Andreh no dijo nada mientras caminaba, pero su paso era seguro, Aquino lo siguió, cada vez más inseguro de si hacía lo correcto, su mente repetía la advertencia del reflejo como un eco interminable.

Finalmente, después de varios minutos de andar en silencio, Andreh abrió una puerta lateral: una sala sin ventanas, con apenas un banco metálico y luces bajas, no parecía el cetro de la base o algún lugar transcurrido.

—Nadie viene acá —dijo Andreh, cerró la puerta detrás de ellos y el sonido del seguro deslizándose sonó más fuerte de lo necesario.

Aquino se quedó de pie, temblando sin entender por qué.

Andreh no lo obligó a hablar, se sentó en el banco  dando unas palmadas a su lado invitando a que tomase asiento.

—Admito que quería hablar contigo, pero no esperaba que fuese así —dijo al fin.

Aquino se aferró a la pared, desconfiado.

—¿por qué quieres hablar conmigo? Por lo qué recuerdo, las veces que hemos hablado son contadas.

Andreh alzó la vista viéndole con suavidad.

— hay mucho más que no sabes, pero quisiera consultarte antes.. ¿como estas? Tienes mucho encima

Aquino sintió un frío helado recorriéndole la espalda, aquella pregunta inesperada.

—yo.. estoy bien creo, ¿por qué lo haces parecer tan familiar?

Andreh levantó una ceja.

— ¿familiar? ¿acaso me has visto Aquino?

El silencio cayó como un peso, Andreh continuó, sin intención de herirlo:

— Mira, si es que sabes de mi quisiera que me dijeras pero a su tiempo, notó su estrés.

Aquino apretó los puños.

—No tengo estrés y no te he visto nunca.

Andreh lo observó un momento más y luego, con una calma agotadora, dijo:

— Entonces ¿por qué estabas fuera de tu base a esta hora? ¿Mucho en la cabeza? ¿Problemas con la mafia?

Aquino no tuvo respuesta.

El aire se volvió denso, las luces parecían titilar y Andreh habló otra vez, esta vez más bajo:

— recuerda, no sos el único que viene de otra dimensión, todos venimos de otros lados, si te sucede algo puedes hablarlo.

Parece que aquello logró calmar un poco al castaño y antes que este respondiera, Andreh volvió a tomar la palabra.

— Yo también he visto otras dimensiones, cuando Eón nos trajo vi distintos mundos, seguro fue un error pero.. no sos él único.

Eso hizo que Aquino lo mire, realmente lo mire, por primera vez.

—¿Vos también…?

Andreh asintió, casi sin querer.

—No es fácil cuando la única voz que suena real es la que te dice que no confíes en nadie.

✧ ゚ 𝐄𝐜𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐌𝐮𝐥𝐭𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐨 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora