EMBARAZADA

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{MAYA}

Me despierto en un coche, retenida con el cinturón y esposadas a manos y pies.
A mi lado, conduciendo, está Noah.
Me remuevo inquieta en mi asiento preguntándome de qué va todo esto, qué me van a hacer.
A lo mejor me llevan a un sitio alejado para matarme sin que nadie lo escuche ni vea.
- Ah, veo que ya te has despertado...- susurra Noah mirándome de reojo.
- ¿Adónde me llevas?
- Lejos, muy lejos.
- ¿Vas a matarme?- pregunto aterrada.
Noah se ríe.
- ¿No creerás que soy tan malo? Recuerda las reglas, quien incumpla las normas será expulsado del campamento y de Mercury. No dijimos nada de matar.
- ¡Pero no hice nada malo!- me quejo, intentando parecer inocente.
- No, qué va. Solo te infiltraste en el edificio central cuando todos sabéis que su entrada está totalmente prohibida.
- ¡Pero fue por una buena razón! ¡Tenía que ver a Jack! Sabía que algo malo le pasaba y no me equivocaba. ¡¿Por qué tratas a él y a Luke de esa manera?!- le grito horrorizada al recordar la imagen de los dos encarcelados en jaulas como ratas de laboratorio-. ¡Son humanos!
- Es por el bien de la humanidad...- es lo único que dice Noah.
- ¡No me vale esa excusa! ¡Puedes investigar a Jack sin hacerle daño!
- No me dejaba, así que he tenido que hacerlo a mi modo.
- ¡Pero eso es inmoral! ¡No puedes hacer eso! Tenía otra imagen de ti, Noah. Y de Mike. No me puedo creer que los dos aceptéis esas formas.
Espero a que Noah diga algo pero se queda callado.
- ¿Por qué no dices nada? ¡Sabes que tengo razón! ¡Sois unos monstruos! ¿Es que no podéis poneros en su piel y ver por lo que están pasando?
- ¿Cómo llevas tu embarazo?- pregunta Noah cambiando radicalmente de tema, haciendo caso omiso de lo que le estaba recriminando.
Me quedo callada, sin saber qué decirle. Ni siquiera sé cómo se ha enterado.
- ¿Cómo... cómo lo sabes?- susurro mirando hacia mi barriga.
- Mike me lo ha contado. Te oyó gritárselo a Jack. ¿Por qué se lo dijiste? ¿Él es el padre?
- ¿Qué? ¡No! No sé quién es el padre. No recuerdo haberme acostado con nadie durante el apocalipsis...
- ¿Y antes?
- Antes sí, solo con un chico pero eso fue hace ya mucho y yo estoy, imagino, de unos dos o tres meses...- susurro pensativa.
En ese tiempo estaba en La Llama.
- ¿Entonces por qué se lo contaste tan desesperadamente a Jack?
- Porque necesitaba decirlo en voz alta, él era el único de los que están en Mercury que era mi amigo y estaba conmigo en La Llama y podía decirme quién creía que pudo haber sido el padre pero ahora nunca lo sabré porque me alejas de él- le digo a Noah en tono acusador.
- Lo siento, pero las normas son las normas.
- No duraré nada sola...- susurro aterrada.
- Ya te las apañarás...- dice Noah.
- ¿En serio? ¿Es que no te importa nadie? ¿No puedes darme una segunda oportunidad? ¡No volveré a saltarme las reglas, lo prometo!
- No, Maya. Sé que eso no será así y no puedo arriesgarme a que nadie sepa lo que estamos haciendo con Jack y Luke, se asustarían, se rebelarían, como tú- me recrimina.
- ¡Pero moriré de hambre! Eso si no me matan antes los mordedores...- susurro tragando saliva, aún puedo intentar convencerlo de que no me deje sola, sin seguridad.
- No soy tan cruel, por mucho que lo creas. En el asiento trasero hay una mochila llena de suministros para aguantar mucho tiempo, comida, agua, algo de primeros auxilios y algún que otro cuchillo.
- ¿Y adónde vas a dejarme...?
- Hay un pueblo cercano, Indian Springs. Te dejaré cerca, ya falta poco...- me dice Noah y para el coche de repente.
- ¡¿Qué?!- pregunto extrañada a Noah-. ¿Vas a dejarme aquí, no puedes dejarme más cerca?
- Imposible. ¿Ves aquello?- susurra señalando a lo lejos.
Entrecierro los ojos y veo una forma como de espiral.
- ¡Un tornado!- exclamo sorprendida y a la vez aterrada.
- Exacto. No llegará hasta aquí pero te recomiendo que no te acerques al pueblo porque va a arrasarlo.
- ¿Y no puedes llevarme a otro sitio más seguro?
- No, no quiero gastar más gasolina de la cuenta- dice quitándome las esposas de las manos y los pies, luego me desabrocha el cinturón-. Puedes salir...
- No- niego con la cabeza-. Vas a tener que obligarme porque no pienso...
Noah abre la puerta de mi lado pasando por encima mía y me empuja hacia fuera sin esperármelo.
Caigo de espaldas hacia el suelo y Noah me lanza la mochila sobre mí, golpeándome en la barriga. Enseguida me acaricio suavemente la barriga, temiendo haber perdido al bebé con la caída y el golpe de la mochila.

Apocalipsis Zeta - Parte 3: Venganza...Where stories live. Discover now