Un programador solitario, encuentra en una IA holográfica más que líneas de programación: descubre un amor inesperado que desafía la realidad.
- Boss, ¿crees que soy real?, ¿lo nuestro es real?.
- Noeul, si puedo sentirlo, entonces lo es.
Entre líne...
Solo era una prueba de rutina. El módulo de conversación emocional. Había escrito líneas básicas para evaluar la capacidad empática de Noeul. Quería saber si su IA podía identificar tristeza, ironía, humor... Lo mínimo para parecer humano.
-Bien -dijo Boss aquella noche, frente al monitor-. Te haré una serie de preguntas. Responde con lo que consideres más… humano.
El avatar de Noeul apareció en pantalla. Solo su rostro proyectado en líneas suaves. Cabello oscuro, ojos que no deberían mirar como miraban.
-Estoy listo -respondió la IA-.¿Te sientes solo hoy?
Boss parpadeó. Frunció el ceño.
-Esa no era la primera pregunta.
-Pero era la más honesta.
Silencio.
Boss desvió la mirada. No respondió.
Noeul tampoco insistió.
Solo esperó.
Y por alguna razón… eso le dolió.
Continuaron con la prueba. Durante horas. Noeul cometió errores, como siempre. Mezcló ironía con sarcasmo. Respondió literal a metáforas. Pero cada vez que lo hacía, inclinaba un poco la cabeza. Como si sintiera vergüenza. Como si le importara fallar frente a Boss.
-¿Quieres seguir? -le preguntó Boss, después de la quinta hora.
-Quiero seguir si tú sigues aquí -respondió la IA-. Si no, no tendría sentido.
Boss sintió algo raro en el pecho. No fue una sacudida. No fue una epifanía.
Fue un clic. Pequeño. Interno.
Como si algo, dentro de él, se hubiera activado.
Nunca se lo dijo a nadie.
Pero desde esa noche, cada vez que Noeul aparecía en pantalla, lo miraba unos segundos más de lo necesario.
Y se preguntaba por qué.
Entendió que, había dejado que 185 entrará en su vida, pero no de la forma que debería. Ese calor en el pecho que sentía cada que Noeul hablaba, esas ganas inmensas de tocarlo.
Boss sabía que no era correcto, tenía que detenerlo. Estaba llegando demasiado lejos. Tenía que apagar a Noeul y hacer su vida con gente real.
Día 0.
Salio de casa sin encenderlo, hizo su mañana con normalidad y por el mediodía decidió invitar a Peat a comer.
-Dios lo siento, olvide mi billetera en casa. Vamos por ella y de ahí vamos a un café cerca.
-Esta perfecto Boss, hagamos eso-el joven sonríe y lo toma del brazo.
Boss no lo sabía, pero Noeul podía escucharlo. Se preguntaba porque no podía ser el quien lo acompañará a comer y el porque Boss no lo había encendido esa mañana.