Sasuke desvió la mirada hacia el suelo, como si temiera la respuesta de Naruto. Sus manos, normalmente seguras, ahora se entrelazaban nerviosamente.

-Yo sé que te pido demasiado -dijo con voz baja- pero quiero que nuestra familia sea primero, no la aldea.

Naruto lo observó en silencio, procesando sus palabras. Jamás había imaginado que Sasuke pudiera hablar con tanta claridad sobre un futuro juntos, tan diferente al camino que habían recorrido hasta ahora.

-¿Y qué haríamos? -preguntó finalmente con curiosidad.

Sasuke levantó la vista con una leve sonrisa.

-Tú podrías ser profesor, como Iruka-sensei.

Naruto dejó escapar una risa corta, casi incrédula.

-¿Yo? ¿Enseñar? -repitió, intentando imaginarse frente a un grupo de estudiantes inquietos.

-Claro que sí -continuó Sasuke con un leve encogimiento de hombros-. Les enseñarías no solo a ser buenos ninjas, sino a cuidar de los demás, como siempre haces.

Naruto no pudo evitar sonreír ante esa imagen.

-¿Y tú?

Sasuke miró hacia los árboles que se mecían a lo lejos y respondió con tranquilidad -Yo... talaría árboles. Es algo muy fácil, y así podría estar con nuestros hijos.

-Y tú talando árboles, ¿eh? -respondió, intentando cambiar el tema-. ¿No preferirías algo menos agotador? Podrías ser herrero o incluso un carpintero.

Sasuke negó con la cabeza, con una expresión tranquila -No importa lo que haga, mientras sea algo simple y me permita estar cerca de ti y de nuestros hijos. No quiero que ellos crezcan viéndonos partir una y otra vez, preguntándose si volveremos.

Naruto sintió un calor en el pecho al escuchar esas palabras. Sabía que Sasuke hablaba desde el corazón, y eso lo conmovía profundamente. Por un momento, pudo imaginar ese futuro: una vida tranquila, sin misiones peligrosas, con sus hijos corriendo alrededor mientras él y Sasuke los cuidaban juntos.

-Sasuke... prometo que encontraremos la forma de tener esa vida. Una en la que podamos estar juntos, sin preocupaciones, cuidando de nuestra familia.

Sasuke lo miró con seriedad, pero sus ojos tenían un brillo esperanzador.

-Entonces hagamos que esa promesa sea nuestra prioridad. Si algo he aprendido en estos años, es que tú siempre cumples tus promesas.

Naruto rio suavemente y lo abrazó con fuerza -Y esta no será la excepción teme. Algún día, tendremos esa vida que sueñas, juntos.

Sasuke tomó las manos de Naruto entre las suyas, sus ojos oscuros buscando los del rubio con intensidad y tristeza -Promete que nuestra familia será primero, yo sé que amas la aldea... pero ellos me quitaron todo. Ya es hora de que nosotros dejemos de hacer sacrificios por ellos.

Naruto lo miró en silencio por unos instantes, dejando que las palabras de Sasuke se internaran en lo más profundo de su corazón. Sabía el dolor que cargaba su pareja, las heridas del pasado que aún no sanaban del todo. Naruto no podía cambiar lo que sucedió, pero sí podía asegurarle un futuro diferente.

-Te entiendo... lo prometo -respondió con seriedad, apretando suavemente las manos de Sasuke-. Tú eres primero, y proteger a nuestra familia será mi prioridad.

Una ligera sonrisa curvó los labios de Sasuke, aunque sus ojos seguían reflejando emociones encontradas -Serás un gran maestro Naruto. Todos te admiran -dijo con sinceridad, dejando que un toque de orgullo se reflejara en su tono.

Invisible StringWhere stories live. Discover now