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Casa de la familia de Ty

Leo

Con las compras organizadas y guardadas en su lugar, decidí tomarme el resto del día para relajarme y disfrutar de la calma en casa. Me dirigí al sofá con un libro en mano y me dejé envolver por sus páginas, permitiéndome perderme en mundos imaginarios y aventuras fascinantes.

El sol se filtraba por las ventanas, creando una atmósfera cálida y acogedora en la sala de estar. El suave aroma de las velas perfumadas llenaba el ambiente, proporcionando un toque de tranquilidad adicional.

Me sumergí en el libro durante horas, dejando que el tiempo pasara sin preocuparme por nada más. Me dejé llevar por la historia y las emociones que sus páginas evocaban, disfrutando del placer de la lectura y la desconexión del mundo exterior.

El suave murmullo de la naturaleza que entraba por la ventana se mezclaba con el silencio, creando una sinfonía serena y relajante. Me sentía completamente en paz, dejando atrás cualquier preocupación y preparándome mentalmente para el emocionante viaje que me esperaba mañana.

El día avanzó con calma, y a medida que la tarde se convertía en noche, cerré el libro con una sonrisa en el rostro. Estaba lista para descansar y recargar energías para el día que vendría.

Me dirigí al baño para un relajante baño de burbujas y después me puse una cómoda pijama antes de meterme en la cama. Mi ardilla, que había estado curioseando por la habitación, finalmente se acomodó en su pequeña rama en una esquina, disfrutando de su espacio propio.

Con una sensación de paz y emoción en el corazón, cerré los ojos y me dejé llevar por el sueño, sabiendo que mañana sería un día lleno de nuevas experiencias y emociones. Con esa esperanza en mente, me sumergí en un profundo sueño, listo para recibir lo que el mañana me tenía reservado.

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Mis ojos parpadearon lentamente mientras escuchaba la voz de Ty llamándome para despertar. Suavemente, me giré en la cama y me encontré con su rostro preocupado, con una pizca de diversión oculta detrás de sus ojos. Era evidente que estaba decidido a asegurarse de que me levantara a tiempo.

''Está bien, está bien, me estoy levantando'', respondí con una sonrisa, dejando escapar un pequeño bostezo mientras me estiraba. La calidez de la cama era tentadora, pero sabía que tenía que prepararme para el día emocionante que me esperaba.

''Te espero abajo en cinco minutos, no tardes'', dijo Ty, saliendo de mi habitación mientras yo me incorporaba en la cama.

Una vez que Ty se fue, me senté en la cama y me froté los ojos para despertar completamente. El día amanecía con una tenue luz que se filtraba por las cortinas, creando una atmósfera tranquila en mi habitación. Me puse de pie, estirando mis brazos y piernas, sintiéndome lista para comenzar el día.

Me dirigí al baño para lavarme la cara y cepillarme los dientes, sintiendo el frescor del agua en mi piel. Después de arreglarme, decidí ponerme ropa cómoda y adecuada para el viaje. 

Una vez lista, descendí las escaleras y me encontré con ambos chicos esperándome en la entrada. Les dediqué una sonrisa y agarré mi maleta, listo para comenzar el viaje. Salimos de la casa y caminamos hacia el coche que Walter había traído para llevarnos.

''Vamos?'', pregunté mientras me giraba hacia ellos. Ambos asintieron con entusiasmo y nos dirigimos hacia el coche. Walter abrió la puerta trasera para que pudiera colocar mi maleta, y luego nos acomodamos en nuestros asientos. El motor del coche ronroneó suavemente mientras nos poníamos en marcha, y la emoción llenaba el aire.

Los AlphasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora