Suspiro entrecortadamente, mi cabeza empezando a doler.
-Yo...-me corto antes de que pudiera acabar o más bien antes de que pudiera comenzar
-No, Julieta ya no te quiero cerca de mi hijo, le hiciste mucho daño y eso yo no te lo puedo perdonar-se podía oír como en estos momentos la mamá de Andrew colapso en un llanto-ya no eres de la familia, además él... ya está con alguien más-sorbió su nariz-déjalo ir Julieta-dijo antes de colgar el teléfono.
El único sonido que se escuchaba era el constante pitido del teléfono, no quería llorar, me jure ya no hacerlo y eso es lo que iba hacer.
Me deje caer completamente en el sillón, sigo sin poder creer lo que me dijo la mamá de Andrew, aunque lo entendía, quien quisiera a una mujer que le hizo tanto daño a su hijo, paso ambas manos sobre mi cabello para dejarlas escurrir por mi rostro, golpeando levemente con estas en un intento absurdo de quitar el profundo dolor que empezaba a sentir. Cierro mis ojos con tanta fue duele.
No sé cuánto tiempo llevo sólo viendo a la nada, pero no importa, a decir verdad desde hace tiempo que nada ya importa, en estos mismos instantes lo que más quiero es desaparecer y ya no volver.
Me limpio el rostro con mi antebrazo, con la mano libre la apoyo en alguna parte del sofá y así poder levantarme aún cuando mis piernas temblaban, era un manojo de nervios en estos instantes.
Me dispuse a bajar, respirando hondo cuantas veces fue necesario para regularizar mi respiración. Sé que no tendría ningún sentido que bajase justo ahora-pues si mis cálculos no fallaban, la junta esta por acabar-, pero si no bajo me llevare un buen sermón por parte de señor Eugenio y cualquier estúpida excusa para cobrarme algo.
Cuando ya estoy en la planta baja solo escucho una voz de mujer, una melodiosa y dulce.
-Lo siento-se dirigió a todos los vecinos, su voz sonando bastante apenada-él es mi prometido, se llama Andrew y esperemos acomodarnos perfectamente aquí-fijo mi vista en una musculosa espalda que me imagino y debe ser el prometido de la vecina, este iba directamente hacia la salida, no logre verlo por completo, pero llevaba un traje que a simple vista se veía que era fino, pero de ahí ya no pude ver más.
Tomo asiento rápidamente en el único lugar que quedaba vacío-el cuál se encontraba hasta la última fila-suspiro agradecida cuando me doy cuenta que nadie me noto, me acomodo como puedo en la silla.
-Bueno espero y los ayuden en lo que ellos necesiten-dijo Eugenio-y no duden en preguntarme cualquier cosa-se dirigió a la nueva vecina-pueden irse, gracias por venir.
Cuándo estaba a punto de levantarme como todos los demás, el señor Eugenio se posó en frente mío con mi nueva vecina
-Señorita Jerffenson puede enseñarle el edificio a la señora Parris-bufe, que suerte tengo, asentí cansada, no podía librarme.
-Claro-puse una sonrisa forzada, sin decir nada más empecé a caminar hacia las escaleras y alado mío se encontraba la que sería mi nueva vecina, a decir verdad era muy hermosa. Metí mis manos en las bolsas traseras de mis pantalones mientras desviaba mi vista en cualquier parte menos en la que sería mi vecina.
-Gracias-dijo ella-aunque no era necesario no es como si me vaya a perder, ya había venido antes aquí.
-No hay problema-fijo mi vista en ella, muy cortante, vamos Julieta -nunca te había visto antes-muy bien, recuerda lo que te dijo Connor, no seas una chica que tiene cara de haber comido a penas un limón.
-Oh-me mira apenada-solo vine a ver cómo era-sonrió, por un momento me sentí intimidada por su belleza, aclaro mi garganta algo incómoda.
-¿Te vienes a vivir con tu novio?-pregunto por curiosidad-, no lo vi en la junta.
-A decir verdad es mi prometido-contesta amablemente- y bueno se fue antes de que tu bajaras, tenía algo que hacer en su trabajo, en la empresa en que trabaja implica mucho esfuerzo y después de lo que pasó, trabaja más para poder olvidar que para traer dinero a la casa.
-¿Y por qué aquí?-pregunte-, quiero decir, hay más departamentos más hermosos que estos-ella ríe y niega repetidas veces con la cabeza.
-No sé-subió sus hombros, sus facciones afligidas me dan entender que realmente no sabía la razón-, digamos que para Andrew era su sueño estar aquí así que no le reproche nada-fija su vista en las escaleras-le trae recuerdos, supongo- en esto último la duda envolviendo sus palabras, no quise preguntar más, con tan solo verla sé que no quisiera recordar algo.
Sin darme cuenta, ya nos encontrábamos en nuestro piso.
-Tú departamento esta con el mío, son los cuatrocientos y está en la séptima planta, y créeme es algo agotador llegar hasta aquí-suspire mientras meneaba la cabeza en forma de negación, llegando a exagerar un poco.
-Me imagino-ríe.
-Pues...supongo que aquí termina-muevo mis pies nerviosa, nunca he sido buena entablando conversaciónes.
-Muchas gracias de nuevo-se acerca a su puerta- por cierto soy Althea-me extendió su mano, dude un momento pero la agarre-Althea Parris-río por lo último.
-Julieta-respondí con una sonrisa, aparto mi mano de la suya después de unos segundos.
-Qué bueno que ya estás aquí pulga por que la comida que había en el refrigerador se acabó-Connor sale distraídamente de mi departamento, fue mala idea a verle dado una copia de la llave, cuando este se fijó en la presencia de la nueva vecina me miro confundido.
-Es la nueva vecina.
-Mucho gusto, soy Althea supongo que él es tu novio Julieta.
Connor y yo nos miramos rápidamente para después empezar a reír, la mirada confundida de Althea hace que deje de reír como maniática.
-Ni loca él...
-Oh vamos amor, que tiene de malo que las personas sepan de nuestro amor-lo asesinare, lo fulmino con la mirada.
-Eres un...
-Amor eso es privado-dice sonriente a la vez que volta a ver a Althea.
-O no yo ya me iba-dice torpemente antes de abrir con rapidez su puerta.
-Eres un tonto Connor Venedet
-Me amas.
-Supongamos eso.
Cuando ambos entramos al departamento un nombre se me vino a la mente, la que sin consideración alguna siempre aparece en mi memoria y hace que todo en mi duela, y recuerde lo que hace unas horas pasó.
Andrew Parris
Tal vez....
Negué, imposible es mucha coincidencia, hay muchos Andrew Parris en este mundo.
-Enserio Julieta no hay nada, solo huevos-rio torpemente, antes de pegarle con suavidad en unos de los brazos del pelinegro.
YOU ARE READING
Acosadora (Libro #1)
Teen FictionCada día desde mi ventana observo al otro lado de esta, esperando el momento. Todos los días a la misma hora, observo cada detalle de lo que hacen, cada pelea, cada golpe, cada beso, es como si fuera una relación de tres, aunque ellos no noten mi pr...
5.La ventana de los vecinos nuevos
Start from the beginning