Mi Peor Pesadilla

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GRACIAS POR LEER! :)

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Yo jugaba muy tranquilo con mi tablet en mi habitación para tratar de dispersar mis pensamientos.

De pronto escuché el grito de mamá que luego se escuchó como si estuviese haciendo gárgaras.

Bajé de prisa. Creo que pude volar de la velocidad en la que bajé las gradas.

- Mamá qué pasó?

-Mamá, mamá. No, no, no, no, no....- dije corriendo hacia donde se encontraba.-
AUXILIO. AUXILIO. AYUDA POR FAVOR!!!!

Mi madre tenía su garganta cortada de lado a lado.
Mientras estaba en el suelo trataba de impedir que la sangre saliera de su cuello colocando su mano en él pero era imposible, la sangre salía como si de un volcán en erupción se tratara.

Yo lloraba mientras me encontraba arrodillado a su lado. Golpeaba mi cabeza para despertar queriendo que se tratara de un horrible sueño, pero no era así.
Tomé su cabeza con mis manos.

- Mamá si te pasa algo yo me muero.! Te amo, te amo demasiado. Te agradezco por ser mi madre.

-Yo...tam...bi....en....te...a...mo.-
Logró decir mientras convulsionaba en mis brazos...

Yo lloraba como nunca antes. Estaba perdiendo a el amor más grande que uno puede llegar a tener en la vida.
A esa mujer que sin reproches me albergó en su vientre para así darme la vida..
Simplemente me quería morir!!

Logré observar un cuchillo que venía hacia mí y detras de éste había una nube que apenas formaba la silueta del demonio, aquellas patas desfiguradas y sus cuernos.

El cuchillo calló a mi lado y en cuanto calló la nube desapareció de mi vista.
El utensilio estaba ensangrentado, eso era una obvia razón de quién hizo esto.

- I-iré a buscar ayuda... te amo, aguanta mamá, se que puedes.

Salí corriendo y a unos escasos metros antes de llegar a la puerta el timbre sonó varias veces.
Abrí y eran los vecinos, el señor Jones y su esposa Marta.

- Hola Dereck!
Qué sucede muchacho? Escuchamos unos gritos..

-Ayu..denme por favor!- dije llorando descontrolado.

- Nos asustas muchacho! Qué pasó?

- Mi ma..má- como mis palabras ya no salían, tomé su mano y lo introduje a la casa y por supuesto detrás venía su esposa.

Al llegar a la cocina donde mamá se encontraba la señora Marta gritó de una manera ensordecedora y el señor Albert corrió hacia mamá y se arrodilló cerca.

- Marta, llama una ambulancia YA!!!

La señora obedeció, marcó y explicaba a la persona que se encontraba al otro lado de la línea lo sucedido.

La ambulancia no tardó en llegar y llevarnos al hospital. El señor y la señora Jones me acompañaron.

Ya en el hospital yo me aferraba a la señora Jones y no podía parar de llorar.

Papá llegó poco después con Marie. Pasó por la casa de su amiga por ella, supongo.

Yo no había pensado en nada, ni en Marie ni en papá.
Estaba tan mal que me desmayé.

Al despertar me encontraba en una camilla con una aguja en mi brazo que dejaba entrar a mi cuerpo un líquido transparente.
Al mirar hacia la derecha pude ver a Marie dormida en un sillón y a papá en otro.

- Papá?- dije con una voz ronca y muy débil. Creo que de tanto llorar.

Mi padre abrió los ojos. Y se levantó rápidamente acercándose a mí.

- Dereck! Gracias a Dios estás bien.
Nos tenías preocupados hijo, estubiste desmayado por un día completo.
Los doctores empezaban a creer que caíste en un coma.

- Qué? Y mamá?
Donde está?

- Hay hijo me alegra mucho que estés bien.
Pero tu madre...

Tras decir esas palabras sus ojos se llenaron de lágrimas y estas desbordaban de sus ojos una tras otra.

- Ella no lo logró hijo. Perdió mucha sangre y a los médicos no les dió tiempo de hacerle la transfusión.
Tu madre.. falleció hijo.

Cuando escuché esas palabras mi cuerpo no pudo más y comenzó a temblar mucho y yo empecé a llorar de nuevo como un bebé, pero un bebé que ya no tendría a su madre cerca para tranquilizarlo.

Era oficial, mi mayor miedo se había vuelto realidad demasiado pronto..

LA MALDICIÓN DE LA MANSIÓNDove le storie prendono vita. Scoprilo ora