuevo con una ligera sonrisa. 

—No voy a dormir, solo quiero despejar mi mente. 

Naruto continuó acariciándole el cabello mientras lo observaba en silencio, permitiendo que Sasuke encontrara paz en ese momento.

El Uchiha se relajó aún más al sentir las suaves caricias de Naruto en su cabello. Poco a poco, el cansancio lo venció, sumiéndolo en un sueño profundo. En su mente, las imágenes comenzaron a formarse hasta que se encontró en un lugar familiar pero distante: la oficina del Hokage. 

Frente a él, Minato Namikaze, con su imponente capa de Hokage, revisaba unos documentos. Sasuke entraba con su traje de ANBU y su máscara cubriendo su rostro. 

—Misión cumplida, Lord Hokage —informó con una inclinación respetuosa. 

Minato alzó la vista, sonriendo con gentileza al verlo. 

—Sasuke, no me llames así, somos familia —respondió con tono cálido. 

Sasuke vaciló un instante antes de contestar. 

—Es la costumbre, señor. 

Minato negó suavemente con la cabeza, dejando escapar una risa ligera. 

—Siempre tan formal, Sasuke. Espero que con mi hijo no seas igual. 

Las palabras de Minato lo hicieron sonrojarse, pero gracias a la máscara, su reacción quedó oculta. Aun así, el rubor en sus mejillas pareció calentarle el rostro. 

—Yo… soy diferente con Naruto. No se preocupe, lo cuido bien. 

Minato lo observó en silencio durante unos segundos, como si estuviera evaluando cada palabra. Luego asintió con una expresión seria pero amable. 

—Más te vale cuidarlo bien, Uchiha. Él está muy enamorado de ti, y me gusta verlo tan feliz. 

Sasuke sintió un nudo en el pecho, no por nerviosismo, sino por la emoción que Minato lograba transmitirle con esas palabras. 

—Haré todo por él, siempre —respondió con firmeza, inclinando ligeramente la cabeza como un juramento silencioso. 

—Estoy seguro de que lo harás. Pero no olvides una cosa, Sasuke. Mi hijo puede ser terco y caótico a veces, pero su corazón es puro. Si alguna vez dudas, recuerda que él eligió amarte, con todo lo que eso significa.

—Lo sé —admitió Sasuke, bajando la mirada con un toque de emoción en su voz— Por eso nunca lo decepcionaré.

Minato se levantó y dio un paso hacia él, colocando una mano firme en su hombro.

—Eso es lo que esperaba escuchar del hombre que está al lado de mi hijo.

En ese momento, Sasuke despertó lentamente. Sus ojos se abrieron para encontrarse con el cielo a través de las hojas del bosque. Naruto seguía acariciándole el cabello, sonriendo al notar que había regresado al mundo real.