Capítulo 2: Un plan que se tuerce.

7.3K 315 19
                                    

Esa mañana, me lebanté antes que el despertador. No encontraba mis gafas de pasta enormes y veía borroso. Empecé a buscar y las encontré debajo de la cama.

Despues de prepararme, bajé al comedor. Aún era pronto.

Por la noche, había estado pensando algo que hacerle a Dylan y tenía un plan magnífico. Hiba a ser una venganza, por todos los años de jodernos, aún que no quería implicar a mis amigas por si tenía consecuencias.

Cogí una bolsa de purpurina rosa, que tenía mi hermana para hacer manualidades y me la metí en la mochila.

En cuanto mis hermanos se ubieron ido, llegó Live con el coche como cada mañana y nos fuimos al instituto.

En las primeras horas, no me crucé con Dylan ni una vez. Solo me vio cuando salí de mi segunda clase y quiso acercarse, pero yo le despisté para perderlo de vista.

Cuando era la hora del almuerzo, en vez de dirigirme a la cafetería, fuí al aparcamiento. A lo lejos ví la moto de Dylan. ¡Bingo!

Me acerqué a la moto y miré a los lados para ver si alguien miraba. No parecía que ubiera nadie.

Saqué la bolsa de purpurina y empecé a tirarla por encima de la moto. Dylan tendría purpurina hasta en la sopa. Luego cogí celo y un cartel rosa que ponía «Soy un cerdo». Lo pegué en el lugar de la matrícula.

La purpurina estaba tanto por encima de la moto, como por el suelo. Me recordaba a cuando tenía ocho años y Mia y ella habían estado jugando con purpurina. Se había pasado todo un mes con purpurina por todos lados. Verdaderamente, la purpurina la cargaba el demonio. No te puedes deshacer tan facilmente de ella.

Hecho todo, se fué a la cafetería y se reunió con Live y Mia.

- Hola chicas. - les dije sonriente.

- Chloe, ¿donde estabas? - dijo Mia.

- Y ¿por que estas tan contenta? - dijo Live.

- Nada, estaba acabando de recoger mis cosas. Y estoy como siempre. - sonreí. Mis amigas se miraron sorprendidas y rieron.

- Estas como una cabra. - dijo Live riendo. Yo reí tambien.

Sorprendentemente, Dylan no estaba en la cafetería. ¿Habría visto la moto? Dejando de pensar en eso me fuí a clase y me senté en una mesa de delante, como siempre y empecé a sacar mis cosas. En ese momento entró Dylan hecho una fiera, con los puños cerrados a los lados. Al entrar, dirigió la mirada a mi y se acercó muy deprisa. Me levantó de la mesa, agarrandome de la camiseta y me miró fijamente, claramente cabreado.

- ¿¡Como puedes ser tan perra, como para cubrirme la moto de purpurina!? - soltó - ¿¡Que coño te pasa en la cabeza!? - me empujo contra la pared y me di un buen golpe en la cabeza.

- ¡Au! - chillé quejandome - ¿¡Que haces!?

- ¿¡Que qué hago!? Y ¿que haces tú? - dijo acercandose aun cabreado. Me pegué completamente a la pared. Parecía que me iba a dar un puñetazo, pero se resistió.

En ese momento entró en profesor Wild.

- ¡Eh! Vosotros dos. - nos señaló. - Fuera. - indicó la puerta y nos dirigímos hacia ella, seguidos del profesor.

- Señor Wild, yo... - empecé a decir.

- No me sirver vuestras escusas. Quiero saber por que discutíais y estabais a punto de pelearos. - empezamos a escusarnos y a echarle la culpa al otro, gritando a la vez. No se entendía nada. - ¡Suficiente! No quiero oír mas excusas. No voy a permitir que mis alumnos se lleben mal entre ellos, así que para que os llebéis mejor, vais a hacer un trabajo sobre «Los escritores del siglo XV» conjunto y presentarmelo. Teneis hasta el lunes. Si no lo haceis bien y juntos, os suspenderé la asignatura. - Dylan y yo nos quedamos de piedra, ¿dos dias para hacer un trabajo? y empezamos a quejarnos a la vez. - ¡Basta de quejas, lo haréis y punto! No hay más que hablar. Ahora, fuera de mi vista. Hoy no os quiero en mi clase. - Nada más decir esto, entró en clase y nos quedamos fuera.

Yo empecé a hiperventilar y a ponerme muy nerviosa. Era la primera vez que me hechaban de clase.

- Oh dios mio... No puede ser. - susurré. Me apoyé en la pared y me escurrí hasta estar sentada. Apoyé los brazos en las rodillas y encogí la cabeza. Estaba en un momento de pánico y tensión.

Noté la presencia de Dylan. Levanté la caveza y lo pillé mirandome. Él desvió la mirada.

- Mierda... No puedo suspender. - dije desesperada, mirando la pared de en frente.

Dylan no habló. Simplemente se fué de allí y yo me quedé sola, intentando pensar que hacer.

***

Las demás clases pasaron y me fuí a fuera. Allí me esperaban Live y Mia.

- Dios, Chloe, hemos oído lo de la moto llena de purpurina. ¿Has sido tu? - dijo Mia.

- Si - dije en una pequeña risa.

- Dylan te va a matar. - añadió Live.

- Bueno... El señor Wild nos hace hacér un trabajo juntos, por que estabamos peleandonos en su clase. Si no lo hacemos, suspendemos la asignatura... - les expliqué. Las dos ahogaron un grito.

- ¿En serio? - dijo Mia sorprendida y preocupada a la vez. - Y ¿crees que Dylan hará algo?

- No lo se... - dije - No lo creo.

Dejamos ahí el tema y nos subimos al coche. Me dejaron en mi casa y entré.

Hoy no estaba Jim. Tenia entrenamiento de football hasta las siete de la tarde. Melisa estaba en el sofá.

- Hola Mel. - le dije - Estaré en la habitación. Llamame si quieres algo.

- Vale. - me dijo, unicamente. Ella estaba embobada con Bob esponja.

Subí las escaleras hasta mi cuarto y me puse a estudiar.

Al dia siguiente era sabado, así que tendría el dia libre. Plan: hacer un trabajo.

Como siempre, hola a los que me leen.

¿Que os parece el segundo capítulo?

¿Con ganas de más?

Por ahora publíco este y cuando tenga el tercero lo pondré.

Bye bye. :P

Eres mi chico maloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora