↠flowers ❁ frerard

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Vi  que el imagina anterior tuvo éxito, pero el problema es que he matado al  personaje principal entonces he pensado en seguirlo desde el punto de vista de Patrick o  simplemente dejarlo tal cual está y no seguir. Lo que puedo intentar es hacer  este imagina conparte. Y eso. Y millones de gracias a los que votais, leeis y comentáis. Me dais la vida con vuestras opiniones. ♡

Otra vez. Otro ramo de rosas de una persona anónima en su casillero. No sabía como lo hacía ni el porqué, pero esto le estaba sobrepasando sus límites. Cada día, la persona anónima le ponía un ramo de rosas junto con una carta en la que le solía decir cosas realmente cursis o también le solía recitar un poema. Y la carta finalizaba con que algún día tendría el valor de acercarse a él y darle el ramo por sí mismo. Pero nunca apareció.

Frank, se fue bufando hacia su próxima y última clase y decidió olvidarse de la persona anónima.

Al terminar, volvió a casa como cualquier día normal. Se dispuso a comer con sus padres, a hacer la tarea y a escuchar música.  Recordó a la persona anónima. Se preguntaba como podría ser verlo en persona. O si coincidía con ella en alguna clase. Porque debía ser chica. Dudaba que un chico fuera tan cursi, y menos que hubiera uno en ese instituto. Igualmente, él era el primero que dudaba de sus gustos. Podría ser bisexual ya que tenía pensamientos “ extraños ” hacia un hombre pero aún así las mujeres le atraen bastante. Como veía que se estaba rayando demasiado la cabeza, decidió dejar ese tema en el aire e ir a cenar y luego acostarse ya que mañana tendría un día duro.

Al día siguiente

Los rayos del sol iluminaban su habitación y eso indicaba que debía levantarse. Decidió apagar la alarma ya que se había levantado minutos antes y entró al baño a cambiarse y prepararse. Al terminar, desayunó y se fue hacia el instituto.

Al llegar al instituto y mirar en su casillero, algo le pareció extraño. No había ningún ramo ni ninguna carta.

Le pareció extraño ya que siempre solía estar el ramo a primera hora de la mañana pero puede ser que hoy se haya demorado. “ Lo pondrá luego. ” pensó Frank.

Pasaron las horas y no había rastro de ninguna flor. Desde hace varios meses, esto nunca le había pasado y le parecía un tanto peculiar ya que la persona anónima nunca solía tardarse tanto. Fue a su última clase de la semana bastante enojado y decaído, ya que ansiaba tener su ramo antes del fin de semana (cosa que era raro en Frank, ya que él nunca solía debilitarse por tal “estupidez”)

Al terminar la clase, recogió todo y corriendo fue a mirar a su casillero. Nada.

Se dispuso a dar la vuelta cuando una mano en el hombro lo detuvo. Al darse la vuelta era Gerard, el chico con quien compartía plástica.

- ¿Qué quieres Gerard? - dijo Frank algo irritado.

- Vine a traerte lo que te debo - soltó sacando un ramo. Un ramo exactamente igual como los anteriores que encontraba en su casillero.

- ¿Eres tú? - dijo Frank. Se sentía feliz y alegre. El otro chico asintió lentamente. - ¿porque lo haces?

- M-me gustas desde hace tiempo y tenia miedo a no ser correspondido...- dijo bajando la cabeza. Gerard era demasiado tierno. “ ¿Qué estoy diciendo? ” pensó Frank.

- N-no se que decir... -simplemente dijo eso aunque era la verdad.

- S-sólo quiero saber que si es correspondido aunque dudo que no lo sea porque en la última clase te vi muy decaído y...- dijo Gerard pero fue interrumpido por Frank.

- Te equivocas. No es correspondido- eso fue directo al corazón de Gerard como un puñal. Dolió. Mucho.

- ¿N-no sientes nada? V-vi en tu cuaderno que escribiste un p-poema sobre la persona anonima y...- dijo Gerard intentando articular alguna palabra pero solo eran balbuceos.

- Déjame en paz ¿si? No quiero más ramos, ni más cartas - soltó el pelinegro. Y se fue dejando al mayor echo añicos. Porque el chico dió todo por él.

El menor, se fue dolido y arrepentido, pero él no hiba a caer en el amor porque el amor es un signo de debilididad y él debía ser fuerte y si tenía que serlo sin sus ramos y sus cartas, lo sería.

imaginas ; peterick, ryden & frerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora