Invisible String

23 Pelea

El tiempo pasó sin que Naruto lo notara. Para cuando el sol comenzó a ocultarse, él seguía sentado junto al lago, perdido en sus pensamientos. La brisa nocturna le recordó que debía regresar, y con un suspiro cansado, se puso de pie caminando hacia la escuela.

Una vez ahí, se dirigió de inmediato a la habitación de Sasuke. Sin embargo, al abrir la puerta, encontró el cuarto vacío. La ausencia de su compañero avivó su ansiedad, pero trató de calmarse. "Quizás aún está con Mu", pensó, aunque esa idea no le trajo consuelo.

Naruto cerró la puerta lentamente, apoyando la frente contra la madera mientras luchaba con sus emociones. "Tengo que hablar con él, pero... ¿y si ya no quiere escucharme?" La incertidumbre lo carcomía, pero sabía que no podía seguir evitando enfrentar lo que sentía. Encontrar a Sasuke y hablar con él era su única opción.

El rubio lo buscó desesperado por toda la escuela. Había recorrido los pasillos, los jardines y las áreas comunes sin éxito, hasta que alguien le mencionó que Sasuke estaba en la biblioteca. Sin perder tiempo, corrió hacia ahí, con su corazón latiendo con la incertidumbre de lo que podría encontrar.

Al llegar, lo vio sentado en una de las mesas al fondo, rodeado de libros. El Uchiha estaba concentrado en su lectura, pasando las páginas con esa calma característica que siempre lo había distinguido. Parecía completamente ajeno al mundo, tan perdido en su investigación que no notó la presencia del rubio hasta que este llegó frente a él.

-Con prisa como siempre. -dijo Sasuke sin siquiera levantar la vista del libro que tenía en las manos.

Naruto sintió un leve pinchazo en el pecho ante el tono indiferente de Sasuke.

Comentarios como ese, que antes le habrían parecido normales o incluso graciosos, ahora lo hacían sentir distante. Aun así, decidió no dejarse llevar por sus emociones.

-Ya es tarde. -respondió, tratando de mantener la calma.

Sasuke finalmente levantó la mirada, cerrando el libro con lentitud antes de responder. -Sí, me entretuve aquí. Hay tantas cosas interesantes... Podría quedarme toda la vida leyendo. -hizo una pausa y agregó en tono de broma -Talvez deje de ser ninja y lo haga.

Naruto parpadeó, sorprendido por la respuesta, pero no pudo evitar preguntar lo que más le preocupaba. -¿Y yo?

Sasuke arqueó una ceja, desconcertado. -¿Tú qué, Naruto?

El rubio apretó los puños, con su voz temblando ligeramente al expresar lo que sentía. -¿Yo estaría solo?

Sasuke suspiró cansado, con su mirada reflejando una mezcla de frustración y molestia. -Ah, ahí vas otra vez. Ya te dije que aquí no podemos estar juntos. No sé por qué no te conformas con que podamos vernos de vez en cuando. ¿Es que acaso solo me quieres para estar contigo en las noches? -le dijo con un tono frío y cortante.

Naruto dio un paso atrás, sintiendo que las palabras de Sasuke lo atravesaban como cuchillas. -Eso no es cierto... -murmuró, con su voz llena de tristeza.

Pero Sasuke no había terminado. Gruñó, mostrando su irritación. -Es más, hasta te quedas dormido. Según tú me extrañas, pero ni siquiera puedes hacerme compañía mientras leo. Siempre tengo que mantenerte entretenido, o en la cama.

Naruto negó con la cabeza, incrédulo. -¿Qué estás diciendo, Sasuke? Eso no es justo...

El Uchiha gruño claramente molesto. -Pues dime, ¿hemos hablado de mi entrenamiento? ¿Te interesa siquiera? ¿Sabes lo que he sentido estos días? Porque no lo parece. Solo pareces quererme para una cosa Naruto.

El rubio quiso defenderse, explicar que todo lo que había hecho era por su acuerdo, para no tener problemas, pero las palabras de Sasuke lo dejaron sin aire. No pudo evitar que sus ojos reflejaran el dolor que sentía.