❝Arrepentimientos y culpabilidad❞

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Me sorprendió demasiado lo que me había confesado Julian hacia dos minutos. Es decir, un mes en coma. Me sorprendió demasiado saber que él se había quedado treinta días en el hospital sólo por mí siendo que lo había mandado a la mierda el mediodía del accidente. Mas todo rastro de aprecio o ternura hacia él por aquel gesto desaparecieron en cuanto recordé que me había dejado plantada en la primer ecografía de nuestro primer hija.

-¿Por qué me dejaste plantada?

-¿Eh?- preguntó confundido o haciéndose el confundido. Julian es tan buen actor como yo.

-Dale, no te hagas el idiota, ¿sabes por qué estoy acá al menos?- pregunté cruzándome de brazos.

-Te envistió un camión.

-¿Y sabes por qué?- pregunté levantando una ceja. Él no contestó, parecía como si no hubiese escuchado nada.- ¡Por el puto mensaje que me mandaste! ¿En serio creíste qué te iba a creer? ¿Trabajo?- me reí- ¡Sos la peor persona en todo el planeta! ¿¡Por qué mierda me enamoré de vos!? ¡Lo único que haces es lastimarte!- dije con lágrimas en los ojos. Me dolía decirle eso pero se lo merecía, se merecía eso y mucho más. Muchísimo más.

Sentí los pasos de Julian acercarse a mí y luego sus fuertes brazos rodearme, mas en cuanto sentí su tacto contra mi piel lo primero que hice fue empujarlo.

-¡No me toques! No te quiero más cerca mío.- grité señalándolo.

-Oriana yo...- se interrumpió a sí mismo.

-¿Qué? ¿Vos qué? ¿Estuviste con otra, de nuevo? ¿También la dejaste embarazada como a Luna?- pregunté riéndome.- Creo que las dos deberíamos hacer una secta que se llame "las dos pelotudas que nos enamoramos de Julian Serrano", ¿no? Somos tan patéticas- dije riéndome de mí misma.

-¿Me dejas explicarte porqué no fui?- dijo sentándose al lado mío.

-Por que tenías que trabajar, ¿no? Eso me dijiste, ¿o acaso me mentiste?- abrí mi boca fingiendo sorpresa- ¡Qué mala persona, Julian!

-¿¡Te podes calmar!? Déjame que te explique por...- lo interrumpí.

-Dale, contame porque no fuiste a la primer ecografía de nuestro ya no existe primer bebé. Te escucho, a ver en qué estuviste pensando un mes. Espero que sea algo bueno por lo menos y sea creíble.- Julian se llevó las manos a su cara y suspiró.

-Me quedé dormido, se había cortado la luz en casa y no sonó el despertador de casa. Y te dije lo del trabajo para que no te enojes por haberme quedado dormido.- Sonreí.

-¿En serio fue sólo por eso?- dije sonriéndole mientras le acariciaba la mejilla. Julian asintió.

Me acerqué poco a poco a su cara, le di un beso en la mejilla y cuando nuestros labios se rozaron me separé de inmediato.

-¿Crees qué eso va a hacer qué te perdone y haga como si nada hubiera pasado?- negué con la cabeza.- No, Julian. 

-¿Qué? Pero si es la verdad.- dijo haciendo movimientos raros.

-¿Sabes quién estuvo cuando me enteré que había perdido a mi bebé? ¡Nadie! ¡No había nadie conmigo! ¿Por qué? Porque el idiota de mi novio me dejó plantada.- dije llorando.

Desperté agitada y me incorporé en la cama llevándome una mano al pecho. Miré a mi alrededor encontrándome con Julian y León durmiendo abrazados a mi lado. Sonreí porque eso significaba que no nos habíamos peleado y que mi bebé seguía viviendo. Hablando de Roma, me dieron ganas de vomitar. Me destapé rápido y corrí hacia el baño más cercano, até mi pelo rápidamente y me agaché al lado del inodoro a expulsar todo lo que mi organismo estaba dispuesto a echar de él. Cuando terminé me enjuagué la boca y cepillé mis dientes para volver a dormir con mi novio e hijastro. 

Wow, era raro usar esa palabra.

Me miré en el espejo y me contuve de gritar por el simple hecho de que Julian y León estaban durmiendo, ¿cuándo fue qué me descontrolé tanto para haber engordado de semejante forma?

Cambié mi pijama por ropa deportiva y corrí hacia el pequeño gimnasio que se encontraba en la planta baja de mi casa y comencé a hacer ejercicio hasta las doce del mediodía donde ya estaba demasiado transpirada y mi cuerpo exigía un descanso y una buena ducha. Así que le obedecí y fui a darme un buen baño a la vez en que corría al baño a vomitar. 

Lo malo de estar embarazada, vomitas a toda hora. Iugh.

Salí del baño y me dirigí a la cocina en busca de algún alimento que no tenga muchas calorías, por lo que me decidí tomar un té de manzanilla.

Julian POV's:

Desperté y al hacerlo me choqué contra el cuerpo de León, el cual rodó hasta la otra punta de la cama ante mi tacto. Estiré mis brazos y un pequeño bostezo salió de mi garganta, me giré buscando el pequeño cuerpo de mi novia para poder abrazarla pero no lo encontré. Alarmado, me levanté de la cama y mi cabeza comenzó a doler al instante, por la rapidez de mis movimientos.

Rodeé el cuerpo de mi hijo con los almohadones y almohadas de Oriana para evitar que se cayera de la cama. Bajé las escaleras hasta la cocina para encontrarme a mi novia sentada sola en el sillón de cuero blanco en el living mirando el noticiero.

-Buenos días- la saludé fingiendo voz ronca mientras tapaba sus ojos con mis manos para que no pudiera verme.

-¿Todo bien?- dijo sonriendo a la vez que se giraba sobre sí misma con una sonrisa para poder verme. Le di un beso en su mejilla y me senté a su lado en el sillón.

-¿Qué estás tomando?- pregunté mientras veía como dirigía la taza que sostenía con ambas manos a su labios.

-Té, ¿querés?- preguntó ofreciéndome la taza.

-No, gracias.- Rechacé su oferta ya que odiaba el té, solo lo tomaba cuando me sentía muy mal y me obligaban a tomarlo por la garganta, al igual que la miel.


"By The Grace Of God" (Orian) [Austoestima #2] TERMINADA✔Where stories live. Discover now