SUEÑOS OSCUROS

3.6K 248 16
                                    

{JACK}

Me despierto de un tirón. Abro los ojos de par en par y miro alrededor.
Sigo en la misma camilla en la que estaban experimentando conmigo.
Pero no hay nadie y hay demasiado silencio.
Me levanto de la camilla y me tambaleo un poco hasta que logro recuperar el equilibrio.
La puerta del edificio central está entreabierta y se cuela la luz de la luna.
Es de noche, estarán todos durmiendo. Lo extraño es que me hayan dejado allí en la camilla solo, sin vigilancia.
Me dirijo al edificio de los dormitorios que antes fue utilizada como prisión.

Me paro antes de entrar porque no se escucha nada.
Nada de nada.
Ni siquiera ronquidos.
Esta nada es aterradora, muy aterradora.
Me recorre un escalofrío por toda la espina dorsal.

Tras un segundo de puro terror, decido entrar y empiezo a pasearme por el pasillo que recorre las celdas que ahora son habitaciones.
Aparto con cuidado y despacio la cortina de una celda.
Esta vacía, no hay nadie.
Hago lo mismo con las demás, una por una y con el corazón a mil por horas.
Sigue sin haber nadie.
Está todo vacío.
Me pregunto dónde se habrán ido todos.

Ya sin esperanzas de encontrar a nadie, aparto la cortina de la última celda.
- ¡Aaah!
Grito sin poder evitarlo.
No esperaba encontrarme a nadie.
- ¿Qué pasa? ¿Quién es?- susurra Maya, a la que acabo de despertar.
- ¡Maya!- susurro contento de ver a alguien en este vacío lugar-. ¡Soy yo, Jack! ¡Ábreme!- le digo en tono urgente.
- ¿Por qué? ¿Qué pasa? Paraces nervioso...-susurra ella, soñolienta.
- ¿Dónde se han ido todos?- le pregunto con el ceño fruncido.
- ¿Quién se ha ido? No se ha ido nadie...- susurra ella sin comprender.
- Sal fuera. Te lo mostraré.
Maya sale de las sábanas con una bata verde oscuro y se acerca a la verja para abrirla.
Una vez fuera, le enseño que no hay nadie en el edificio.
- ¿Y?- pregunta ella encogiéndose de hombros.
- ¿Y?- repito extrañado-. Han desaparecido todos y lo único que se te ocurre decir es: "¿y?".
- Estarán fuera en algún lugar ocupándose de algo, ya volverán- dice Maya sin darle importancia.
- ¿Y si no vuelven?
- Jack- susurra Maya y se acerca peligrosamente a mí-. Deja de preocuparte. Mira el lado bueno, ahora estamos solos, los dos.
- ¿Y?- es lo único que se me ocurre decir.
Trago saliva a la vez que se me acerca Maya.
- Y que podemos recuperar el tiempo perdido- susurra ella sonriendo pícara.
- ¿Maya? ¿Lo recuerdas ya? ¿Recuerdas el resto?- le pregunto esperanzado.
Maya había empezado a recordar pero no todo.
Cuando perdió la memoria lo último que recordaba era a ella y su hermana escondidas en un armario, escondidas de quien llamaba a la puerta de su casa.
Pero empezó a recordar algo más: a su madre convertida en un monstruo, ella matándola y luego desmoronándose por lo que había hecho, una bomba que cae en su casa, corriendo por las calles de San Rafael junto a su hermana Kate, vieron a su padre convertido pero se alejaron de él sin hacerle daño, llegaron a un callejón sin salida y eso es lo último que ella recuerda, su corazón desbocado al ver acercarse aquellos monstruos en aquel callejón, al ver la muerte frente a ella.
Pero aquí está, viva. Y ahora parece que ha recordado todo lo demás.
- Recuerdo todo, Jack- susurra y me da un pequeño beso en los labios-. Eres mi héroe.
- Y tú mi heroína, en todos los aspectos de la palabra- le susurro y la acerco más a mí cogiéndola de la cintura y fusionándome con ella en un beso apasionado, olvidándome por un momento del vacío de Mercury.
Maya deja caer la bata y se queda totalmente desnuda. Trago saliva a notar todos los puntos de su cuerpo contra el mío.
Empiezo a descontrolarme junto a ella.
Estoy a punto de empezar a quitarme la ropa cuando oigo una risita, una risita que me advierte de que no estamos solos y cualquiera puede vernos, estamos en mitad del pasillo.

Miro hacia la salida pero solo se ve oscuridad.
Maya sigue besándome el cuello, la mandíbula y los labios pero yo ya no estoy centrado en ella, sino en la risa malvada que acabo de oír.
Intento apartar a Maya suavemente pero ella sigue.
- Maya- susurro-. Maya, hay alguien.
- No importa- susurra ella-. Que miren...
- No puedo...- susurro y me aparto de ella.
- ¡Jack!- suspira Maya envolviéndose de nuevo en la bata-. No tienes ningún sentido de la aventura.
- Calla- le ordeno con un dedo en los labios, me ha parecido oír otra vez aquella risita que tanto escalofríos me produce.

Apocalipsis Zeta - Parte 3: Venganza...Where stories live. Discover now