Nota: la canción a la que hace referencia la escena es "No - Meghan Trainor"
La canción comenzó a sonar, y NO retumbó en el edificio. Julie sonrió mientras se adentraba en el centro de la multitud, entre las luces parpadeantes y el bajo que hacía vibrar el aire a su alrededor. Entonces lo vio. Jungkook. Sus ojos oscuros seguían cada uno de sus movimientos, su mirada ardiendo con una intensidad que no podía descifrar del todo. ¿Era enojo? ¿Deseo? ¿Pasión? No lo sabía, así que decidió dejarlo estar. En su lugar, se dejó llevar por la música, moviendo su cuerpo con libertad, disfrutando del ritmo.
Justo cuando el coro estalló, sintió una mano deslizarse por su cintura. "Eso fue rápido" pensó, esperando ver a Jungkook, se giró—pero no era él. Otro chico estaba frente a ella, sujetándola con una sonrisa confiada.
—Hola preciosa, estás dominando la pista. ¿Cómo te llamas?
Julie sonrió y, sincronizando con la canción, respondió con voz juguetona pero firme:
—"My name is no, my sign is no, my number is no... You need to let it go."
El chico parpadeó, claramente sorprendido. No parecía estar acostumbrado al rechazo.
—Vamos linda, solo dime tu nombre.
Intentó acercarse más a ella, pero antes de que pudiera hacerlo, una mano tatuada atrapó su muñeca. Una figura alta e imponente se interpuso entre ellos. Jungkook.
Julie apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que la voz de Jungkook, baja y peligrosa, cortara el ruido a su alrededor.
—¿Eres sordo? ¿Necesitas que yo te cante la canción? Lárgate de mi vista. Ahora.
El chico intentó protestar, pero Jungkook no dudó—lo agarró del cuello de la camisa, su expresión letal.
—Si valoras tu bonita cara, vete. Ella está conmigo.
El chico levantó las manos en señal de rendición y desapareció entre la multitud. Julie apretó los labios para contener una sonrisa. Sabía que Jungkook estaba molesto, pero verlo así—posesivo, protector—le provocó un escalofrío de emoción.
—Hola —murmuró, con la voz más suave de lo que pretendía. Extendió la mano y deslizó sus dedos por su brazo—. ¿Estás bien?
En cuanto su mano hizo contacto, la expresión tensa de Jungkook se suavizó, sus ojos se cerraron por un breve segundo.
—Me estás evitando —murmuró—. No me gusta que me ignores -la miro con seriedad- al principio creí que estabas coqueteando conmigo, y luego ese imbécil intentó besarte...
—No intentó besarme —lo interrumpió Julie—. Solo quería mi nombre.
Jungkook bufó con incredulidad.
—Sí, claro. Eres tan ingenua. Claramente intentaba besarte.
—¿Y qué? —lo desafió, cruzándose de brazos. Él la miró con sorpresa—. Dijiste que no te gusto, así que puedo besar a quien quiera.
Jungkook soltó un profundo suspiro.
—¡Eso no es lo que dije! Estás entendiendo todo mal.
Julie entrecerró los ojos.
—Te escuché hablando con Seokjin. Dijiste que no te gusto. ¿Por qué lo niegas ahora?
Jungkook vaciló, cambiando su peso de un pie a otro. Su confianza habitual se tambaleó.
—Lo estás malinterpretando todo—dijo con voz más baja ahora—. Solo captaste parte de la conversación. Eso no es lo que dije. No es verdad que no me gustes.
Julie quería creerle. Pero si lo hacía, podría hacerse ilusiones y salir lastimada otra vez. Y no estaba segura de poder soportarlo. No esta vez.
Jungkook pasó una mano por su cabello oscuro, hábito que tenía cada vez que estaba inquieto, respiró hondo.
—Ese día, Jin-hyung me preguntó sobre lo que siento por ti. Me conoce demasiado bien, no puedo mentirle. Así que no lo hice. Le dije que me gustas. Que no puedo dejar de pensar en ti. Que me estaba volviendo loco porque creí que sientes algo por Kai, y lo odié. Lo que escuchaste fueron mi celos hablando, no mi amor.
Julie sintió su pulso acelerarse, su corazón martillando en su pecho.
—Porque esa es la verdad —continuó Jungkook—. No puedo dejar de pensar en ti. Necesito saber dónde estás, qué estás haciendo... Si piensas en mí de la misma manera en la que yo pienso en ti.
Su mirada se oscureció cuando dio un paso más cerca, su calor envolviéndola.
—Y entonces te vi hoy, viéndote así de hermosa, y ese idiota trató de llevarte, y supe—no iba a dejar que nadie más te tuviera. Eres mía. Ya lo decidí.
Julie sonrió con picardía, ladeando la cabeza.
—¿Y qué pasa si te canto la misma parte de la canción a ti?
Jungkook la miró sorprendido, claramente no esperaba esa respuesta. Bajó la mirada y se mantuvo en silencio por un momento.
—Supongo que es una posibilidad —murmuró—. Pero pensé... -negó con la cabeza- nada. Supongo que tenía razón sobre Kai, entonces.
Julie puso los ojos en blanco. ¿En serio? ¿Iba a aceptar eso sin más? ¿Sin pelear? ¿Sin insistir? ¿Dónde estaba la pasión de hace un momento?
La canción seguía sonando a su alrededor: "Thank you in advance, I don't wanna dance..." Pero su mente gritaba lo contrario. Sí quiero bailar contigo.
"I don't need your hands all over me," siguió la canción. Sí, claro. La mayor mentira del mundo.
Julie suspiró. Tal vez él no estaba tan interesado después de todo. Quería a alguien que peleara por su amor, incluso si eso significaba pelear con ella.
Decidida, se dio la vuelta para alejarse. Si él no la iba a detener, entonces ya tenía su respuesta.
Pero entonces—
—A la mierda.
Antes de que pudiera dar otro paso, Jungkook la sujetó por la muñeca, la giró y la atrajo contra él. Sus labios encontraron los suyos con urgencia y profundidad, su agarre firme, como si temiera que se le escapara.
Su mano izquierda se aferró a su cintura, atrayéndola más hacia su cuerpo, mientras su otra mano, cálida y temblorosa, acarició su rostro con una delicadeza inesperada.
—Elígeme a mi —susurró contra sus labios—. No me importa lo que haya dicho Kai. Elígeme a mí. Te querré más que él.
