Invisible String

23 Pelea

Al día siguiente despertó con su mente aun ocupada con la discusión que había tenido con Naruto. Había pasado una
pésima noche, sin poder conciliar bien el sueño, y sentía un fuerte dolor de cabeza

Sabía que debía disculparse, pero su orgullo le impedía dar el paso. A pesar de eso, decidió que iba a arreglar las cosas.

Con esa determinación salió de su cuarto dispuesto a buscar a Naruto. Cuando entró a su habitación para despertarlo, se dio cuenta de que ya no estaba ahí. Fue directo a la cocina, donde lo encontró terminando su desayuno.

-Buenos días -dijo Sasuke con tono suave.

-Hola -respondió Naruto, con la voz un poco cortada, evitando mirarlo.

Sasuke notó el tono apagado en la voz del rubio y su corazón se apretó.

-Naruto, sobre ayer... no quería gritarte. -Sasuke bajó la mirada, sintiendo la culpa apoderarse de él.

Naruto, sin poder evitarlo, sintió el nudo en su garganta, pero no quería llorar frente a Sasuke. Por eso, de inmediato intentó calmarse.

-Yo también lamento haberte presionado, no quería que pensaras eso -respondió el rubio, aunque su voz aún temblaba levemente.

Sasuke, al escuchar las palabras del rubio, sintió una carga aún más pesada en su pecho. No se había disculpado, pero Naruto ya lo hacía por él. Por lo que ahora la culpa lo envolvía y tenía que enmendar su error.

Empezó hablando despacio con voz baja, dudando de lo que decía.

-Tal vez...sería mejor si nos fuéramos a un hotel por las noches, y estuviéramos juntos.

El rubio al escuchar esa propuesta, no pudo evitar que una pequeña sonrisa se formara en su rostro.

-¿En serio? ¡Sí sería genial!

-Lo discutimos más tarde. Ahora, ve a tu clase -dijo Sasuke, aliviado de ver que las cosas no estaban tan rotas como había temido.

Naruto se sintió mejor al escucharlo y se acercó a Sasuke, le dio un beso suave en la mejilla antes de salir de la cocina con una sonrisa.

El pelinegro se quedó ahí, mirando cómo Naruto se alejaba, pensando que aun tenía que disculparse. Y que muchas veces no merecía a alguien tan bueno como el rubio.

---

A pesar de la tristeza que aún pesaba en su corazón, Naruto se recompuso para concentrarse en la clase. Se dedicó al entrenamiento, poniendo todo su esfuerzo en cada ejercicio. Su sensei lo felicitó por su progreso, y le informó que, para la siguiente semana estaría listo para entrenar con Mu, lo que lo llenó de entusiasmo. Agradeció la noticia, y al finalizar la lección salió rápidamente en busca de Sasuke.

Mientras tanto, el Uchiha estaba en su propia clase, pero algo no estaba bien. Aunque intentaba concentrarse, su mente seguía vagando hacia la discusión con su pareja.

Mu lo pudo notar decaido de inmediato -Parece que hoy no te encuentras bien - le comentó, observando la expresión del pelinegro.

Sasuke suspiró, sin poder ocultar su desánimo. -No me siento bien, discutí con Naruto y no pude dormir. -confesó con voz baja.

-Será mejor que hoy no entrenes con Tenchi. No podrás enfocarte, y la espada no responderá si no tienes concentración.

Sasuke asintió, dejando escapar otro suspiro, su mente seguía preocupada con muchos pensamientos, y se sentía culpable.

-Tengo que reconciliarme con Naruto, o no podré estar en paz -murmuró, con la mirada fija en el suelo.

Mu lo observó en silencio por un momento antes de hablar, sorprendido por el tono de la confesión.