Invisible String

40 Desafio

Cuando finalmente llegaron al otro lado, Mu sensei se detuvo y giró para mirarlo.

—Aquí es donde comienza tu prueba Sasuke. No será un combate físico ni una ilusión como antes. Esta vez, enfrentarás tu propio reflejo, no el que ves en un espejo, sino el que llevas dentro de ti.

Sasuke inclinó ligeramente la cabeza, en señal de respeto y comprensión.

—Estoy listo, sensei.

Mu sensei extendió una mano y de pronto el suelo bajo ellos cambió. Sasuke sintió como si todo se desvaneciera, dejando únicamente un vasto espacio vacío, iluminado por una luz que no parecía tener origen.

De la nada, una figura emergió frente a él. Era él mismo, pero no el Sasuke actual, sino una versión más joven, con los ojos llenos de ira, rencor y soledad.

—¿Eres mi prueba?

El reflejo sonrió con desdén.

—Soy lo que eras antes, cuando tu odio y tu sed de venganza lo eran todo. ¿Crees que puedes dejarme atrás tan fácilmente?

Sasuke lo observó con detenimiento, sintiendo una mezcla de lástima y desafío.

—No voy a dejarte atrás —respondió con calma—Tú eres parte de mí, pero ya no me defines.

La figura dio un paso adelante, con su sharingan brillando peligrosamente.

—¿De verdad lo crees? Sin mí, sin ese odio, ¿qué eres ahora? ¿Qué te queda?

Sasuke cerró los ojos por un momento, recordando las palabras de Naruto, el calor de su bufanda en su cuello, y el amor que ahora lo guiaba.

—Soy más que mi pasado, más que el odio. Soy alguien que ha elegido vivir, amar y proteger. Tú eres una sombra, y yo, yo he elegido la luz.

El reflejo dejó escapar una carcajada amarga, pero su brillo comenzó a desvanecerse lentamente.

—Si eso es verdad, demuéstralo.

Sasuke apretó los puños, listo para enfrentar lo que fuera necesario para demostrar que ya no era prisionero de su propio odio.

—¿Acaso vas a olvidar todo lo que nos hicieron? —le espetó la voz que resonaba con resentimiento y amargura— ¿Todo por ese estúpido rubio? 

Sasuke sostuvo su mirada, sin inmutarse.

—El odio no me llevó a nada —dijo con convicción—Y Naruto me hace feliz cada día. 

La figura oscura soltó una risa amarga, cruzando los brazos con incredulidad. 

—¿Feliz? ¿De verdad crees eso?

—Yo sé que también lo amas, pero no te permitías pensarlo. 

—¿Ja! ¿Yo amar a ese perdedor? —respondió con una sonrisa sarcástica—No caería tan bajo. 

Sasuke dio un paso al frente, su mirada llena de determinación. 

—No sabes lo que dices. Él es un héroe. Pronto será Hokage, y yo estaré a su lado, como siempre debió ser. 

La figura retrocedió levemente, el brillo de los ojos de Sasuke la atravesaba como si fuera una verdad imposible de negar.

El reflejo de Sasuke dejó escapar una risa amarga, dando un paso más cerca de él, como si intentara intimidarlo.

—¿Un héroe? ¿Un Hokage? ¿De verdad crees que alguien como tú merece estar al lado de alguien tan puro? Tú eres un Uchiha, un símbolo de destrucción, no de esperanza.