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Es muy difícil esconder mi verdadero yo, saber que mis gustos parecen no ser normales y que no haya nadie en tu vida que te apoye o que te guie en el crudo camino de la vida. Las chicas son lindas, tiernas, de lindas figuras, Los Chicos, rudos, fuertes y musculosos.

Mamá, ¿Está mal que no sea rudo, fuerte y musculoso? ¿Está mal ocultar mis verdaderos sentimientos?, ¿Está mal que quiera ser como las chicas?, ¿Estoy haciendo las cosas mal, cierto?

-¡JiMin! ¡Hijo, ya estoy en casa!

Con rapidez el muchacho de cabello rubio ondulado, cerró su diario y bajó las escaleras de su casa, en la entrada se encontraba su amado padre con los brazos extendidos y con una gran sonrisa en su rostro, el muchacho corrió a los brazos de su padre, el hombre abrazó el delgado cuerpo de su hijo, una figura tan hermosa y delicada como la de su difunta esposa.

-Papá ¡Te extrañe mucho!

La dulce voz de su hijo le tranquilizó, pues ya hacía 3 semanas que no oía la voz del tesoro que su adorada esposa le dejó.

-Yo también hijo- El hombre acarició los bellos risos dorados de su hijo "Pero tengo algo que contarte"

El muchacho miro a su padre al rostro, en él se podía ver aquel cansado semblante, por las horas que el hombre le dedicaba a su trabajo. Ambos, padre e hijo se dirigieron a la sala de aquella gran casa, sentándose en el gran sofá.

-Escucha JiMin, ya han pasado 7 años desde que tu madre nos dejó y comenzó a cuidarnos desde el cielo- el rostro nostálgico del menor le produjo gran tristeza al hombre. -Y creo que es tiempo de que comencemos una nueva familia, durante mi estancia en el reino vecino, conocí a Lee YeonSoo, estuve conversando con ella mientras hacía mi trabajo y ambos decidimos casarnos a finales de este mes.

Los pequeños ojos de JiMin se abrieron con sorpresa.

-Te vas a casar....- No fue una pregunta lo que salió como un susurro de los labios del menor, sino más bien una afirmación para poder procesar mejor la información.

-Sé que esto es muy repentino, pero YeonSoo tiene dos hijas también y para ambos que somos viudos nos pareció conveniente la idea de casarnos.

JiMin no dijo nada ante esto, pues a pesar de tener solo 14 años, sabía perfectamente, que su padre estaba intentando buscarle una madre que lo cuide mientras él salía a sus viajes por trabajo.

Él nunca se opondría a una decisión de su padre y esta no era una excepción, por lo que nada impidió que en menos de un mes, en la boda, conociera a la víbora que se casó con su padre y a las hijas mellizas de esta, Lee ChaeYeon y Lee ChaeRyeong, las peores niñas que había conocido en su corta vida.

Los días después de la boda fueron aún peores, no solo las hermanas le hacían la vida imposible, sino que su madrastra le obligaba a servirle si se le antojaba algún dulce para sus hijas, o un té para ella, humillando al pobre muchacho mientras la servidumbre de aquella casa no podía hacer nada más que mirar con ira la forma en que esa mujer maltrataba a aquel dulce niño.

La señora YeonSoo les tenía estrictamente prohibido a toda la servidumbre hablar sobre lo que pasaba con JiMin y aunque muchas de las mucamas estuvieron a punto de decirle al señor Park, sobre los continuos abusos de la señora, JiMin las detenía, pidiéndoles de favor que no le dijeran nada a su padre, pues él no quería que el peleara con su madrastra.

JiMin continuó soportando a su horrible madrastra y las bromas pesadas de sus hermanastras, pero para este pequeño niño, valía la pena, pues al final del día, podía ver a su padre llegar del trabajo y JiMin siempre le recibiría con una sonrisa.

Reescribiendo Estrellas ~☆YoonMin☆~Where stories live. Discover now