Siempre fuiste tú (#3 A través de ti)

CAPÍTULO 16

Luego de otra larga semana, en donde solo mantuve mi mente ocupada en proyectos, y exámenes, para así no hacer caso a la voz que da vueltas en mi cabeza, o a lo que todos dicen, nuevamente llega el fin de semana. Por suerte, pese a ser una semana pesada y cargada, se pasó bastante rápido.

Nathalie y Paul, habían organizado un almuerzo familiar para el sábado. Asi que aqui nos encontramos, preparando todo para recibir a nuestros invitados: la familia Orwell, tíos, y abuelos, quienes son los primeros en llegar, y como siempre traen el postre.

Con Hope somos los encargados de poner la mesa, y como el dia esta realmente agradable, tuvimos la idea de ponerla en el patio trasero, a la sombra del árbol que hay alli. Una leve brisa acompañará el almuerzo.

Hope escucha un auto estacionarse, y me deja solo colocando los vasos.

–¡Nolan! –Dylan me grita mientras viene corriendo hacia mi, y lo recibo con un fuerte abrazo, para luego hacer nuestro saludo.

–¿Como estas, campeon? –le pregunto.

–Enojado.

–¿Y eso por qué?

–Porque Zoey vino con su novio –Dylan se cruza de brazos molesto, y yo dejo de estar feliz por el almuerzo familiar.

–¿Y él no te gusta?

Niega con la cabeza y me río.

–Le da besos asquerosos a Zoey cuando papá no está mirando –hace una mueca de asco, y me rio.

Dejo de reír cuando veo a Zoey acercarse con Jude. Me molesta que Jude este aquí.

–Hola –saluda ella sonriente y le devuelvo la sonrisa, un tanto forzada.

¿Por que me encuentro fingiendo una sonrisa?

–¿Qué hay, Jude?

–Nolan –me saluda con un apretón de manos.

–¿Necesitas ayuda? –pregunta Zoey, y le niego con la cabeza.

–Ya está todo aquí, pueden sentarse. Yo... iré a saludar adentro.

Ambos asienten y se ubican felizmente en un lugar, y yo me adentro a la casa para saludar a los demás.

Cuando entro a la sala, veo a Hunter y Paul jugando a las peleas, como si fueran niños. Siempre que no están a la vista de sus mujeres, esto hacen.

–¿Cuando van a crecer? –les pregunto riendo, y se separan, riendo también.

–Hola –me saluda Hunter, secando sus lágrimas por la risa.

–Nolan está teniendo malos días –Paul nos abraza a Hunter y a mi– Hay que hacer algo para animarlo.

–No estoy teniendo malos días.

–Vives con cara larga.

–Déjame llevar mi dolor en paz.

–Ya te dije que eso no es dolor, es algo más –contesta sin dejar de abrazarnos– Te hace falta algo.

–Paul, amigo, no digas que le falta...

–Sexo –dice antes que Hunter, y nos reimos– No se rían.

–Siempre es el sexo para ti.

–Puede que lo sea, y mirenme... –se aleja de nosotros para posarnos como un modelo de Nathalie– Radiante, y feliz.

Nuevamente nos volvemos a reír.

–¿Entonces hay que llevar a Nolan a un club de mujeres? –pregunta Hunter negando con la cabeza, y Paul se lanza a él para taparle la boca.