5.La ventana de los vecinos nuevos

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Suspiro entrecortadamente, mi cabeza empezando a doler.

-Yo...-me corto antes de que pudiera acabar o más bien antes de que pudiera comenzar

-No, Julieta ya no te quiero cerca de mi hijo, le hiciste mucho daño y eso yo no te lo puedo perdonar-se podía oír como en estos momentos la mamá de Andrew colapso en un llanto-ya no eres de la familia, además él... ya está con alguien más-sorbió su nariz-déjalo ir Julieta-dijo antes de colgar el teléfono.

El único sonido que se escuchaba era el constante pitido del teléfono, no quería llorar, me jure ya no hacerlo y eso es lo que iba hacer.

Me deje caer completamente en el sillón, sigo sin poder creer lo que me dijo la mamá de Andrew, aunque lo entendía, quien quisiera a una mujer que le hizo tanto daño a su hijo, paso ambas manos sobre mi cabello para dejarlas escurrir por mi rostro, golpeando levemente con estas en un intento absurdo de quitar el profundo dolor que empezaba a sentir. Cierro mis ojos con tanta fue duele.

No sé cuánto tiempo llevo sólo viendo a la nada, pero no importa, a decir verdad desde hace tiempo que nada ya importa, en estos mismos instantes lo que más quiero es desaparecer y ya no volver.

Me limpio el rostro con mi antebrazo, con la mano libre la apoyo en alguna parte del sofá y así poder levantarme aún cuando mis piernas temblaban, era un manojo de nervios en estos instantes.

Me dispuse a bajar, respirando hondo cuantas veces fue necesario para regularizar mi respiración. Sé que no tendría ningún sentido que bajase justo ahora-pues si mis cálculos no fallaban, la junta esta por acabar-, pero si no bajo me llevare un buen sermón por parte de señor Eugenio y cualquier estúpida excusa para cobrarme algo.

Cuando ya estoy en la planta baja solo escucho una voz de mujer, una melodiosa y dulce.

-Lo siento-se dirigió a todos los vecinos, su voz sonando bastante apenada-él es mi prometido, se llama Andrew y esperemos acomodarnos perfectamente aquí-fijo mi vista en una musculosa espalda que me imagino y debe ser el prometido de la vecina, este iba directamente hacia la salida, no logre verlo por completo, pero llevaba un traje que a simple vista se veía que era fino, pero de ahí ya no pude ver más.

Tomo asiento rápidamente en el único lugar que quedaba vacío-el cuál se encontraba hasta la última fila-suspiro agradecida cuando me doy cuenta que nadie me noto, me acomodo como puedo en la silla.

-Bueno espero y los ayuden en lo que ellos necesiten-dijo Eugenio-y no duden en preguntarme cualquier cosa-se dirigió a la nueva vecina-pueden irse, gracias por venir.

Cuándo estaba a punto de levantarme como todos los demás, el señor Eugenio se posó en frente mío con mi nueva vecina

-Señorita Jerffenson puede enseñarle el edificio a la señora Parris-bufe, que suerte tengo, asentí cansada, no podía librarme.

-Claro-puse una sonrisa forzada, sin decir nada más empecé a caminar hacia las escaleras y alado mío se encontraba la que sería mi nueva vecina, a decir verdad era muy hermosa. Metí mis manos en las bolsas traseras de mis pantalones mientras desviaba mi vista en cualquier parte menos en la que sería mi vecina.

-Gracias-dijo ella-aunque no era necesario no es como si me vaya a perder, ya había venido antes aquí.

-No hay problema-fijo mi vista en ella, muy cortante, vamos Julieta -nunca te había visto antes-muy bien, recuerda lo que te dijo Connor, no seas una chica que tiene cara de haber comido a penas un limón.

-Oh-me mira apenada-solo vine a ver cómo era-sonrió, por un momento me sentí intimidada por su belleza, aclaro mi garganta algo incómoda.

-¿Te vienes a vivir con tu novio?-pregunto por curiosidad-, no lo vi en la junta.

-A decir verdad es mi prometido-contesta amablemente- y bueno se fue antes de que tu bajaras, tenía algo que hacer en su trabajo, en la empresa en que trabaja implica mucho esfuerzo y después de lo que pasó, trabaja más para poder olvidar que para traer dinero a la casa.

-¿Y por qué aquí?-pregunte-, quiero decir, hay más departamentos más hermosos que estos-ella ríe y niega repetidas veces con la cabeza.

-No sé-subió sus hombros, sus facciones afligidas me dan entender que realmente no sabía la razón-, digamos que para Andrew era su sueño estar aquí así que no le reproche nada-fija su vista en las escaleras-le trae recuerdos, supongo- en esto último la duda envolviendo sus palabras, no quise preguntar más, con tan solo verla sé que no quisiera recordar algo.

Sin darme cuenta, ya nos encontrábamos en nuestro piso.

-Tú departamento esta con el mío, son los cuatrocientos y está en la séptima planta, y créeme es algo agotador llegar hasta aquí-suspire mientras meneaba la cabeza en forma de negación, llegando a exagerar un poco.

-Me imagino-ríe.

-Pues...supongo que aquí termina-muevo mis pies nerviosa, nunca he sido buena entablando conversaciónes.

-Muchas gracias de nuevo-se acerca a su puerta- por cierto soy Althea-me extendió su mano, dude un momento pero la agarre-Althea Parris-río por lo último.

-Julieta-respondí con una sonrisa, aparto mi mano de la suya después de unos segundos.

-Qué bueno que ya estás aquí pulga por que la comida que había en el refrigerador se acabó-Connor sale distraídamente de mi departamento, fue mala idea a verle dado una copia de la llave, cuando este se fijó en la presencia de la nueva vecina me miro confundido.

-Es la nueva vecina.

-Mucho gusto, soy Althea supongo que él es tu novio Julieta.

Connor y yo nos miramos rápidamente para después empezar a reír, la mirada confundida de Althea hace que deje de reír como maniática.

-Ni loca él...

-Oh vamos amor, que tiene de malo que las personas sepan de nuestro amor-lo asesinare, lo fulmino con la mirada.

-Eres un...

-Amor eso es privado-dice sonriente a la vez que volta a ver a Althea.

-O no yo ya me iba-dice torpemente antes de abrir con rapidez su puerta.

-Eres un tonto Connor Venedet

-Me amas.

-Supongamos eso.

Cuando ambos entramos al departamento un nombre se me vino a la mente, la que sin consideración alguna siempre aparece en mi memoria y hace que todo en mi duela, y recuerde lo que hace unas horas pasó.

Andrew Parris

Tal vez....

Negué, imposible es mucha coincidencia, hay muchos Andrew Parris en este mundo.

-Enserio Julieta no hay nada, solo huevos-rio torpemente, antes de pegarle con suavidad en unos de los brazos del pelinegro.




Acosadora (Libro #1)Where stories live. Discover now