Su Víctima➳Justin Bieber

OO8

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Narrador: Justin Bieber.

Secuestrar a ______ Beckman fue fácil, creí que era un "chica mala" de esas que llevan gas pimienta o maquillajes que son navajas, pero no, se ve que es demasiado inocente para mi gusto.
Cerré la puerta con llave luego de haberla dejado acostada y atada en la cama. Caminé hasta la cocina y vi a Ryan tomando su chaqueta y a Chaz sentado mirando el fútbol.

- ¿A dónde vas, Butler? -Pregunté siguiéndolo seriamente.

-Voy hasta la tienda, se acabaron las cervezas. -Tomó las llaves del auto de Chaz y salió.

Me senté al lado de Chaz, mientras este parecía un zombi.

-Ve a dormir idiota, seguramente tuviste una gran noche -Reí al recordar que el pobre había estado cuidando a una niña de tres años, y sólo recibió veinte dólares.

-La niña no me dejó dormir ni un segundo, creí que cuidar niños era fácil. Te diré que no, no es nada fácil. -Carcajeó.

- ¿Por qué lo dices? ¡¿Pretendes que seré padre?! -Grité asustado.

-Con todas las tías que están atrás tuyo, seguramente en muy poco tiempo tendremos a un Justincito aquí. -Chaz se levantó y tomó la laptop para irse hasta otra habitación.

Pero que idiota, jamás me había imaginado con hijos. Y además la madre de ellos sería muy afortunada. Escuché un grito desde la habitación en donde había dejado a _____, rápidamente me levanté y fui hasta allí, abrí la puerta y ella estaba sentada, tratando de soltarse.

- ¡Desátame! Por favor, tengo hambre. Y sed. -Suplicó, tal vez si la desato dejará de molestar.

-Haber...cuidado. -Dije tratando de desatarla, me puse detrás de ella y no pude evitar ver su trasero...mmm.

-Apúrate, me duelen las muñecas.

Cuando por fin la solté, ella trató de correr, la tomé del brazo y la empujé hacia mí quedando a sólo centímetros de su rostro. Miré sus ojos y
noté que ella miraba los míos.

-Ven, vamos a comer algo. -Dije separándome de ella, ella asintió y me siguió algo sigilosa y asustada.

- ¿Por qué me haces esto? ¿Tanto odio sientes hacia mí? -Preguntó casi en un susurro, reí fuertemente. Y luego recordé que ella no debe saber nada de que su padre es mafioso, Jeremy me había dicho que si le digo, todo se irá a la basura.

-Sólo cállate, no tienes permitido hablar. -Di media vuelta para observarla y ella bajó la mirada. >>No sientas lástima, tú la odias, tú la odias<< me repetía en mi mente.

Fuimos hasta la cocina y le dije que se siente, ella hizo caso. Abrí el refrigerador y tomé dos latas de Coca-Cola, junto con dos trozos de pastel de chocolate. ¿Quién no hizo esa mezcla? Yo sí, chocolate y Coca-Cola.

Llevé la comida hasta la mesa y ella miró el plato como si este fuera obra de satanás. Reí, sabía qué hacía todo lo posible para no hablar.

-Puedes hablar, pero no quiero que preguntes tonterías. -Hablé y luego tomé un poco de gaseosa.

- ¿Pu...puedes abrirla? -Preguntó refiriéndose a la gaseosa. Revoleé los ojos y la abrí, ella sonrió y yo también...esperen... ¿¡Yo también!?

-Christian vendrá a traerte ropa. No es muy bueno eligiendo, así que te pondrás lo que traiga, ¿estamos?

-Sí... ¿pero quién es Christian? -Preguntó y escuchamos la puerta abrirse.

-Soy yo, y te traje algo de ropa. -Habló Chris mientras mostraba un bolso y al levantarlo un arma cayó de él, pero que idiota.
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