35.

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-Venga, y ¿que quieres hacer?

-Me da igual, ¿voy a por unos helados?-Le digo sonriendo y suplicando que diga que sí.

-Vale.-Se encoje de hombros, y sonríe al ver que sonrío.

-Perfecto, no te muevas eh, de oreo lo quieres, ¿no?-Sonrío.

-Como me conoces.-Da una carcajada.

Me levanto del banco y me dirijo a la heladería, espero la cola que había y cuando me toca, pido uno de oreo y otro de chocolate.
Salgo de la heladería y me dirijo al banco en el que Dani me espera.

Pero por un momento me preferiría haber quedado en la heladería, o directamente no haberme ido a por el helado...
Se me nubla la vista, las lágrimas amenazan con salir, me quedo petrificada, no me puedo mover, no puedo.
Uno de los helados se me cae al suelo debido a que el frio me quemaba y que las fuerzas me han empezado a fallar...

La cucharilla rebota en el suelo, haciendo que Dani me mire.

Pero yo que ya no puedo más, tiro el otro helado, doy media vuelta y me voy a paso muy ligero a mi casa.
Pero al ver que Dani viene detrás de mi, acelero el paso y hecho a correr a toda prisa.
No veo nada con las lágrimas pero me conozco el camino mas o menos, y quedan menos de tres casas para llegar a la mía.

Cuando llego abro corriendo, cierro de un portazo y voy directa a tirarme a la cama a llorar.

No es posible, no, no, no, no, otra vez no.

¿Empezamos de cero? {Gemelier}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora