Reescribiendo Estrellas ~☆YoonMin☆~

✨️ 8 ✨️

Su piel se erizó con puro miedo, pues la persona frente a él, tan alta e imponente, de piel morena y tersa era nada más que el príncipe NamJoon. Sus ojos se abrieron con sorpresa antes de desviar la mirada hacia el suelo y secar sus lágrimas con rapidez.

-Tu… - Comenzó diciendo el moreno con algo de timidez- ¿Puedo sentarme?

El rubio, lo miró de reojo antes de asentir, el moreno se sentó un poco alejado, puesto que el chico estaba realmente nervioso con su presencia, pero aun así el príncipe no le quitó la mirada de encima, su perfil, su cabello, sus ojos, no había que ser muy listo para darse cuenta y el príncipe NamJoon destacaba por su innata inteligencia.

Apartó la vista del muchacho para mirar al cielo y pensar, con el viento soplando tranquilo y el sonido de las aves, sus pensamientos se pusieron en orden y una pequeña sonrisa escapó de sus labios.

-Yo…estuve presente en ese juicio….- la sorpresa en el rostro del rubio no pasó desapercibida por el moreno, al igual que la enorme tristeza en el rostro del más joven, sus ojos azulados eran infinitamente vacíos y era imposible no querer hacer algo para que hubiera un pequeño brillo en ellos- ….y te creo….

Susurró el príncipe y por primera vez desde que el moreno llegó a su lado lo miró a los ojos. NamJoon sonrió victorioso, no solo había hecho brillar un poco la mirada del menor, si no que su teoría, aquella que tuvo en el momento en el que lo vio de cerca, era acertada.

-¿Sabes JiMin? Creo que eres mucho más bonito así que con un vestido- el rubio no pudo evitar sonrojarse, pero todo color en sus mejillas desapareció, el príncipe lo había descubierto, ¿le arrestaría? ¿Lo trataría de fenómeno? Comenzó a respirar pesadamente y los temblores en su cuerpo lo hacían querer llorar, se sentía fatal ser descubierto y solo quería encerrarse en un cuarto oscuro y pequeño donde nadie pudiera hacerle daño.

-Hey, hey tranquilo.

-y…yo lo lamento mucho no era mi intención…- El joven rubio luchaba contra sus ganas de llorar, se sentía tan devastado y perdido que no sabía qué hacer o qué decir, pero el moreno no lo miraba con repulsión o desprecio, él simplemente mantenía su suave sonrisa

- “Todos nacemos y vivimos nuestras vidas de distintas maneras por alguna razón”- le sonrió con dulzura el moreno- Tu eres diferente del resto y lo respeto, no te juzgaré por tus acciones, porque no lastimaron a nadie- JiMin miró al príncipe más tranquilo, se sentía aliviado de que este no lo repudió por su secreto, pero en algo se había equivocado el príncipe.

-Mis decisiones sí lastimaron a alguien- dijo bajando la cabeza-… a mí.

-Puede que tal vez hayas tomado esa decisión para lograr obtener una respuesta, piensa en ello como una enseñanza a para no cometer el mismo error, ¿tú de verdad quieres ser una mujer?- El rubio lo meditó unos segundos antes de negar, él no quería ser una chica, solo sus gustos eran parecidos a los de una, pero no quería convertirse en una mujer, amaba su cuerpo tal cual era.

-Yo...a mi…- balbuceó el menor, quería decirle al príncipe la razón por la cual se había “vestido” de mujer ese día del baile, pero al parecer eso era aún más difícil de decir.

-No necesitas decirme la razón, lo entiendo.

- Gracias…por entenderlo- JiMin de corazón agradecía la comprensión del príncipe y este último estaba dispuesto, no solo a escucharlo, sino que también a ayudarlo

-En cuanto al juicio- cambió de tema el moreno, haciendo que la expresión del menor se oscureciera.

-La razón por la que me vestí de mujer fue la que causó todo esto, mi madrastra se aprovechó de ello para poder quedarse con mi casa- contó luego de meditarlo unos minutos- me amenazó con contarle mi secreto a todo el reino y me asusté.