No dejes de mirarme

5.7K 563 72
                                    

Ereri.

«No dejes de mirarme»

Eren no se cansaba de ser ignorado por Levi. Pensaba que cualquier cosa merecía la pena, con tal de que los ojos del más bajito se posaran sobre los suyos, incluso si esa mirada resultaba tan fría como de costumbre.

A veces se había preguntado porqué era así. Porqué era tan frío y distante con todo el mundo. Imaginaba que algo le sucedió en el pasado, pero nunca se atrevió a preguntarle.

Y allí estaba él, observando al de menor estatura, que bajaba de su caballo.

Erwin, el jefe del escuadrón, se bajó del caballo negro que iba a un lado de Levi, casi al mismo tiempo. Se acercó a él, y le dijo algo en voz baja. Algo que le hizo fruncir el ceño.

Eren pensó que era el momento de acercarse a Levi

—Señor —Así es cómo se dirigía al chico de cabellos negros—, he limpiado su habitación, tal y cómo me dijo. ¿Qué debo hacer ahora? —Fue lo único de lo que se le ocurrió hablarle. Y eso que se moría de ganas por preguntarle porqué estaba más malhumorado que de costumbre.

—Hazme algo de comer —dijo, en ese tono de voz tan lejano de todo—. Me muero de hambre.

—Claro —respondió, enseguida—. ¿Qué le apetece?

—Lo que sea. —Sacudió sus manos, alejándose del castaño, adentrándose en la casa.

Eren lo siguió hasta el interior. Se metió en la cocina, sin dejar de mirar a Levi, quien se encontraba de espaldas, abriendo una ventana.

No sabía cómo podía explicar lo que sentía con sólo mirarlo.

Abrió la boca, queriendo llamar su atención, pero no consiguió articular palabra alguna.

Levi se dio media vuelta, encontrándose con que Eren aún no había empezado a cocinar.

—¿A qué esperas? —Eso es lo único que quería, que nunca dejase de mirarlo. Sus ojos clavados en los propios, le hacía volar más allá de donde era posible.

—Lo siento. Ahora mismo empiezo. —El moreno apartó la mirada de él, y Eren volvió a sentirse vacío. ¿Por qué era tan difícil llamar su atención?

Vertió aceite sobre una sartén. Se giró para soltar el recipiente con el líquido y volcó la sartén, la cual cayó boca abajo en el suelo, haciendo un estruendoso ruido.

La mirada del castaño buscó la del moreno, como queriendo disculparse por lo que había hecho.

El más bajito se mantuvo con el ceño fruncido. La verdad es que esa era la expresión natural de su cara. Se acercó a pasos ligeros al castaño, quien instintivamente cerró los ojos, esperándose lo peor.

Cuando sintió la respiración del otro, mezclarse con la suya, abrió los ojos de nuevo, encontrándose con el chico que, al parecer, nació furioso.

—Recógelo.

—¡S-sí! —El chico se agachó de inmediato. Soltó el recipiente del aceite, donde había estado minutos antes, colocó la sartén en la cocina y cogió un trapo para limpiar el suelo. Todo eso, mientras Levi no dejaba de observarlo— Lo siento. Me pongo nervioso cuando me mira —El moreno se quedó igual. ¿Cómo lo llamaban entre sus compañeros de trabajo? Ah, ya. El chico sin expresión—. Sin embargo, es lo único que quiero...

Se colocó frente a la cocina, la encendió y estuvo pendiente de ella.

Unas manos se situaron sobre sus caderas. Se estremeció. ¿Acaso Levi lo estaba sosteniendo de la cintura? Miró a su espalda, de reojos, y pudo ver el rostro del más bajo.

—¿Así que lo único que quieres es que te mire? —le susurró al oído. Por un momento, creyó que el corazón se le detuvo al oír aquellas palabras dichas por la única persona que le había hecho sentir tan feliz en los último días. Que le había hecho olvidar todos los problemas que tuvo en el pasado. Que había disminuido el dolor de su corazón, al recordar la muerte de su madre.

Se dio media vuelta para mirarlo y asintió, con vergüenza.

Levi sonrió. No era del todo una sonrisa, pero acostumbrado a ver el rostro sin expresión del contrario, se podía describir como la mayor de las sonrisas en los labios de ese chico.

—Señor... —Aunque en un principio, le tuvo miedo, ahora era más como respeto. Respeto mezclado con ese amor que sentía hacia el otro— Me gusta muchísimo... Y muchas veces he querido ser capaz de preguntarle sobre su pasado —Al ver la expresión de disgusto del moreno, añadió—. Sólo si quisiera hablar de ello, claro. Sólo digo que si alguna vez necesita algo... Aquí esta...

Los labios de Levi se juntaron con los suyos, haciéndolo callar de inmediato. La boca de Eren formaba una gran y perfecta O.

—Quizás podríamos hablar de ello... A solas.

Levi sonrió y desapareció de allí, y Eren se giró para prepararle la comida a su superior, mientras una sonrisa sincera se iba formando en sus labios.

Había conseguido que esa fría mirada que siempre le dedicaba, se convirtiera en una más dulce.

No dejes nunca de mirarme - Riren [One-Shot]Where stories live. Discover now